"La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación"
Artículo 57.1 de la Constitución Española
Hoy pienso que hoy ha sido un día de los que seguramente guardaremos en nuestra memoria, el Rey, el único que muchos hemos conocido, ha abdicado.
Que yo hable de Juan Carlos I es absurdo, sobre todo porque no aportaría nada nuevo, ni malo ni bueno. Del hasta hoy Príncipe Felipe tampoco podría decir nada útil que no se haya dicho ya, y como Rey, todo está por descubrir, así que dejemos que sea él quien escriba sus propias páginas.
Con la noticia calentita, muchos han aprovechado el tirón para sacar a la palestra la eterna reclamación de una nueva República. "Debe convocarse un referéndum. No somos súbditos sino ciudadanos, es la hora de que la gente tenga la palabra", rezaba un tweet de Don Pablo Iglesias, ese nuevo Mesías que se ha erigido en líder del pueblo... perdón, líder no, "humilde portavoz", como a él mismo le gusta decir.
Sin duda él sabe, aunque no quiera decirlo, que ese referéndum ya se produjo hace ahora 34 años. Fue el 6 de diciembre de 1978, y ese día todos los ciudadanos pudieron contestar a la siguiente pregunta: "¿Aprueba el proyecto de Constitución?".
Aquél referéndum se saldó con una victoria aplastante del SI, que se refrendó con un 88,54% frente a un escaso 7,89% del NO. Aquella Constitución, que hoy sigue vigente, establece, en su primer artículo, la Monarquía Parlamentaria como forma política del Estado y además contiene, entre su articulado, un Capítulo Segundo, expresa y exclusivamente dedicado a la Corona, en el que empieza afirmando que el Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, que arbitrará y moderará el funcionamiento regular de las instituciones, asumiendo la más alta representación del Estado español.
Ante esta obviedad, Don Pablo podría aducir que en aquel momento de euforia seguro que muchos ni se leyeron el articulado, que votaron por la inercia del momento y que sólo querían cambiar las cosas, lo cual deslegitima aquel referéndum... pero seguro que rápidamente caería en la cuenta de que ese argumento iría directamente en su contra...porque esa ha sido la clave de su éxito estas elecciones europeas...
Muchos me reiteran que eso fue hace 34 años y que es necesario un referéndum otra vez, para que las nuevas generaciones puedan decidir. Pongamos que sí, que se lleva a cabo este referéndum, e imaginemos que gana la República, entonces ¿tendríamos que votar cada 34 años un nuevo referéndum para decidir la nueva forma de Estado? Pero, y si los monárquicos opinan dentro de 10 años que es momento de un nuevo referéndum, no estarían igual de legitimados para exigir un nuevo referendum? Entonces ¿quién establece la periodicidad de la consulta? ¿Un comité de sabios? ¿Elegidos por quién, en otro referendum? ¿O quizás fuese más democrático hacer otro referéndum para establecer esa periodicidad? Y en ese caso, ¿hacemos otro nuevo referéndum para fijar la periodicidad con que se ha de votar la periodicidad del referéndum de la forma de Estado?
Los que rebaten la monarquía española lo hacen tildándola de poco o nada demócrata. "¡Es un Rey impuesto, no ha sido votado!" olvidando de nuevo que fue elegido por sufragio universal aquel 1978 y que por tanto, sí está refrendado por las urnas. Un refrendo, por cierto, al que se sometió voluntariamente.
"Bueno, pero su hijo Felipe no ha sido elegido, es momento de elegir a nuestro nuevo Jefe de Estado". Equivocado argumento de nuevo. El artículo 57 de la Constitución establece la línea sucesoria. Por si fuera poco, en aquel año, el todavía Príncipe contaba ya con 10 años y se sabía que sería el sucesor de la Corona si aquella Constitución se aprobaba, por tanto, el que en unos días será Rey también está refrendado por las urnas, igual que su padre.
Aquellos que hablan de abominables monarquías y trasnochados sistemas decimonónicos, quizás deberían contrastar otras democracias tan absolutistas o más que la nuestra, como Bélgica, Suecia, Dinamarca, Holanda, Japón o Reino Unido.
