viernes, 6 de junio de 2014

La Roja somos todos

Hoy pienso que últimamente me estoy poniendo algo refunfuñón, lo reconozco, pero sinceramente, las noticias que se falsean y manipulan me ponen malo y mi válvula de escape es mi querido blog, donde puedo explicar la realidad de algunas cosas que, como digo, algunos medios cuentan a medias o directamente las cuentan mal.

Este es el caso de las primas que van a recibir los jugadores de la Selección española por jugar el Mundial de Brasil. Por si alguno todavía no se ha enterado, cada uno de nuestros 23 representantes se desembolsará 80.000 € por pasar a octavos, 120.000 por llegar a cuartos, 180.000 por jugar las semis, 360.000 por el subcampeonato y 720.000 euros si acaban campeones del Mundo.

Ya alguna vez he criticado el mundo del fútbol, no por el tema económico, que en mi opinión es totalmente lícito, siempre que no se utilice para fines defraudadores, sino porque creo sinceramente que es un deporte que se ha convertido en un circo y que se ha pervertido en todas sus áreas, desde el partido entre niños del barrio, donde los padres chillan y a amenazan e incluso agreden a árbitros adolescentes o incluso atacan a los niños del equipo contrario, hasta las burradas que cometen los jugadores profesionales aún a sabiendas de que tienen al mundo infantil pendiente de cada uno de sus gestos.

Pero dejando todo eso aparte, lo cierto es que al hilo de las famosas primas, he leído comentarios como "¿Cuántos programas deportivos se podrían financiar con este dinero? ¿cuántos atletas y demás deportistas podrían no tener que pagarse la equipación y los viajes? ¿Cuántas becas deportivas?" Por qué ese dinero no se utliza para Educación? ¿Cómo es posible que tengamos científicos mileuristas mientras éstos analfabetos ganan estas cifras astronómicas?"

La única respuesta es fácil y escueta: Porque nosotros se lo pagamos.

No le deis más vueltas, no busquéis el camino fácil de echar la culpa al vecino o al Gobierno. 

En cuanto a que ese dinero provenga del Estado, hay que decir que hace dos años, la Real  Federación Española de Fútbol renunció a la subvención que anualmente se le da desde el Consejo Superior de Deportes, lo cual significa que la Federación se nutre únicamente de sus ingresos, que básicamente se componen de sponsors, publicidad, partidos amistosos y las cantidades por ganar campeonatos.Es decir, que su financiación es privada al 100%.

Al oír hablar de estas cantidades me pongo rojo de envidia, es cierto. Yo madrugando y currando a diario y no llego a fin de mes (y aún así me considero un privilegiado) y ves a unos chavales que gastan unos cochazos y viven en mansiones donde uno se perdería sin GPS cuando a su edad yo todavía iba con mi carpeta en mi vespino a la Universidad.

Sin embargo, la realidad es que si ellos ganan ese pastizal es porque generan mucho más, es decir que si nosotros no comprásemos una camiseta de 80 € con el número 4 de Sergio Ramos, si no condujésemos el coche que anuncia Casillas o no comiésemos el helado de Iniesta, esas marcas no les pagarían lo que les pagan. Igual que si no pagásemos 1.500 € por una entrada para un partido del fútbol, su equipo no le pagaría esos sueldazos. O si nos negásemos a pagar a un canal privado por ver un partido en la tele, tendrían que acabar poníendolo gratis y no le pagarían a los clubes esas barbaridades que les dan a cambio.

No echemos la culpa al Estado, ni a Florentino. Esos sueldos los pagamos nosotros, porque somos nosotros los que el próximo sábado nos  pintaremos la cara de rojo y amarillo y nos sentaremos frente al televisor, porque somos nosotros los que saldremos a la calle, a celebrar la victoria de nuestra Roja. Porque somos nosotros los que compramos la prensa deportiva y nos encanta dormirnos escuchando a 3 periodistas hablar de la pelotita que entra o que no entra.

Si un nadador o un jugador de Hockey no tiene una nómina como la de Cristiano Ronaldo o Messi, no es porque haya un boicot contra él o su deporte, es porque ese deporte no interesa a la mayoría, y por tanto no genera interés, o lo que es lo mismo, no es negocio, duro, sí, injusto, puede, pero real.

