martes, 31 de mayo de 2011

Luchar y ganar

Hoy pienso que si mañana me despertase y no recordase nada no sé cómo me sentiría.

Hay multitud de películas que tratan sobre la pérdida de memoria, la amnesia. Las hay de acción, como el "Caso Bourne", clásicos como "Marnie la ladrona", romántica, al estilo de "Olvidate de mi" o el pastelito "A propósito de Henry", sin embargo la vida real no es Hollywood... ¿o sí?

¿De verdad es cierto que a veces, la realidad supera la ficción?.

Imaginaos el caso de una chica americana, que conoce a un estudiante en su primer año de universidad, se hacen novios, consiguen graduarse, se casan y tienen dos niños.

Esa podía ser la historia de Su, una chica rebelde, que le gustaba tocar la batería y que eliminó lae de su nombre porque en el Instituto ya había dos Sue Meck, y ella quería ser única.

Sin embargo, una mañana, el guión cambió inesperadamente. Estando en casa cocinando, con su pequeñajo de 6 meses en brazos, Su Meck (que así se llama) ve cómo se le cae encima el ventilador del techo.

Tras una semana en coma, despierta en el hospital, ante la atenta mirada de su marido. Sin embargo, sus ojos lo miran extrañados y pregunta "¿Y tú quién eres?".

Aquel día en el hospital, en esa cama, la que yacía era un bebé con cuerpo de mujer, una pequeña de 22 años, que apenas sabía hablar y que no recordaba nada de su vida anterior, ni tan siquiera podía escribir o andar.

Su marido ahora bromea y cuenta que era la Su Meck 2.0, con el disco duro "formateado".

Han pasado 23 años y por fin ha conseguido graduarse en la Universidad. Como una estudiante más de su edad, 23 años desde que volvió a nacer aunque 45 desde el matiz biológico.
Su carácter la hizo aprender, no rendirse. Ni tan siquiera recordaba lo más bonito que la vida le puede dar a una madre, sus dos pequeñajos, sin embargo, ese dolor que debe producir no reconocer a tus propios hijos incluso sabiendo que lo son, lo superó con esfuerzo y constancia.

Hoy tiene una hija más, la única que ella recuerda haber dado a luz. Su marido permaneció a su lado desde entonces, quizás más como padre que como esposo, pero con el mismo amor y cariño. Hoy, la mira orgulloso y la abraza.

Ella dice que se levantaba cada día cuestionándose "¿debo ser la persona que se supone que era o la que soy ahora?".

"¿Qué se supone que tengo que hacer ahora con mi vida?". Se preguntaba... y en ese mar de dudas, optó por luchar, luchar y vivir. Y al final, ganó.

The end

¿The end?... Yo creo que no, más bien TO BE CONTINUED...

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