martes, 26 de octubre de 2010

Fred y Amy, Amy y Fred

Hoy pienso que la cosa debe estar muy malita.

No sé si me llama más la atención que una marca como Fred Perry contrate como modelo e imagen de su nueva temporada a Amy Winehouse o que ella se preste a salir vestida como niña bien.
Lo mejor es que parece que ella ha colaborado en el diseño de los vestidos. Bueno, no es que yo lo dude, quizás en pleno éxtasis le dé por dibujar diseños entallados rosas ideales para jugar al golf. Desde luego con un buen mejunje de polvitos blancos con licor de malta a las finas hierbas uno es capaz de todo, eso seguro.

No es que yo lo critique, no me entendáis mal, simplemente me ha llamado la atención verla tan arregladita y comentando “siempre he usado y me ha encantado Fred Perry. Es un gran placer trabajar con ellos y estoy impaciente por ver a chicas en la calle con mis diseños”.

Razón no le falta, es cierto que siempre ha usado esta marca, original desde luego que es, y tengo que reconocer que el polo M12 con dos rayas, la chaqueta Harrington, el vestido de punto no le queda tan mal, aunque desde luego, en las fotos de la promoción sale algo más arregladita que cuando salía por ahí de "sarao"...



Como curiosidad, destacar que exigió a Fred Perry contar con la talla 34, la suya para poder hacer ella misma de modelo. Desde luego el resultado, como digo no es malo del todo.

Quién sabe, igual la semana que viene Bertín Osborne sale patrocinando las nuevas camisetas ceñidas de El niño, eso sí, exigiendo también alguna tallita más de la usual...

En cualquier caso, si esto sirve para que, desde mi ignorante oído, vuelva una de las mejores voces de soul que he escuchado, bienvenido sea.

martes, 19 de octubre de 2010

Con la iglesia hemos dado, amigo Sancho

Hoy pienso que esto no ha hecho más que empezar.

Hace años que en Europa, y sobre todo en España, jugamos con fuego con el tema de la inmigración.

Hemos confundido los conceptos ya que ser buen hospitalario no significa que porque alguien vaya a pasar el fin de semana a tu casa, tenga que cederle tu cama, tu pijama... y hasta el cepillo de dientes.

Nunca entendí a aquel jugador de fútbol, musulmán, que no quería llevar en la camiseta del equipo que le pagaba la publicidad que patrocinaba a su equipo, el Xacobeo, porque llevaba una cruz. Bueno, al jugador sí lo entendía, al que no entendía era al equipo por plantearse semejante sandez.

Historias así las vivimos cada día, empezando por nuestro Presidente que quiso, por ejemplo, cambiar el nombre de la Navidad o de la Semana Santa para que nadie se sintiera ofendido, sin importarle que fuese parte de nuestra propia cultura e idiosincrasia, ajena ya a cualquier ideología o creencia religiosa.

Siento si alguien me tacha de xenófobo o racista, pero yo he vivido en otro país, y cuando lo hice traté de adaptarme a las costumbres de aquel país. Cierto que algún día hice el amago de cocinar una tortilla de patata y que en fin de año nos juntamos varios españoles a comernos las uvas. Siempre hice alarde de mi españolismo, pero nunca dejé de intentar hacerme con su idioma, su horario de comidas y con todas sus costumbres. Era yo el que estaba en su país y lo entendí como lógico y respetuoso hacia ellos.


Durante años hemos dejado que viniese gente de distintos países, respetándolos, pero tratando de adaptarnos nosotros a ellos para que no se ofendiesen, craso error, que el tiempo no ha tardado en recordarnos.

John Howard, Primer Ministro Australiano fue el primero en salir a la palestra, aún a riesgo de ser criticado por los demagogos, afirmando hace ya dos años que "Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos’, expresó con firmeza el mandatario. ‘Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos".

Ahora, dos años después, es Europa la que empieza a despertar, en Austria los ultraderechistas se hacen con el poder en Estiria, en Holanda la extrema derecha antimusulmana se cuela en el Gobierno holandés, en Francia, Sarkozy expulsa a los gitanos rumanos sin trabajo y Angela Merkel, canciller alemana, mucho más sutil que su homólogo australiano pero igual de contundente, afirma que "el intento de crear una sociedad multicultural ha fracasado".

En España, nuestro adalid de la Alianza de civilizaciones sigue sumido en su utopía, esa que el ahora "Nobelado" Vargas Llosa definió como "una bellísima mujer con la cabeza en las nubes y los píes en un río de sangre”.

