miércoles, 26 de octubre de 2011

El dinero no da la felicidad... ni la educación

Hoy pienso que llevo tiempo pensándolo, pero hoy me ha vuelto a venir a la mente gracias a la campaña que ha lanzado el PSOE señalando con el dedo a los colegios privados y a sus usuarios, reprochando además al PP el recorte presupuestario en Educación que está haciendo en aquellas comunidades en las que gobierna.

Esta vez no voy a entrar en el y tú más. Me refiero a lo que todos los periódicos publican hoy, y es el hecho irrefutable de que muchos ministros actuales, incluido el candidato a la Presidencia por el PSOE y creador de la campaña, estudiaron en colegios privados y lo que es peor, tienen a sus hijos estudiando en estos mismos colegios privados, y seguramente irán acompañados al colegio por una asistenta, porque dudo mucho que entre mitin y mitin tengan tiempo de llevarlos ellos.

En este sentido, tan sólo me remitiré a mi post del pasado 29 de septiembre, en el que ya hablaba del doble rasero para la izquierda de toda la vida, su rasero y el del resto.

Yo hoy pensaba en cómo el axioma de que el dinero asegura una mayor calidad se da por sentado, cuando cualquier iniciado en temas como la calidad o la simple gestión, sabe que no es cierto.

Esto ocurre también en la Educación, donde el PSOE denuncia un recorte en el presupuesto de educación, dando por sentado que esto irá en detrimento del nivel educativo y por ende en perjuicio del pequeño y futuro ciudadano.

No soy un especialista en Educación, así que tan sólo me basaré en datos: Según el informe PISA (principal obra de referencia sobre calidad de enseñanza en el mundo) el dinero no es decisivo, ya que, por ejemplo, Australia ha triplicado el gasto por alumno desde 1970 y aún así no consigue alcanzar a Singapur, que gasta menos que la mayoría de los países. Así que quizás la clave no sea el dinero...

Los que protestan por la no contratación de interinos aludiendo a que supondrá volver a clases masificadas y que, de nuevo, eso redundará en la educación del pobre niño indefenso, deberían saber que Estados Unidos está en el tercio inferior de la clasificación pese a que desde 1980 casi ha doblado el gasto por alumno y ha bajado el número de alumnos por profesor a un mínimo histórico, mientras que Corea del Sur (no confundir con la del Norte, please) que está entre los cuatro primeros países en todas las pruebas, cuenta con unas aulas muy nutridas.

No obstante, les voy a dar la razón a los profesores en una cosa, respecto al incremento del número de horas de horario lectivo, ya que los chicos finlandeses son los primeros en lectura y en ciencias, y los segundos en matemáticas, y no se debe a que se pasen el día en el cole, ya que, de hecho, tienen menos horas de clase que sus coetáneos de otros países... aunque claro, me refiero a los alumnos, no a los profesores...

Como anécdota contaré que en Singapur tienen verdadera obsesión por la educación, lo que les ha llevado a pasar en 4 décadas de ser un país subdesarrollado cuyo PIB se asemejaba al de Jamaica a ser hoy día el noveno país más rico del mundo en renta per cápita. Esa obsesión les lleva a ser angloparlantes, con educación bilingüe, estudiando inglés como primer idioma y su lengua materna como segundo idioma.

Por otro lado mantienen en los colegios una meritocracia estricta y disciplinada, donde los niños, desde los 6 años son ordenados por orden, de acuerdo con sus notas. Un amigo les preguntó a los profesores de un colegio de allí si eso no era someter a unos niños tan pequeños a una presión excesiva que incluso podría acabar frustrando a los que se encontraban en los últimos puestos.

Según decía, perplejos ante tan absurda pregunta, le contestaron que no, que a todos los niños les servía de estímulo. Los que se encontraban primeros, querían mantenerse arriba y se esforzaban para ello y los últimos sabían que mañana tenían una nueva oportunidad de mejorar si se esforzaban.

No sé si es demasiado prematuro o no para un niño enseñarle cómo funciona el mundo a tan tierna edad, no soy un especialista, pero desde luego, a los singapurenses no les va tan mal, ¿no?



