miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lo que el viento me trajo...

 "Querida, hago un elogio a su inteligencia 
pidiéndole que sea mi amante sin haberla seducido previamente"


Hoy pienso que ayer noche hice algo que puede sonar increíble, ver “Lo que el viento se llevó”. Tras varios años de insistencia por parte de la más insistente, al fin logró sentarme en el sillón delante de tan magna obra.

La verdad es que no había visto la película. Y ello no por algún tipo de fobia a los clásicos o porque piense que una película con más de 8 Oscar no merece la pena. Sino por simple dejadez o desidia, esas cosas de no encontrar nunca el momento o la oportunidad o por no querer encontrarlo, !quién sabe!

Ayer me decidí, el peor día a la peor hora, un día posnavideño, trabajando al día siguiente y dándole al play a las 11 de la noche. “Bueno, -pensé-, la pongo, que empiece y ya me acostaré cuando tenga sueño”.

Y así fue…casi. Me acosté cerca de las 3 de la mañana sin tocar el botón del pause, ni tan siquiera para ir al baño.

La verdad es que me gustó. No había visto la película nunca, lo prometo. Sin embargo, conocía ya muchos de los diálogos y frases como el “A Dios pongo por testigo”, el “Mañana será otro día”, o el más clásico de todos, ese  “Sí, Señorita Escarlaaaata”?

Durante años he conocido multitud de anécdotas sobre la película, sus actores, sus directores y los líos que se trajeron entre manos unos y otros. Sin embargo, reconozco que, al ver la película, todo eso queda al margen y uno entiende por qué, tras 75 años, esta peli sigue estando vigente, como si tal cosa.

Además de un argumento denso, pero intenso, unos personajes extremos pero humanos y una situación histórica cruel pero inmejorable como telón de fondo, yo me quedo con los diálogos. Son de esas películas que puedes ver las veces que quieras, porque sus  aleccionadores diálogos te hacen encontrar siempre  un nuevo sentido a cada frase que antes, sin embargo, pasaste por alto.

Por cierto, que la mejor lección, de la que muchos profesionales deberían aprender hoy día, es la demostración de que una película puede mantenerte sentado 4 horas sin pestañear sin necesidad de mostrarte una cabeza cortada chorreando ketchup, una teta siliconada o un polvo mal echado en la ducha.

Todos los que me conocen, saben de mi idolatría por Clint Eastwood, también es cierto que sufro de exceso y vehemente amor por personajes como Curro Jiménez o Rick Blaine. Pues yo no sé qué es lo que el viento se llevó, pero a mi me ha traído al gran Capitán, y es que no me cabe más remedio que incluir al Capitán Rhett Butler entre mis becerros de oro particulares, y es que hay que ser muy crack para tener entre tus brazos a la mujer que deseas y mientras ella te pide un beso, decirle: "No, no te voy a besar, aunque lo necesitas mucho. Ese es tu problema. Deberías ser besada más a menudo, y por alguien que sepa como hacerlo".

La verdad, a estas alturas, estoy por pedirle a los Reyes Magos el libro de Margaret Michel, y francamente, queridos, lo que penséis, me importa un bledo…

jueves, 15 de diciembre de 2011

En la guerra sí que hay buenos y malos

"Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos"
(Martin Luther King, Jr.) 

Hoy pienso que hace poco, hablando con unos amigos sobre la Guerra Civil española, uno de ellos decía que en la guerra no había buenos y malos.

Yo creo que sí, claro que hay buenos y malos, hay buenos en ambos bandos, pero también hay malos, y hasta gente normal, que normalmente son los que más sufren.

Esto viene a cuento de que ayer, por recomendación de mi buen amigo Carlos, descubrí un reportaje titulado "Once brothers" (traducido al español como "Hermanos y enemigos").

El reportaje tiene como protagonistas a dos de los más grandes baloncestistas de europa, y seguramente del mundo, de todos los tiempos, Divac y Petrovic, que junto a Kukoc y Radja lograron hacer de la selección yugoslava la mejor de Europa... y también seguramente del mundo si no llega a estallar en 1991 la guerra de los Balcanes.

Este documental tiene muchas moralejas, aunque para mí, es aún más especial. Yo viví en Estados Unidos justo cuando Divac y Petrovic comenzaban a hacerse hueco entre las estrellas de la NBA y, el hecho de ser europeos y que en España no había, por desgracia, el nivel de hoy día, hicieron que me sintiese muy cercano a ellos, incluso más de lo que hoy me siento de Gasol, es lo que tiene vivir al otro lado del charco.

