lunes, 29 de septiembre de 2008

Los actos nos delatan


Cuando algunos actores, cantantes o escritores se creen comprometidos con alguna causa política o ideológica, se manifiestan a su favor y ayudan como pueden a sustentarla y a hacerla oír.

Hasta ahí todo correcto, me parece bien, y aunque no me pareciese bien da igual, porque están en su derecho, un derecho inalienable.

Sin embargo, hay matices, y esos matices ni tan siquiera los descubro yo, se descubren solitos.

Aún recuerdo cuando un grupo de personas dedicadas principalmente al cine y a la canción hicieron, hace algo más de un año, un manifiesto pre-electoralista a favor de uno de los candidatos y lo firman como "manifiesto de los artistas".

Ayer, en Barcelona, el actor Toni Cantó presentó una manifestación por el bilingüismo y a favor del uso del castellano en la escuela, a la que asistieron más de 5.000 personas.

Me agradó ver que nadie perdió las formas, no hubo insultos ni pintadas, sino una educada y democrática manifestación a favor de una determinada opinión.

Pero lo que más satisfacción me produjo fue ver a un artista que no iba representando a los artistas ni haciendo suyo ese genérico calificativo. Iba como lo que es, un actor llamado Toni Cantó.

Por cierto, que eché de menos a Javier Bardem. Pensé que iría a defender el castellano para que así no vuelva a verse en la necesidad de hablar en otro idioma que no domina y de nuevo se malinterpreten sus palabras... aunque claro, si hubiese ido, igual la manifestación no habría sido tan educada y democrática...




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