5 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo, así, con brocha gorda. No obstante, yo dudo muchísimo del pre-programado informe PISA. Y creo que hay que fijarse en el nivel final de la producción de profesionales. Cuantitativa y cualitativamente. Insisto: final. Es decir, qué nivel de profesionalidad se tiene a, pongamos, los 30 años. Y aquí, por poner un ejemplo, EEUU y Finlandia pueden intercambiar perfectamente sus posiciones. Quiero decir que Finlandia lleva muchos años de un alto nivel educativo... que produce muy pocos resultados finales. No obstante da tristeza, a quién haya estudiado la historia de EEUU, como se ha perdido en este país la obsesión por la "escuela" y por los estudios de sus colonos e inmigrantes. Peor, sin embargo, lo lleva Francia, el país de los "liceos" y las escuelas de élite: no coloca ni una sola de sus universidades entre las tropecientas primeras.

    La meritocracia creo que es esencial; no se puede anular el estímulo para ser mejor. Y, efectivamente, la aumentativa inyección de dinero en la educación y la instalación de todo tipo de cachibaches tecnológicos, no han conseguido paliar la degeneración, porque no son esos los problemas: el límite de 7 partido por x cuando x tiende a cero, no se aprende mejor en una pizarra eléctrica ni en un iPad. Aunque que un niño utilice un iPad sea poco menos que esencial, como para nosotros la calculadora o los rotus fluorescentes: pero no es el meollo.

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  2. Como curiosidad, en 3º de EGB nosotros estábamos colocados según las notas, podías avanzar un puesto si contestabas una pregunta q tu compañero anterior no sabía.No tengo ningún trauma, los 5 sentidos en clase, nada de distracciones porq a la mínima te adelantaban. Yo no sé los demás... cada uno sabía a que altura estaba más o menos y siempre quería mejorar. "Competitividad" esa es la antipalabra ahora en educación, todos iguales, nada de retos q no puedan alcanzar por aquello de las frustaciones. Una pena porque educamos comodones, flojos, perdidos y si no tienes en casa unos padres q te aprietan, unos perdidos. Ojo los profesores estamos atados, el sistema se impone y si no la inspección te cruje, doy fe.

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  3. Quiero decir también, que el nivel exigido a los niños de hoy es igual o mayor que el que nos exigieron a nosotros. Dan menos de algunas cosas y -juro por Tutatis- que más de otras. Me refiero al nivel educativo del TODO lo que se da, separando esto de qué ocurre si no lo alcanzas, y del nivel de respeto, exigencia y esfuerzo que necesitas para ser premiado.
    Me hace muchísima gracia que nuestra generación critique los conocimientos de Historia o Geografía de los niños de ahora. Pero que me parto, oigas. Igualmente Pérez-Reverte o Jiménez-Losantos me parecen unos cantamañanas cuando extrapolan su ,obviamente, inmensa cultura, a toda su generación.
    Vamos, sólo habría que bajar un día al prica y empezar a hacer unas preguntillas facilitas...
    Como dijo Francisco Umbral cuando le preguntaron si creía que los jóvenes españoles eran semianalfabetos: "Sí, claro... Pero como siempre".

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  4. Absolutamente de acuerdo con Mermi. Este sistema lo tenía yo también en mi colegio y a esas edades. Pero es cierto que recuerdo cierta tendencia a mofarse de los últimos, e incluso que estos utilizasen su posición, payaseando sobre ella, como única manera de ser "integrados": pues bien, sería un problema del ssitema a solucionar, y no tira por tierra el sistema en sí. De hecho, con mis hijos pasa igual, la competitividad les lleva a denigrarse, y es mi función como padre transformar eso en comprensión y apoyo mutuo... Pero teniendo en cuenta que es absolutamente normal la primera reacción.

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  5. Carisimo George, claro que hay que fijarse en el nivel final de producción, de ahí que ponga de ejemmplo a Singapur y haga hincapié en el hecho de que en 40 años haya pasado a colarse entre las 10 primeras potencias en lo que respecta a renta per capita.
    La meritocracia no es perfecta, está claro, pero como tú muy bien dices, se trata de complementarla o mejorarla, no de eliminarla.
    El resultado es que por no desincentivar a 4 niños hemos pasado a que estén todos desincentivados.
    Por lo demás, totalmente de acuerdo. Me ha gustado especialmente lo que apunta Mermi de la antipalabra "competitividad", ahora todo lo que suene a capitalismo, empresa o algo por el estilo, es malo...
    ¿Os habéis fijado que Rajoy y Rubalcaba no hablan en la precampaña de apoyar a los empresario? Ambos coinciden en apoyar a los EMPRENDEDORES. Un buen eufemismo para apoyar a los que ponen la pasta y el trabajo pero sin que se enfaden los del 15-M...

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