Aquellos que reclaman el derecho a decidir entre República y Monarquía como bien esencial de la democracia deberían saber que la madre de las Repúblicas, la francesa, fue implantada sin ningún tipo de referéndum, con tan sólo la aprobación de una Asamblea cortoplacista, beligerante y gratuitamente sanguinaria. Mientras que el paradigma de las democracias, EEUU, tampoco tiene en su haber republicano un referéndum, es más, su Constitución fue aprobada por tan sólo 55 representantes del pueblo hace más de 200 años, y su Constitución, por cierto, aún sigue vigente y sin que ninguno de sus más de 316 millones de habitantes la ponga en duda.
Puede que los más románticos, tampoco consideren estos países como democráticos, quizás tendríamos que fijarnos en otro tipo de Repúblicas, como la autodenominada República Popular democrática coreana, esa que tiene un Presidente vitalicio cuyo cargo ha sido heredado de su padre. O puede que debamos fijar el foco en la República Popular China, donde tampoco eligen a su presidente mediante sufragio universal.
Vayámonos mejor al Caribe, donde otra autodenominada República democrática, la cubana, fijó su forma de Estado mediante un golpe de Estado, y a día de hoy, tras más de 50 años, sus ciudadanos siguen esperando poder votar a su presidente...
Es cierto, nos queda la República de Venezuela, la preferida de Don Pablo, donde un Presidente que sí fue elegido por el pueblo logró más tarde redactar una Constitución a su gusto y mantenerse en el poder hasta el día de su muerte, dejando "atado y bien atado" a su sucesor. "¡Pero allí sí hay elecciones!" me dirá alguno... bueno, en la Dictadura Franquista también había elecciones, ¡puestos a comparar!.
En fin, que si el argumento de Willy Meyer (Eurodiputado de IU) es que una democracia del siglo XXI exige que el pueblo eliga si quiere República o Monarquía, se refiere a todos los países del mundo, monárquicos, republicanos y... ya que estamos, dictatoriales, ¡incluso los disfrazados! Así que imagino que tan solidaria reivindicación la extenderá al resto de países europeos, y por supuesto, a sus queridas Cuba y Venezuela...
Otra clásica razón antimonárquico es el coste que supone para la ciudadanía, ¡7,9 millones de € de presupuesto!. Fácilmente desmontable si usamos el periscopio y vemos que la Monarquía británica, por ejemplo, tiene un presupuesto de 42 millones. Y eso hablando de Monarquías, pero si nos fijamos en Repúblicas, la francesa se va a los 103 e Italia se dispara a los 228. Incluso la siempre austera Alemania tiene un presupuesto de 20 millones de Euros.
Para todos aquellos que piden (y exigen) una República, yo les pediría un ejercicio de imaginación, que cerrasen los ojos e imaginasen a un Presidente español, con ojos azules, bien hablado y con talante... y que no se levanta en un desfile militar porque está enfadado con el país cuyas tropas le rinden pleitesía en ese momento... Ese es el riesgo que corremos, que un Presidente trate de personalizar una figura institucional y representativa que sólo alguien muy preparado puede llevar a cabo.
Aún así, yo también les contestaría a su exigencia con otra pregunta: ¿Sabes quién es el Presidente de la República Alemana? Pues sí, Alemania tiene Presidente, igual que Italia, y sus presupuestos son muy superiores al de la Corona española, aunque su trabajo no sea tan intenso, fructífero y beneficios para su país como lo ha sido el de Juan Carlos I para España, así que republicanos, gritemos fuerte y alto: ¡Viva Joachim Gauck!
Magnífico post!!
ResponderEliminarDe los mejores que has escrito.
Te has lucido Agus, "as usual" pero más. Enhorabuena.
ResponderEliminarExtraordinaria exposición que todos conocemos pero algunos falazmente y para provocar a la plebe (perdón el pueblo) intentan ignorar y falsificar.
ResponderEliminarEs igual que se les argumente, ellos seguirán en sus posiciones y tensarán la cuerda hasta que se rompa.
Entonces, desgraciadamente para España, y para los españoles que lo vivan, volverá el mismo ciclo histórico: república, república solo para las izquierdas, guerra civil, un vencedor (que no serán las izquierdas)y vuelta a empezar
Interesante artículo y muy bueno tu post Alejandro
ResponderEliminarMuchas gracias, aunque este post era fácil de escribir, porque el sentido común, aunque dicen que el menos común de los sentidos, en este tema impera...
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