martes, 7 de febrero de 2017

La Unión claro que hace la fuerza...

Hoy pienso que Charles Darwin afirmaba que el mayor error de la Historia es que siempre acaba repitiéndose.

Europa, es ese continente mal llamado viejo continente. Digo mal llamado porque en realidad la civilización más antigua fue la Sumeria, en Oriente Medio y tampoco Europa es la civilización viva más antigua, porque ahí también nos ganan los chinos.

Quizás el gran valor de los europeos radique en haber sido capaz de sobrevivir tantos años a base de cogotazos entre nosotros mismos... y cuando estábamos algo aburridos, y no teníamos suficiente, los buscábamos fuera de nuestras fronteras.

Fue George Washington el que ya predijo hace más de dos siglos que "un día, sobre el modelo de los Estados Unidos de América, llegarán a existir los Estados Unidos de Europa", quizás nos quería demasiado o no nos conocía tanto.

Durante el siglo XX llegaron las dos grandes Guerras Mundiales, cuyo foco original nació en Europa, aunque arrastrásemos con nosotros al resto del mundo.

Winston Churchill, aquel viejo gruñón que no tenía un pelo de tonto sabía que la única solución era una unión ideal de todos los países europeos, "existe un remedio que en pocos años podría hacer a toda Europa… libre y… feliz. Consiste en volver a crear la familia europea, o al menos la parte de ella que podamos, y dotarla de una estructura bajo la cual pueda vivir en paz, seguridad y libertad. Debemos construir una especie de Estados Unidos de Europa."

Todavía  con la sangre húmeda de heridas abiertas y ciudades en ruinas, los grandes pensadores y estadistas europeos como Schuman,  Adenauer, Monet o el propio Churchill se pusieron las pilas... primero la Comunidad de Carbón y el Acero, después el Tratado de Roma y por fin la ambiciosa Comunidad Económica Europea, que poco a poco, década a década, fue aglutinando e integrando a la mayoría de países europeos, cuya apoteosis llegó con la caída del telón de acero, cuando muchos países del Este cumplieron con el sueño de formar parte de ese gran Estado Europeo.

Sin embargo, medio siglo después, no ha hecho falta mucho, ingredientes como una pizca de crisis económica, una cucharada de presión violenta y sanguinaria de unos bárbaros religiosos y cuarto y mitad de amenaza de nuevos países emergentes y ya tienes la receta, metemos en el horno, 20 minutos de populismo y listo, todo el trabajo que inició Platón con su escuela Helenista explota como un globo inconsciente enfrentado a un rosal envenenado y es que la unión, claro que hace la fuerza, pero con algo de maña y cabeza, por supuesto.

Y así, volverá a repetirse la Historia, El Brexit, ahora el Frexit, los nacionalismos, los ultraderechistas italianos, la extrema izquierda griega, los absurdos independentismos... y caeremos, como cayeron los visigodos machacando una cultura heredada venida a menos y con una sociedad islámica que, desde el otro lado del estrecho vieron un filón entre tanta desidia e ignorancia.

Si, como decía Ortega y Gasset, Europa es la solución a los males de España. "date por  fornicado querido  Sancho", que nunca le dijo su señor Alonso Quijano, aunque igual, si se despertase hoy, dejaría a Rocinante  en el establo y le espetaría eso a su escudero, derrotado entre tantos molinos...



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