lunes, 10 de enero de 2011

Mou y Rubalcaba, tanto monta.

Hoy pienso que tanto monta monta tanto, Mourinho y Rubalcaba, Rubalcaba y Mourinho.

Y es que estos dos personajes se han creído tan bien su papel y sus estrategias, que ya lo hacen hasta cuando no es necesario, ¿o sí?

Ayer, el Real Madrid cerraba un partido que había tenido perdido gracias a un gran jugador como Cristiano Ronaldo y, reconozcámoslo, a un juego de estrategia de pizarra del propio Mou digno de elogio. Sin embargo, al meter el cuarto gol, y así asegurarse la victoria, a José se le fue la pelota, y prefirió liarla yéndose a celebrar el gol justo delante del banquillo contrario.

Una vez más, al terminar el encuentro, no se habló del hat trick de CR9, tampoco del gol del recuperado Kaká, ni tan siquiera de la gran pizarra del entrenador. Al final, se habló del feo gesto del portugués y si lo hizo para saludar a su hijo o no.

Mou y sus defensores dicen que sus espectáculos son premeditados y que tienen un fin, quitar presión a sus jugadores y cargársela él a sus espaldas, cuál Cirineo acepta su pesada cruz. Sin embargo, ayer, esta excusa no servía, ya que lo que hizo fue quitarles el minuto más que merecido de gloria.

Algo así le ha sucedido a Rubalcaba. Este hombre, tan obsesionado en seguir las directrices de Chomsky, hoy ante el anuncio de otra mierda de alto el fuego de los asesinos etarras, se ha olvidado de que la noticia en sí no necesitaba de más manipulación mediática y que quizás sí, era el momento de dejar a los periodistas hacer su trabajo por ellos mismos.

En su lugar, en una breve comparecencia, no ha admitido preguntas... bueno, no es que no lo haya hecho, es que él ha hecho todo el trabajo. Ha comparecido, ha hecho su declaración, se ha preguntado a sí mismo y se ha respondido.

La quinta estrategia de Chomsky habla de "dirigirse al público como criaturas de poca edad". Pues eso ha hecho, empleando así, el siguiente subterfugio: "Si ustedes me preguntan..." hasta tres veces seguidas, para a continuación responder lo que a él le apetecía.

No puede decir nuestro presidente en funciones que no haya cumplido, ya que lo ha hecho con creces, no sólo acepta preguntas de los periodistas, sino que por si no saben qué preguntar o hacen la pregunta errónea, ya las hace él por ellos...

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