Petrovic era un gran jugador, aunque algo chuleta, no lo olvidemos. Al menos esa era la impresión que tenía yo de él en aquellos años en que jugaba en el Real Madrid y se mostraba retador y gesticulante con y sin el balón en las manos.

Sin embargo, me lo topé en el aeropuerto de Barajas justo el día que volaba, a escondidas, camino de su sueño, la NBA. Le paramos y le pedimos que posase junto a nosotros para una foto. Su acompañante negó con la cabeza, pero él no sólo accedió, sino que le dio la cámara a su amigo para que nos hiciese la foto... fue un gran detalle que cambió mi percepción sobre él.

Pero el documento va más allá de la vida de estos dos cracks. Trata sobre las injusticias y los perjuicios que conlleva una guerra, de cómo dos amigos, casi hermanos, que compartían sueños, habitación, medallas y muchas horas de baloncesto, se ven separados por un odio sangriento.

Cuando aquí hablamos de nuestra Guerra Civil, parece algo que sucedió hace muchos años, algo que conocemos por libros, fotos y lo que nuestros abuelos nos cuentan, siendo ellos casi unos niños.

Pero su guerra fue hace muy poco, hablan en primera persona y sus muertos todavía están calientes. Es espeluznante ver la cara de odio de la gente al reconocer a Divac mientras pasea ahora, casi 20 años después por las calles de Zagreb.

Sin embargo, el contraste aparece minutos después cuando Divac se reencuentra con Alexander, hermano de Petrovic, y su madre. Juntos recuerdan a Drazen y juntos lloran su muerte, sin reproches, sin rencor, sin odio.

Si yo fuera profesor, les pondría este video a mis alumnos, si fuera padre se lo pondría a mis hijos y si tuviera un blog le dedicaría un post. Porque quiero que todos vean el horror de la guerra, dónde ni siquiera el deporte se libra de sus consecuencias, ni tan siquiera viviendo a miles de kilómetros y compartiendo un sueño por el que ambos lucharon desde que eran tan sólo unos niños.

Pero sobre todo quiero que aprendan que en la guerra, hay buenos, malos, amigos y hermanos. Es así y no podemos cambiarlo, aunque podemos tratar de no llegar tan lejos...




martes, 13 de diciembre de 2011

El color burdeos

Hoy pienso que esta mañana me encontraba viendo en la televisión la constitución de las Cortes Generales.

Es un acto formal, aunque con un toque de primer día de cole. Ves a los diputados risueños, algo nerviosos y saludándose unos a otros, igual que hacíamos nosotros antaño tras 3 meses de parón veraniego...

Entre ese compendio de elegancia, solemnidad y un poquito (pero poquito) de glamour, de pronto la diviso a ella. Sentada en su escaño. Viste un discreto conjunto de chaqueta y falda de rayas muy propio para la ocasión, mirada seria pero amable...

Y recuerdo entonces el día que la conocí. Llegó media hora más tarde de lo previsto, algo normal para un alto cargo, no la culpemos por eso. Era la primera vez que visitaba nuestra casa, un bonito edificio con mucha historia entre sus paredes. Lo cual no pasó desapercibido para ella, espetando a mi jefa con su deje andaluz: "niña, tu despacho es más grande y bonito que el mío, a ver si me voy a tener que mudar aquí".

Mi jefa y yo nos miramos algo desconcertados, quizás era un comentario jocoso intentando romper el hielo y los nervios de los presentes, así que nos reímos tímidamente.

Fueron llegando los representantes de distintos países, lo que dio paso a las correspondientes presentaciones y saludos. Hubo más anécdotas, pero me quedo con aquella en la que un Director alemán le dio su tarjeta de visita, yo le presento y le digo el nombre del Organismo que dirige, ella vuelve a mirar la tarjeta y me dice: "niño, te has equivocao, ese nombre no corresponde con las siglas que pone en la tarjeta". Tuve que contenerme la risa mientras le explicaba que las siglas no correspondían porque en la tarjeta el nombre del Organismo estaba... en ALEMÁN!

Más tarde se acercó un alto cargo francés, refinado, culto y elegante, como corresponde a un buen francés. Se presentó y habló en inglés (cosa rara y muy meritoria para un francés) y mi querida amiga nos miró y dijo, "niños, traducidme, que yo de francés ni idea". Tras una breve introducción de nuestro amigo galo en la que, de forma cortés, explicó lo mucho que le interesaba nuestro país hasta el punto de que su tesis doctoral trataba sobre no se qué Rey castellano del medievo que acabó pasando sus últimos días en su tierra, mi querida diputada nos miró y dijo orgullosa: "Decidle que yo he sido sindicalista desde los 17 años".

