jueves, 21 de febrero de 2013

Ser español no es delito... ¿y pecado?

Hoy pienso que me imagino que un productor de cine que ya tenía apalabrada la contratación para una película con Maribel Verdú, decide retractarse y no contratarla por sus declaraciones el otro día en los Goya. Seguramente ese productor tendría que haber dejado España y buscado asilo político en algún otro país...

Imaginad que un equipo de fútbol no contratase a Kanouté (exjugador del Sevilla, por sus repetidos apoyos a la causa palestina) excusándose en que no contrata a alguien con ideas antisemitas. No cuesta mucho figurarse la consecuente manifestación de musulmanes, progresistas y demás gente de buen vivir gritando improperios contra el Presidente de ese club...

Pongámonos ahora en el caso de que otro equipo de fútbol no contrata a un jugador por ser catalán, hablar esa lengua y por defender la independencia catalana...

Por último, supongamos que un equipo de fútbol contrata a un entrenador y a su ayudante y que horas antes de la firma oficial del contrato, unos cuantos seguidores radicales protestan con amenazas e insultos por la contratación del segundo entrenador, porque... dice que es español (?).

Esto último ha ocurrido. El equipo es el Celta de Vigo, el entrenador Abel Resino y el segundo entrenador el visceral ex-jugador de fútbol Salva Ballesta.

Los celtarras, esos cabestros contratados por el Celta para armar ruido y follón durante sus partidos, acusan a Salva de ser un facha.

Él ha afirmado que "no tiene idea políticas fijas" pero que es español y a mucha honra y que "así tenemos que ser todos los españoles, porque vas a cualquier país y lo defienden a muerte. Aquí parecemos todos gilipollas".

Lo curioso de la historia es que ante una situación tan vergonzante, nadie se ha alarmado, nadie se ha indignado y la noticia no ha dejado de quedarse en una mera anécdota para cubrir una página en mitad e un diario deportivo.

De los celtarras no voy a opinar, porque de ellos, como de todas las aficiones radicales de cualquier equipo, me espero cualquier cosa, pero el Presidente del Celta ha estado poco acertado en esta decisión, por no decir que ha actuado de forma cobarde, discriminatoria y absurda.

Abel Resino también me ha defraudado. Un entrenador que pelea tan poco por su persona de confianza, no creo que luche mucho más por sus chicos y demuestra, además, tener pocos valores. No quiero pensar si a Jose Antonio Camacho le hacen eso con su querido Pepe Carcelén... o el mismísimo Del Bosque si a Toni Grande lo hubiesen discriminado de esa forma...

Por último, los medios, que tampoco han estado a la altura. Como decía al principio, si se hubiera tratado de un vasco que apoya a ETA y el presidente del Málaga, por ejemplo, no lo contrata por eso, en España habría habido un debate nacional, y hubiese sido una cuestión de Estado.

Busco artículos sobre el tema y me llama la atención un diario vasco que acusa sin pudor a Salva de Facha porque "ha lucido en sus botas de fútbol la bandera española y una inscripción, "con hierro incandescente", que reza 'Arriba España'". Según el mismo artículo, está claro su fascismo porque "reconoció haber votado al Partido Popular, aunque le retiraría el voto "si lo hacen mal", y afirma que nunca votaría al PSOE", tildándolo, para finalizar, de "religioso y cristiano", dos grandes pecados en uno...

Bueno, esta es nuestra España, ésa en la que una actriz que ha hecho anuncios para el Corte Inglés y que ha anunciado hipotecas para un banco, sale a recibir un premio con un vestido de Dior valorado en más de un millón de las antiguas pesetas y espeta que le gustaría dedicar este premio Goya "a toda esa gente en este país que ha perdido sus casas, sus ilusiones, sus esperanzas, su futuro, e incluso sus vidas, por culpa de un sistema quebrado, injusto, obsoleto que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”.