He oído criticar que las primas a nuestros jugadores son las más altas de todas las selecciones. Superiores a las de Alemania, por ejemplo. Eso me recuerda que las entradas a los partidos de la Bundesliga son mucho más baratas también, al igual que la media de salarios también es bastante más baja. Y de quién es la culpa, me pregunto de nuevo.Si nustros estadios se quedasen vacíos, los clubes tendrían que bajar los precios, obtendrían menos ingresos y pagarían menos a los jugadores. El problema es que sea cual sea el precio, lo pagamos, felices y contentos, así que señores, no busquen más culpables que el que es, nosotros mismos.

En cualquier caso y bien mirado, no penséis que esas primas las pagamos nosotros, al contrario, son los jugadores los que, en realidad comparten sus primas con nosotros, ya que hasta el 56% de éstas irán a las arcas del Estado, y es que ya sabéis que Hacienda, como la Roja... somos todos.

martes, 3 de junio de 2014

Viva Joachim Gauck

 "La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación"
Artículo 57.1 de la Constitución Española

Hoy pienso que hoy ha sido un día de los que seguramente guardaremos en nuestra memoria, el Rey, el único que muchos hemos conocido, ha abdicado.

Que yo hable de Juan Carlos I es absurdo, sobre todo porque no aportaría nada nuevo, ni malo ni bueno. Del hasta hoy Príncipe Felipe tampoco podría decir nada útil que no se haya dicho ya, y como Rey, todo está por descubrir, así que dejemos que sea él quien escriba sus propias páginas.

Con la noticia calentita, muchos han aprovechado el tirón para sacar a la palestra la eterna reclamación de una nueva República. "Debe convocarse un referéndum. No somos súbditos sino ciudadanos, es la hora de que la gente tenga la palabra", rezaba un tweet de Don Pablo Iglesias, ese nuevo Mesías que se ha erigido en líder del pueblo... perdón, líder no, "humilde portavoz", como a él mismo le gusta decir.

Sin duda él sabe, aunque no quiera decirlo, que ese referéndum ya se produjo hace ahora 34 años. Fue el 6 de diciembre de 1978, y ese día todos los ciudadanos pudieron contestar a la siguiente pregunta: "¿Aprueba el proyecto de Constitución?".

Aquél referéndum se saldó con una victoria aplastante del SI, que se refrendó con un 88,54% frente a un escaso 7,89% del NO. Aquella Constitución, que hoy sigue vigente, establece, en su primer artículo, la Monarquía Parlamentaria como forma política del Estado y además contiene, entre su articulado, un Capítulo Segundo, expresa y exclusivamente dedicado a la Corona, en el que empieza afirmando que el Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, que arbitrará y moderará el funcionamiento regular de las instituciones, asumiendo la más alta representación del Estado español.

Ante esta obviedad, Don Pablo podría aducir que en aquel momento de euforia seguro que muchos ni se leyeron el articulado, que votaron por la inercia del momento y que sólo querían cambiar las cosas, lo cual deslegitima aquel referéndum... pero seguro que rápidamente caería en la cuenta de que ese argumento iría directamente en su contra...porque esa ha sido la clave de su éxito estas elecciones europeas...

Muchos me reiteran que eso fue hace 34 años y que es necesario un referéndum otra vez, para que las nuevas generaciones puedan decidir. Pongamos que sí, que se lleva a cabo este referéndum, e imaginemos que gana la República, entonces ¿tendríamos que votar cada 34 años un nuevo referéndum para decidir la nueva forma de Estado? Pero, y si los monárquicos opinan dentro de 10 años que es momento de un nuevo referéndum, no estarían igual de legitimados para exigir un nuevo referendum? Entonces ¿quién establece la periodicidad de la consulta? ¿Un comité de sabios? ¿Elegidos por quién, en otro referendum? ¿O quizás fuese más democrático hacer otro referéndum para establecer esa periodicidad? Y en ese caso, ¿hacemos otro nuevo referéndum para fijar la periodicidad con que se ha de votar la periodicidad del referéndum de la forma de Estado?

Los que rebaten la monarquía española lo hacen tildándola de poco o nada demócrata. "¡Es un Rey impuesto, no ha sido votado!" olvidando de nuevo que fue elegido por sufragio universal aquel 1978 y que por tanto, sí está refrendado por las urnas. Un refrendo, por cierto, al que se sometió  voluntariamente.