Sin embargo, algo está cambiando en nuestro país, ya hasta Bibi, entre la espada y la pared, ha criticado a los jovenes inmigrantes porque "usan los métodos anticonceptivos menos que los españoles".

Es curioso ver cómo siempre ha defendido la propia cultura y costumbres de los inmigrantes en temas como la ablación, la violencia sexista (que no, que no diré de género!!), el burka, el Hiyab o el propio idioma.

Los utópicos siempre han defendido su derecho a sus raíces y nuestra obligación a respetarlas... hasta que se topan con el uso de los condones. !Con la Iglesia hemos dado, amigo Sancho! Entonces sí toca enseñarles y obligarles a adaptarse, !vaya!, ya que "los poderes públicos tienen el deber de actuar ante las carencias formativas de los jóvenes".

Algo está cambiando también en España... ¿o no?

jueves, 14 de octubre de 2010

No es cuestión de qué o quién, sino contra quién

Hoy pienso que los de siempre no se cansan de prohibir.

Si alguien protesta contra tu enemigo, eso es libertad de expresión, un derecho inalienable, aunque sea insultando, pintándose la cara de rojo o armándola en mitad de unos premios de cine.

Pero si el que protesta lo hace contra ti, entonces ése es un ultraderechista, o peor aún, es simplemente de derechas (Pepiño dixit). Y eso no se puede permitir.

Abuchear a ZP y gritarle dimisión durante el homenaje a los caídos, en pleno desfile de las fuerzas armadas no es correcto, estoy de acuerdo. Es una falta de respeto y de conciencia nacional, pero de ahí a querer prohibir los abucheos...

Pues eso es lo que quiere hacer nuestra Ministra de Defensa, prohibir la libertad de expresión en tal señalado día. Eso sí, lo han llamado "Protocolo para evitar abucheos", que no suena tan mal.

Y por supuesto, se les ocurre ahora, no cuando pitaron al Rey en el Bizkaia Arena en la última final de la Copa del Rey de baloncesto o cuando pitaron al himno de España en Valencia en la final de Copa de fútbol del año pasado.

Tampoco les parecieron mal las manifestaciones convocadas por SMS (esas sí que estaban organizadas) el 13-M en pleno día de reflexión previo a las elecciones.

Es lo que tiene ser de izquierdas, tú tienes la razón y eso supone que un mismo gesto o una misma opinión se interpreta de distinta forma según hacia quién vaya dirigido.

¿Os imagináis a Antonio Banderas diciendo sobre José Saramago que es un rojo peligroso? Pues el otro día leí unas declaraciones del titiritero Willy Toledo en las que calificaba a Vargas Llosa de derechista muy peligroso, "siento desprecio por este tipo de gente" afirmó el fenómeno.

Por suerte Willy no es Antonio, pero no he oído a nadie recriminarle a este genio del cine sus palabras de desprecio hacia un gran escritor cuyo único defecto ideológico ha sido pensar por sí mismo y no ir de la mano con la corriente "intelectual", como ellos mismos se denominan. Esa es la diferencia entre estar "comprometido" y ser un "ultraderechista" o un "facha".

Pues nada, nada, a prohibir silbidos el día de la Hispanidad, qué le vamos a hacer. Aunque yo me pregunto... ¿figurará en dicho protocolo que la prohibición sólo debe durar mientras gobierne ZP?

miércoles, 13 de octubre de 2010

El sabio que no cambia París por su aldea...

Hoy pienso que a pesar de los tres cafés que llevo a estas alturas de la mañana, aún no me he despertado. Ni el estrés del madrugón madrileño, ni los 25 correos electrónicos corporativos ni las 7 llamadas recibidas al despacho me han servido para conectar nuevamente.

La culpa de todo la tiene mi casa, mi feria y mi gente. Todos los años me pasa lo mismo, es como un Déjà vu. Supongo que será el mismo sentimiento que tiene ZP cuando va al desfile del día de la Hispanidad... "estos abucheos ya los había oído yo antes..." debe pensar...

Y yo sigo disfrutando como un niño, veo rostros que sólo se repiten en el mismo sitio cada año, algunos más calvos, otros más gordos y todos más viejos, pero con la misma sonrisa y el mismo cariño. Y yo no me resisto a perderme esa alegría que me invade.