Mejor no mentar la gala de los Goya... aunque me quedo con una frase de Alfonso de Villalonga, cuando salió a recibir su premio y que resume nuestro país de botarates... "Bona nit. Ah, no. que no se puede hablar de política".

Dice un amigo mío que, por suerte, decir que uno es y se siente español todavía no es pecado ni delito... y yo mirando con perspectiva y algo consternado, me pregunto si eso es del todo cierto...

miércoles, 13 de febrero de 2013

El ancestral sillón de la dignidad

"Aléjese de los palacios el que quiera ser justo. La virtud y el poder no se hermanan bien"
Marco Anneo Lucano (39-65) Escritor latino

Hoy pienso que voy a contaros el caso de un Senador, un ejemplo paradigmático. Él consideraba que el deber de cualquier senador era el servicio al Estado, viviendo de forma austera e incluso proponiendo algunas leyes un tanto controvertidas por cuanto trataban de prohibir lujos excesivos en bodas y otros eventos del estilo.

Sin embargo, un día, alguien filtró un pequeño secreto a voces, comenzaron a tirar de la manta y al final se descubrió que nuestro honesto senador siempre tuvo un cariño especial por su patrimonio, hasta el punto de alimentarlo cada día, explotando sus fincas y dedicándose al lucrativo mundo de la exportación de productos como el vino y el aceite. Por supuesto, y aprovechando su cargo político, también estaba metido en negocios de banca, utilizando incluso testaferros que le permitían eludir las leyes que él mismo había ayudado a aprobar.

No obstante, nuestro hombre no tenía mala conciencia, ya que según su propia versión, era la práctica habitual, y por tanto no veía nada malo en ello, poniendo siempre de ejemplo a otro conocido político que, unos años antes, había multiplicado su patrimonio pasando de 1,8 millones a 42 millones...

Mientras tanto, Megadoro, el personaje de un afamado escritor, comentaba, presionado por sus acreedores, la cruda realidad social que se vivía en la calle: "Vas y haces cuentas con el banquero (...). Luego, cuando has hecho las cuentas con el banquero, resulta que eres tú quien le debe a él".

Esa es la situación que vive el país de nuestro senador, un Estado sobreburocratizado, donde el gobierno aumentó su administración de 200 a 6.000 cargos sin que este incremento fuera coherente con el crecimiento sociodemográfico del país. Según comentan los expertos, el poder está en manos de una élite endogámica que, actuando por interés propio, han parasitado y arruinado las arcas del Estado.

El senador del que os hablo no era español, aunque imagino que podría serlo, y no vive ya. En realidad nació hace 23 siglos, era romano y se llamaba Marco Porcio Catón. Por cierto, el político al que él aludía como ejemplo de pelotazo y que había incrementado su patrimonio de forma exagerada y más que dudasemente legal, no era otro que Craso, miembro del Triunvirato junto a César y Pompeyo.

Ahora me tocaría decir eso de que pasan los años y la historia sigue repitiéndose, no obstante me gustaría añadir algo más. En aquella República, cuando la corrupción era demasiado explícita, el político podía ser castigado con el exilio, lo que suponía perder todo el patrimonio, sus derechos y hasta la ciudadanía romana, es decir, que perdían lo que ellos mismos denominaban "dignitas", que era lo más deshonroso que podía ocurrirle a un romano, prefiriendo muchos de ellos perder su vida antes que perder esa "dignitas".

De Latín y de "dignitas" debe saber mucho el todavía Papa Benedicto XVI, que  rompiendo una norma no escrita desde hace siglos, ha optado por renunciar, al no verse capacitado para seguir ejerciendo su cargo. Lo peor de todo es que este ejemplo de honestidad y de coherencia es algo extraordinario, cuando en realidad debería ser algo corriente.

