jueves, 16 de abril de 2015

Dos más dos no son sólo cuatro

«Libertad es la libertad para decir que dos más dos son cuatro. Si eso está asegurado, todo lo demás le sigue.»
1984

Hoy pienso que fue Platón el que fundó la Academia en 388-387 a. de C. en honor al héroe Akádemos, esta institución se puede considerar la primera Universidad de Europa, porque no sólo se daban clases de Filosofía sino que también se enseñaba Matemáticas, Ciencias Físicas y Astronomía. 

Platón no sólo dirigía la Academia sino que también daba clases; mientras sus discípulos tomaban notas, Platón hablaba, disertaba, incitaba al debate e invitaba a pensar. Amistad y diálogo eran sus máximas. Las mismas que las de su gran maestro, Sócrates, y las de Aristóteles su discípulo más aventajado.

Casi dos mil años después, fueron los humanistas, en el Renacimiento, los que volvieron a darle a la educación un papel fundamental en la sociedad, en los chicos y su docencia residía la base del progreso, y esta tenía que empezar por el respeto al niño, oponiéndose a la enseñanza escolástica y a la severidad en la disciplina. Aspiraban a desarrollar en ellos la curiosidad y el interés por los conocimientos y a partir de ahí, que ellos mismos se preguntasen el por qué de las cosas, tratando de buscar la causa, ganando conocimientos por el camino.

Dos grandes sociedades, ricas en todos los aspectos, partían de mimar el pensamiento y la creatividad desde la infancia.

Y llegamos a nuestra sociedad. Hoy leo el nuevo borrador del Real Decreto que desarrolla la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) es decir, lo que viene a regular la educación de nuestros niños, o también, el futuro de nuestra sociedad.

No soy un profesional de la docencia, así que no he querido entrar a fondo en la misma, que seguro que tiene muchas cosas buenas, sin embargo, me quedo con una cosa, que la selectividad sea tipo test. Las preguntas serán de opción múltiple con cuatro alternativas distintas y respuestas por completar. Bueno, al menos tendrán que escribir algo, para el apartado de "expresión escrita", y es que valorar la expresión escrita mediante un tipo test sería ya tratar de cuadrar el círculo.

Los tipos test son para lo que son, pero desde luego, cualquier docente, y me atrevería que todos los que han sido estudiantes, estarán de acuerdo conmigo que un examen tipo test supone una gran limitación. Primero por la propia forma de aprender, sin necesidad de improvisar y sin oportunidad de demostrar la propia sapiencia. Por otro lado, elegir una opción de cuatro distintas que ya vienen dadas, supone también, para el profesor, acotar la evaluación e ignorar los verdaderos conocimientos de un alumno.

No, no es lo mismo explicar por ti mismo un poema de Rafael Alberti, como me pasó a mi en la Selectividad, con sus recursos, sus metáforas y la propia interpretación que uno percibe y siente al leer la obra, que marcar con un asterisco si el autor de "Si mi voz muriera en tierra" es  Góngora, ShakespeareAlberti o Vicente Aleixandre y si el recurso literario del segundo verso es una aliteración o una onomatopeya.

Vale, me dirán algunos, en literatura quizás estés en lo cierto, pero para matemáticas es más útil un tipo test, porque dos más dos son cuatro... esa frase me suena... y es que si nos paramos a pensar, en realidad, no, es igual resolver un problema matemático, exponiendo todo el proceso y el desarrollo que has seguido, que marcar con un círculo el resultado. La capacidad de razonar y los pasos seguidos también dan muchas pistas sobre el nivel del alumno, es más, un problema puede estar bien desarrollado y, sin embargo, por un pequeño error, equivocar un 3 por un 5 y que el resultado sea erróneo. Sin duda, ese alumno merecería aprobar, sin embargo, con un examen tipo test no tendría esa oportunidad.

Esta es la sociedad resultadista en la que vivimos. Poco importa la limpieza, la caligrafía, la redacción, la lógica empleada, la creatividad del alumno, su imaginación, su propio pensamiento y su criterio, en general, el desarrollo de su propia personalidad. Ahora todo se resume a una A o una B, porque las respuestas ya nos vienen dadas, mejor así. Dos más dos son cuatro, lo demás sería complicarnos la vida, no vayamos a cuestionarla.

Imagino que el siguiente paso será permitir que junto a la respuesta del tipo test, se pueda poner un emoticono para explicar nuestras sensaciones... Ahorraríamos aún más en palabras y una simple carita amarilla describiría nuestras sensaciones.

Qué casualidad, fue el propio Aristóteles, el discípulo de Platón, el que dijo que "la inteligencia no sólo consiste en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica", porque dos más dos no son sólo cuatro y no deben serlo nunca...

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