Y hoy oigo de nuevo las sirenas cosmopolitas desde mi ventana, mientras el bullicio de la capital trata de imbuirme otra vez, pero hoy no, hoy sólo tengo una sonrisa en la cara que pertenece a mi casa y los recuerdos de estos 4 días (de lo que me acuerdo, claro).

Y pienso que yo, como el sabio que cantaba Sabina, no cambio París por mi aldea...

martes, 5 de octubre de 2010

La política del apaciguamiento

Hoy pienso que es fácil juzgar con el paso del tiempo, es cierto.

Sin embargo, si de algo sirve la historia es para aprender de los errores del pasado. En este caso me refiero a Venezuela, por supuesto.

Que Hugo Chávez es un sinvergüenza y un desalmado no lo diré, porque no descubriría nada. Pero que España le deje una y otra vez dejar y hacer lo que quiera, eso es lo que no tiene nombre.

Desde el famoso "por qué no te callas", hasta la venta de armamento desde que Zp llegó al poder. Y ahora, en los últimos tiempos los rumores de la presunta relación de su gobierno y la cooperación entre las FARC y ETA.

Con esa chulería característica, le decía este personajillo hace unos meses a nuestro ZP que "no tenemos nada que explicarte, compadre", mientras ZP sonreía con esa cara de lelo y seguramente pensaba "lo importante es la foto".

Está bien, nuestro Zp, unido a su superego en materia de paz, Moratinos, creen firmemente en la política del apaciguamiento, esa en la creía Neville Chamberlain, primer ministro británico los años previos a la II Guerra Mundial.

Este Chamberlain, ya en 1931 prefirió no sancionar a China por su invasión a Manchuria. "total, dónde está Manchuria?" debió pensar.

En 1933 Hitler llega al poder y comienza a reivindicar territorios. Chamberlain piensa que no importa, con tal de que los comunistas, el verdadero peligro para él, no muevan ficha.

Hasta 1939 Hitler fue invadiendo países y la política del apaciguamiento seguía siendo el lema de Sir Neville, "la Sociedad de Naciones no apoyará a países pequeños", llegó a decir ante la Cámara Baja, dejando a países como Checoslovaquia, Austria y Polonia, entre otros, a merced del loco Adolfo.

El 10 de mayo de 1940, cuando la Guerra era ya un hecho, Churchill, ese gruñón de ideas intransigentes y hasta radicales, es nombrado Primer Ministro. Sir Chamberlain confiesa desolado su fracaso:
"Este es un día triste, todo en lo que creía se ha derrumbado".
Por suerte, ese viejo intolerante llegó a tiempo para acabar con Hitler, por desgracia, llegó demasiado tarde para salvar millones de vidas que perecieron.

Hoy oigo al Embajador venezolano en España poner en duda las declaraciones de dos etarras que aseguran que fueron entrenados en Venezuela e incluso habla de tortura. Creo que al menos Moratinos debería haber salido en defensa de nuestra policía y no permitir que un representante de uno de los países menos democráticos del mundo ponga en duda nuestro Estado de Derecho, y menos para defender a unos asesinos que encima están siendo protegidos por su país.

Fue Margaret Thatcher la que tomó buena nota de la historia y no se dejó amilanar en 1982 cuando los argentinos invadieron esas pequeñas islas llamadasa Malvinas. La Dama de hierro hizo caso omiso a quienes aconsejaban dejarlo pasar. A día de hoy, ningún inglés duda de que su opción fue la correcta.

En España, con la Isla de Perejil no podemos decir lo mismo. Quizás no sea culpa de ZP, quizás simplemente tenemos lo que nos merecemos...

viernes, 1 de octubre de 2010

La mala suerte de los campeones

Hoy pienso que muchos de los mejores deportistas españoles no tienen suerte, o al menos, podrían haber tenido más suerte.

Si alguien ha sido el "gafe" por excelencia ese ha sido Carlos Sainz, quien a pesar de ganar 2 campeonatos del mundo de rallies y 1 Rally Dakar podría haber conseguido mucho más. Primero con aquel mundial que perdió en la última carrera por unos troncos que se encontró en mitad del camino. Al año siguiente porque su equipo ayudó más a Mc Rae. Y por último, a falta de 500 metros, en la última carrera y yendo primero, se le rompe le motor en aquél ya famoso "Trata de arrancarlo, Carlos".