Por desgracia yo ya no recuerdo mucho de aquellas clases de Latín con mi querido profesor Alfonso, pero si tuviese que traducir "dignitas" al castellano, escribiría algo así como "sillón", ya que veo que nada ha cambiado y hoy un político español sigue prefiriendo perder su vida antes que perder su sillón... Será por eso que por muchos periódicos que leo, sólo veo Catones y Crasos... y lo que es peor, si me miro al espejo, me veo como uno de otros tantos Megadoros...

lunes, 11 de febrero de 2013

Feliz cumpleaños Yaya!

Hoy pienso que de las pocas cosas buenas que tiene una guerra, si es que las tiene, es el carácter que imprime a las personas que la sufren.

Mi abuela fue una de ellas. Con tan solo 13 añitos, una calurosa mañana de julio vio como su madre, asustada, la cogía de la mano y le decía que tenían que esconderse.

Los gritos y el jaleo de la calle se hacían cada vez más intensos. Ese día, Sevilla estaba muy revuelta. En ese momento, unos hombres entraron en su casa y apartándolas violentamente comenzaron a remover cosas. Muebles lanzados por la ventana, papeles por el aire y cuadros despedazados . "Bajad a las mujeres! bajadlas a la plaza!" Gritaba uno de los hombres desde la calle mirando al balcón de la casa, mientras mi abuela abrazaba a su madre con su hermano, un joven fingiendo ser ya un hombre, trataba de defender a su madre y hermana.

De pronto, uno de ellos reconoció a la madre de mi abuela. "Un momento" dijo "A esta mujer la conozco, llevaba mantas y comida caliente a mi casa. Mi madre siempre le daba las gracias. A ellas dejadlas, que son buena gente". Tras unos momentos de indecisión, decidieron dejar aquella casa, ya totalmente arruinada, e ir a por más. "Será por casas y familias que destrozar..." debieron pensar. Siguieron su camino y desde allí vieron cómo a los pocos minutos, en esa plaza donde no llegaron a bajar, la multitud mataba al cura de la parroquia.

Sin embargo, aquel día no fue el que más impresionó a mi abuela. Un par de días más tarde, una vez que Queipo de Llano logró hacerse con el control de la ciudad sevillana, las tornas cambiaron y los perseguidores pasaron a perseguidos. La familia de mi abuela pudo volver a su casa tras unos días escondidos en casa de un vecino y fue esa misma mañana cuando de nuevo oyó jaleo en la plaza. Se asomó cáutelosamente al balcón y vio cómo su hermano Agustín hablaba con unos militares. Trataba de impedir la ejecución de un pequeño grupo de hombres... Entre ellos se encontraba aquel mismo chico que días antes les había salvado a ellos.

Desafortunadamente, mi entonces jovencísimo tío abuelo no pudo hacer nada por ellos.

No pasaron ni 3 meses de aquello cuando mi niña abuela, junto a su madre, recibían la triste noticia de que su hermano, el guapo, cariñoso y valiente Agustín, moría en el frente.

Hoy mi abuela tendría que haber cumplido 90 años (89 según sus coquetas cuentas) pero hace mes y medio su corazón se cansó de seguir el frenético ritmo que ella le imponía y se fue, seguramente a seguir controlándolo todo desde arriba. Allí le tendrá mi abuelo todo preparado, que para eso se fue 9 meses antes.

Porque ella era así, una mujer de la guerra. Su machismo de la época me divertía y su obsesión por mantener la familia unida me admiraba.

Zalamera y coqueta, trataba de vivir intensamente cada momento, continuamente atenta a todas las conversaciones simultáneas de la mesa y siempre dispuesta a ser la última en irse a la cama.

Nunca olvidaré los consejos que daba a su "Melenas" como le gustaba llamarme, porque aunque yo me reía y le tomaba el pelo, en el fondo, como sucede con todas las personas mayores, las suyas eran palabras sabias.