Y ahora la veo ahí sentada en el hemiciclo, mirando orgullosa al infinito... y yo no puedo evitar preguntarme si sabrá que el color burdeos del sillón en el que se sienta proviene del vino francés de Bourdeaux...

sábado, 10 de diciembre de 2011

Mi Paloma

Hoy pienso que me he topado con algo que escribí hace tiempo y que me apetece compartir...

Mi Paloma

Érase una vez un príncipe valiente, honesto, sincero y también inteligente,
casi como el de los cuentos, sin ser azul pero igualmente apuesto
y aunque todos en su palacio le querían, él sin embargo vacío se sentía por dentro.

Un día cualquiera, paseando Dios por las tierras del preciado soberano
topose con él cerca de un lago, se conocieron y durante mucho tiempo dialogaron.

Cuando por fin el Infante marchó, absorto Dios pensaba con una sonrisa en los labios
que por tanta bondad como detentaba, daríale como obsequio la compañía
de una bella doncella aún más generosa y presta que el propio Delfín del palacio.

Dios siguió paseando por los jardines del Alcázar y allí con el Príncipe charlaba,
un Príncipe feliz que además de bondadoso, con el tiempo se hizo sabio.

En su palacete a todos daba, sin solicitar ni recibir nada a cambio,
pues él ya tenía un maravilloso palacio, una preciosa esposa a quien amaba
y a Dios como amigo, padre y juicioso ilustrado.

Mas un día quiso Dios regalar a su leal compañero de conversación
un presente más valioso y excelente que su propia alma
y de este modo, con un primogénito le obsequió, travieso pero de noble corazón
y una niña, que se hizo dueña de su algazara con una sola mirada.

El Príncipe en Rey se convirtió, y como tal comenzó, en su palacio a gobernar
dejando de acudir, para conversar, al jardín donde con Dios tantos ratos pasaba,
quien triste se preguntaba si el ahora monarca también habría de cambiar.

Dios decidió comprobarlo y de esta guisa acudió disfrazado a la real residencia
para comprobar si el soberano, como en su juventud, guardaba su esencia
y observó escondido, las calles y las gentes, y la felicidad y alegría
que hasta los animales sentían por la justicia y generosidad que su gobernante impartía.

Inundado de satisfacción, encontrose como antaño, Dios, con su amigo regente
y no pudo por menos que un reproche hacerle, "todo lo tienes para vivir dichoso
pero sin duda en tu reino majestuoso falta algo que con holgura mereces"
y alzando sus ojos hacia el desnudo cielo susurró "sin duda es muy bello,
empero yo te regalaré miles de pájaros para que canten con esmero
coloreando el techo de tu feudo y conviertiendo en melodía tu gozo".

Ya anciano, el regio sapiente a Dios llamó una estrellada noche de verano
"siento que es la hora, mi amigo, la hora de irme contigo,
pero antes de irnos, quiero solicitarte algo, aunque nada antes te haya pedido".

"Quiero que obsequies con todos los dones con los que me has gratificado
dándole, como a mí, la oportunidad de ser feliz, a una persona cada determinados años"

y dijo Dios "con gusto lo haré, pues una vez más demuestras generosidad y sapiencia,
y en tu eterno recuerdo siempre buscaré a aquel que no lo haya merecido:
no será bondadoso ni valiente, siquiera bueno, y también carecerá de tu ciencia".

Escucha, pequeña este cuento, que orgulloso hoy te canto,
pues Dios un día deambulando, divisó entre olivos y cuestas remotas
un chico totalmente indigno de poder disfrutar de las virtudes del soberano.

Y así es como gracias a Dios y a su recto monarca, conquisté un día a la más bella dama,
con quien sueño y despierto cada alba, descubriendo cerca mía
a mi pituso, principito y tierno, y a mi pizpireta niña, mi reina mora.

Y como ya ocurrió entonces, Dios en la cuenta cayó de que algo bello faltaba
mas mi horizonte no adornó con mútiples aladas sinfonías,
perfirió teñir mi corazón con el ave del paraíso más linda, contigo, mi Paloma.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Mía y de nadie más

- No quiero irme sin antes hablar

- ¿No has hablado ya suficiente?

- Creo que no he dicho lo que quería decir.

- Ya, pero... a veces.... bueno, a veces no, mejor dicho siempre, siempre decimos lo que queremos, aunque no sea con palabras.