"Bueno, pero su hijo Felipe no ha sido elegido, es momento de elegir a nuestro nuevo Jefe de Estado". Equivocado argumento de nuevo. El artículo 57 de la Constitución establece la línea sucesoria. Por si fuera poco, en aquel año, el todavía Príncipe contaba ya con 10 años y se sabía que sería el sucesor de la Corona si aquella Constitución se aprobaba, por tanto, el que en unos días será Rey también está refrendado por las urnas, igual que su padre.

Aquellos que hablan de abominables monarquías y trasnochados sistemas decimonónicos, quizás deberían contrastar otras democracias tan absolutistas o más que la nuestra, como Bélgica, Suecia, Dinamarca, Holanda, Japón o Reino Unido.

Aquellos que reclaman el derecho a decidir entre República y Monarquía como bien esencial de la democracia deberían saber que la madre de las Repúblicas, la francesa, fue implantada sin ningún tipo de referéndum, con tan sólo la aprobación de una Asamblea cortoplacista, beligerante y gratuitamente sanguinaria. Mientras que el paradigma de las democracias, EEUU, tampoco tiene en su haber republicano un referéndum, es más, su Constitución fue aprobada por tan sólo 55 representantes del pueblo hace más de 200 años, y su Constitución, por cierto, aún sigue vigente y sin que ninguno de sus más de 316 millones de habitantes la ponga en duda.

Puede que los más románticos, tampoco consideren estos países como democráticos, quizás tendríamos que fijarnos en otro tipo de Repúblicas, como la autodenominada República Popular democrática coreana, esa que tiene un Presidente vitalicio cuyo cargo ha sido heredado de su padre. O puede que debamos fijar el foco en la República Popular China, donde tampoco eligen a su presidente mediante sufragio universal.

Vayámonos mejor al Caribe, donde otra autodenominada República democrática, la cubana, fijó su forma de Estado mediante un golpe de Estado, y a día de hoy, tras más de 50 años, sus ciudadanos siguen esperando poder votar a su presidente...

Es cierto, nos queda la República de Venezuela, la preferida de Don Pablo, donde un Presidente que sí fue elegido por el pueblo logró más tarde redactar una Constitución a su gusto y mantenerse en el poder hasta el día de su muerte, dejando "atado y bien atado" a su sucesor. "¡Pero allí sí hay elecciones!" me dirá alguno... bueno, en la Dictadura Franquista también había elecciones, ¡puestos a comparar!.

En fin, que si el argumento de Willy Meyer (Eurodiputado de IU) es que una democracia del siglo XXI exige que el pueblo eliga si quiere República o Monarquía, se refiere a todos los países del mundo, monárquicos, republicanos y... ya que estamos, dictatoriales, ¡incluso los disfrazados! Así que imagino que tan solidaria reivindicación la extenderá al resto de países europeos, y por supuesto, a sus queridas Cuba y Venezuela...

Otra clásica razón antimonárquico es el coste que supone para la ciudadanía, ¡7,9 millones de € de presupuesto!. Fácilmente desmontable si usamos el periscopio y vemos que la Monarquía británica, por ejemplo, tiene un presupuesto de 42 millones. Y eso hablando de Monarquías, pero si nos fijamos en Repúblicas, la francesa se va a los 103 e Italia se dispara a los 228. Incluso la siempre austera Alemania tiene un presupuesto de 20 millones de Euros.

Para todos aquellos que piden (y exigen) una República, yo les pediría un ejercicio de imaginación, que cerrasen los ojos e imaginasen a un Presidente español, con ojos azules, bien hablado y con talante... y que no se levanta en un desfile militar porque está enfadado con el país cuyas tropas le rinden pleitesía en ese momento... Ese es el riesgo que corremos, que un Presidente trate de personalizar  una figura institucional y representativa que sólo alguien muy preparado puede llevar a cabo.

Aún así, yo también les contestaría a su exigencia con otra pregunta: ¿Sabes quién es el Presidente de la República Alemana? Pues sí, Alemania tiene Presidente, igual que Italia, y sus presupuestos son muy superiores al de la Corona española, aunque su trabajo no sea tan intenso, fructífero y beneficios para su país como lo ha sido el de Juan Carlos I para España, así que republicanos, gritemos fuerte y alto: ¡Viva Joachim Gauck!