"Qué pena que no pueda verte cuando llegues a Ministro" me dijo la última vez que la vi. "Yaya, -le dije-, tal y como está la cosa, mejor que no me veas de Ministro..".

jueves, 7 de febrero de 2013

Mi pequeño homenaje a Jean Monroe

"¿Qué tan bueno es ser Marilyn Monroe? Por qué no puedo simplemente ser una mujer normal? Una mujer que puede tener una familia... Me conformaría con un solo bebé. Mi propio bebé..."



Hoy pienso que durante varias semanas he estado dejando citas de Marilyn Monroe en mi perfil de Facebook

La idea surgió cuando un día, en mitad de un debate de los que surgen en esta red social, dejé una cita de la guapa actriz y tuvo tanta aceptación, que decidí desnudar su alma, y descubrir a la gran desconocida, a Norma Jean, pues como ella misma decía: "Nunca me ha gustado el nombre Marilyn. A menudo he deseado que aquel día me hubiera quedado con Jean Monroe. Pero supongo que ahora es demasiado tarde para hacer nada sobre ello..."


El caso es que detrás de esos libidinosos labios y esa lúbrica mirada había una chica inocente y más inteligente y sutil que lo que sus pronunciadas curvas trataban de ocultar.

A lo largo de los días publiqué frases como:

"Una carrera es una cosa maravillosa, pero no sirve para acurrucarse contra ella en una noche fría de invierno"


"La gente comenzó a decir que yo era lesbiana. Sonreí. No hay sexo incorrecto si hay amor en él"



"Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están engañando a su mujer"



"No me importa importa vivir en un mundo de hombres... siempre que pueda ser una mujer en él"


"El hombre tiene que estimular el ánimo y el espíritu de la mujer para hacer el sexo interesante. El verdadero amante es el hombre que la emociona al tocarle la cabeza, sonreír o mirarla a los ojos"
 
"El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza"


"Soy egoísta, impaciente y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy difícil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor"


"Ojalá que la espera no desgaste mis sueños"

Hoy termino el ciclo de Marilyn, pero en lugar de escribir una cita, comentaré una anécdota que cuentan que sucedió:
En una de las innumerables reuniones de la sociedad de la época se encontraron Marilyn Monroe y Albert Einstein. Marilyn, que no encontró tema de conversación al situarse frente a Einstein, decidió proponerle matrimonio: “Qué dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?”.

Einstein, que no cambio su gesto serio despues de la proposición, contesto: “Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia”.

Sin duda, tras todos los comentarios mostrados estos días, esta anécdota nos deja dos enseñanzas:

1- Que los prejuicios son muy peligrosos y pueden hacer errar hasta a un genio como Einstein... sobre todo porque dicen que el CI de Marilyn era de 164 (a partir de 160 se considera un genio).

2- Que no hay que creer todo lo que se lee en internet, ya que esta historia es falsa, en realidad Albert y Marilyn nunca se encontraron y si hubiese sido así, seguro que Einstein no hubiese sido tan grosero, entre otras cosas porque le gustaban bastante las mujeres... Esta anécdota es real, pero ocurrió entre el escritor George Bernard Shaw y la bailarina Isadora Duncan (Gracias Mercedes).

Por cierto, ni tan siquiera sé si todas las frases citadas salieron realmente de sus labios, pero sí que es seguro que Marilyn hubiese preferido ser recordada más que por sus labios, por las palabras que ellos pronunciaban...


martes, 5 de febrero de 2013

Todos somos algo amarillos

Prensa amarilla o prensa amarillista:
Dícese de aquel tipo de prensa que trata todos los temas de forma sensacionalista y tiende a exagerar los hechos.



Hoy pienso que la prensa amarilla tiene su origen a finales del siglo XIX en Estados Unidos, cuando dos periódicos pugnaban por por hacerse con el top one de la época. El diario New York World de Joseph Pulitzer y el New York Journal de William Randolph Hearst, inmersos en su guerra particular comenzaron a magnificar cierta clase de noticias para aumentar las ventas,incluso pagando a los implicados para conseguir exclusivas.