También tenemos a Perico Delgado, quien aunque también tiene en su haber 1 Tour de Francia y 2 vueltas de España, también gozó de bastante mala suerte. Primero cuando se cayó en la penúltima etapa contrarreloj de la vuelta a España, cuando luchaba por el podio, después por el gran error que cometió en la etapa prólogo del Tour del 89 al presentarse 2 minutos y 40 segundos tarde en la rampa de salida, lo que le costó el Tour y finalmente, porque coincidió en sus últimos años con el genio de Indurain, lo que le costó pasar a ser un gregario de lujo del grandísimo Miguel.

En mi opinión, Fernando Alonso tampoco foza del favor de los astros y por eso no tiene ya 4 títulos, cambió de equipo para garantizarse un coche campeòn y se topó con un compañero niñato y ambicioso, y lo que es peor, con un equipo que prefirió apoyar al novato sin experiencia que al bicampeón del mundo. Ambos lo pagaron caro.

Y ahora viene el más gafe de todos y sin embargo el más campeón. Un chico humilde que comienza a destacar con tan sólo 20 años en el equipo ONCE. Sin embargo, siendo ya una gran promesa, en el 2004, sufre un desvanecimiento con convulsiones en la Vuelta a Asturias, y le diagnostican un cavernoma cerebral. Tras una complicada operación, su espíritu y conviccion le llevan a a superar ese trance y continuar en la bicicleta.

Y así, cuando ya está preparado para dar el salto al Tour, en el 2006, la operación Puerto salpica al equipo, quedando excluido de la Ronda Gala.

Al año siguiente, como Julio César, "Vini, Vidi, Vinci" en París, siendo el corredor más joven en vestirse con el Maillot en los Campos Eliseos.

Decide fichar por un equipo con garantías, el Astana, y eso le cuesta, primero no correr el Tour, por estar vetados por temas de dopaje y al año siguiente, cuando iba a ir como líder indiscutible, un engreído Armstrong decide volver a la carretera y pretende ir de Jefe de filas.

Sin embargo, este campeón sacó donde no había y así, el año que no pudo correr el Tour, gana el Giro (casi sin entrenamiento previo, estaba de vacaciones cuando le dijeron que hiciese las maletas que se iba para Italia) y la Vuelta a España y al año siguiente, a pesar de las presiones de su propio equipo, compañeros y staff técnico, logra hacerse con su segunda victoria en el Tour.

Este año ha ganado sobrado, es el tercer Tour y tan sólo tiene 27 años, y eso parece que en Francia duele.

Ahora lo acusan de dopping.

Ya en su día Perico pasó un calvario parecido. Le acusaron de haber tomado un diurético que no estaba prohibido por la UCI, aunque sí por el COI. ¿Por qué salió a la luz entonces? La sustancia en cuestión, la probenecida, es un diurético cuyo uso podría utilizarse para enmarcarar la ingesta de anabolizantes. Ahí lo tienes, era la única forma de manchar el curiculum de un campeón. En favor del corredor no sólo estaba la ausencia de dicha sustancia de la lista válida de sustancias prohibidas, y el evidente defecto de forma en la comunicación del positivo, sino el hecho de que la probenecida desaparece del organismo en 8 horas y los anabolizantes pueden ser detectados hasta 120 días después de su uso, lo que obligaría a tomar sustancias enmascaradoras de continuo y en la orina de Pedro Delgado, que pasó controles todos los días al ser el líder de la carrera, no se encontró de nuevo la sustancia, ni tampoco rastro de anabolizantes. Pero claro, una vez lanzado el dedo acusador, siempre quedará la sombra de la duda.

Hoy van a por Alberto. La UCI encuentra una ínfima cantidad de clemboterol en su organismo, tan pequeña que ni tan siquiera es posible su ingesta en dicha proporción. Lo curioso del caso es que la UCI lo sabe y por eso no lo sanciona, aunque lo suspende. Además la investigación sale a la luz cuando los plazos de los mecanismos sancionadores ya han pasado.

A mi todo esto me suena cuanto menos raro, sobre todo teniendo en cuenta cómo la propia UCI ha mimado tanto a corredores como Armstrong, quien con la excusa unitesticular estaba exento de vampiros y hasta se podía pinchar en público sin que existiese la mínima duda sobre su profesionalidad y honestidad.

Desde luego que este chico es gafe y por eso todo lo que ha conseguido y lo que conseguirá tiene más mérito que ningún otro.
!Ánimo Alberto!