El origen del calificativo "amarillo" no está claro, aunque el New York Press fue el primero en acuñarla en un artículo, al describir la metodología que el World y al Journal empleaban. Así elaboró el artículo "We called them Yellow because they are yellow", utilizando un juego de palabras intraducible al español, ya que Yellow además de referirse al color, también significa cruel y cobarde.

En España todos conocemos la prensa rosa (esas revistas que, reconozcámoslo, todos echamos un vistazo en la peluquería o en casa de nuestra abuela), sin embargo, la prensa sensacionalista o amarilla no existe, al menos catalogada como tal. 

Quizás esa sea la diferencia, en Inglaterra por ejemplo, todos distinguen entre el Daily Mirror y el The Herald, igual que en Alemania tienen por un lado el Die Welt y por otro el Bild, y si bien es cierto que tiene mucha influencia en la opinión pública, todo el mundo sabe diferenciarlo del primero. 

En España no tenemos una prensa amarilla específica, ¿para qué? Los propios periódicos se encargan de llenar ese vacío existente, ejerciendo el intrusismo y dando a sus noticias un toque sensacionalista, en algunos casos, sobrepasando los límites deontológicos de esa profesión tan bonita e interesante como es el periodismo.

El pasado día 24 de enero, asistimos a este fenómeno por uno de los principales periódicos nacionales, El País, que publicaba en portada, a todo color y bien grande, un primer plano de Hugo Chávez, entubado e inconsciente, bajo el titular de "El secreto de la enfermedad de Chávez".

Horas más tarde, el propio periódico retiraba la imagen y paralizaba la distribución del rotativo en aquellos sitios en que no había llegado aún. La foto era falsa y llevaba 5 años colgada en internet.

El escritor Isaac Rosa señalaba al respecto que "publicar una foto de Chávez entubado ya era caer bajo. Que encima se la cuelen por falsa dice poco (o mucho) del periódico global".

Ahora de nuevo El País ha publicado hace unos días, en exclusiva, unos papeles descritos literalmente como "Los secretos de Luis Bárcenas Gutiérrez, manuscritos en 14 hojas de un cuaderno cuadriculado en el que registró durante 18 años como gerente y tesorero algunos episodios contables de la vida del partido".

No seré yo quien confirme o desmienta si esos papeles son auténticos, ya que ni lo sé ni me corresponde decirlo, aunque permitidme que al menos dude, ya que para empezar, su presunto autor ha negado categóricamente su veracidad (aunque es cierto que, a estas alturas, tampoco es que este hombre tenga mucha credibilidad), pero es que aún siendo un manuscrito escrito de puño y letra por el tal Bárcenas, también existe la duda razonable de la veracidad de su contenido.

Esta pequeña media España nuestra, que parece impaciente por tener una excusa para ocupar calles y gritar hasta quedarse roncos mientras paran el tráfico, dieron por buena la información y y este fin de semana allí que se presentaron en la calle Génova al grito de "dimisión".

Que Rubalcaba saliese el sábado ante los medios y pidiese la dimisión del Presidente del Gobierno, dando por sentado que éste mentía y que las fotocopias de un cuadernillo contable escrito a mano con tan sólo referencias a iniciales y algún apellido suelto eran totalmente veraces, no dice mucho de su sentido del rigor y la responsabilidad.

Ahora lo procedente sería que El País defendiese su noticia, y aclarase la veracidad de los documentos, para así poder dejar en entredicho a Bárcenas y quién sabe si al propio Mariano Rajoy. Sin embargo, me temo que no lo harán, basándose en el principio fáctico que impera en este país: "Desde el momento en que te acuso, eres culpable hasta que no demuestres lo contrario... y si lo demuestras, ya sabes que aún así algo queda".

Y es que, para qué queremos en España una prensa exprésamente amarilla, si en realidad todos somos algo amarillos...