- ¿Qué quieres decir? A veces no te entiendo... En serio, si hubiese algo que pudiese hacer para no verte llorar ahora, sabes que lo haría. No me gusta verte así. Nunca me ha gustado y lo sabes. ¿qué quieres que haga?... ¿Voy a comprarte bombones? Siempre te han gustado, sobre todo esos que anuncia la Presley... ¿quieres que baje a la tienda de Patri? Tardo 5 minutos...

- Ya me los trajiste una vez... ¿recuerdas?

- Por eso, aquella vez dejaste de llorar, me sonreíste tímidamente y me abrazaste... Quizás hoy vuelva a ser igual... Un día aparecí con un ramo de rosas. Todavía temblabas cuando abrí la puerta, pero cuando viste las flores volviste a ser tú, esa chica tan guapa que conocí hace 15 años.

- El niño está llorando, será mejor que vaya al cuarto a ver qué le pasa...

- Está bien, creo que mejor me voy. De verdad que no te entiendo. Sabes que eres lo más importante en mi vida. Tú y el niño... y sin embargo... lo haces todo tan difícil... Cuando te conocí eras tan inocente, tan dulce. Te miraba en aquella discoteca y cuando nuestros ojos se encontraban, agachabas la cabeza y sonreías. Entonces te seguía mirando, pero no me atrevía a acercarme. A veces, se acercaba algún amigo y tú reías y yo me quería morir. No soportaba verte hablar con otros chicos, me ponía malo, me daban ganas de partirle la cara a todos. Entonces ya sabía que tenías que ser mía.

- Hemos cambiado tanto...

- Yo no he cambiado, te sigo queriendo igual y me sigo poniendo celoso cuando hablas con algún hombre... !sigues siendo tan guapa! Eres la única para mi y lo sabes, ¿verdad?

- El niño... sigue llorando

- Anda sí, ve a ver qué le pasa, pobrecito, parece asustado. Yo me bajo al bar con los amigos. Subiré para la cena, hazme algo rico, cariñito. Me da pena dejarte así, pero es que... me obligas a hacerlo. Sólo quiero que lo comprendas, eres mía y no debes hablar con ellos, ni con Miguel ni con ningún otro...

...Y hoy me encuentro a Miguel y me pregunta por ti. Me dice que te vio un poco triste el otro día y que te invitó a un café. ¿Cómo quieres que me sienta? ¿Quién eres tú para tomarte un café con un hombre, como una fulana cualquiera? ¿Qué habrá pensado la gente?

- !Pero Miguel es tu mejor amigo!

- Sí, !pero las tías sois todas unas zorras! Seguro que le sonreías, ibas con los vaqueros esos tan ajustados, ¿a que sí? Miguel es mi amigo, pero es un hombre y si le pones cachondo, pues qué va a hacer él.

- Pero si yo no...

- ¿Ya vas a empezar otra vez? ¿No has tenido bastante? Otra vez me estás cabreando, mira que... Anda, me voy. Haz el favor de arreglarte, a ver si va a verte algún vecino así, tienes un poco de sangre en el labio... Sabes que te quiero, pero es que a veces... te quiero, y siempre te querré, por eso, porque os quiero, ya sabes lo que te dije cuando te pedí que fuésemos novios...

- Sí, "quiero que seas mía y de nadie más"...

- Pues eso, mía y de nadie más.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Sanidad más solidaria, más libre y... más sana

Hoy pienso que llevo varios días escuchando noticias y opiniones sobre la posibilidad de que en Cataluña se implante un seguro sanitario obligatorio y privado.

Está claro que este tipo de noticias que saltan y que ni se confirman ni desmienten tienen el fin de tantear a la sociedad y de ir inoculando la idea para al final, si se estima oportuno, acabar implantando la idea.

Son dos ideas las que llevo tiempo oyendo: El copago sanitario y el seguro sanitario obligatorio privado.

En primer lugar, me gustaría partir de una premisa: Nuestro sistema sanitario es universal, es decir todo el mundo tiene acceso, de forma gratuita, a la sanidad. Lo que significa que si te pones malito, puedes acudir a urgencias, donde te curarán sin que tengas que sacar la cartera.

Pero ¿quién paga ese sistema? Esta pregunta, que a simple vista parece tan fácil de contestar, da pie a muchos equívocos, ya que el sistema sanitario es sufragado por el Estado, quien lo financia a través de los impuestos, y por tanto, lo pagamos entre todos, igual que pagamos las carreteras, el alumbrado y hasta el sueldo de nuestros queridos parlamentarios.

Aclarado esto, ya puedo entrar a comentar las dos ideas de las que hablaba al principio:

El copago sanitario (mal conceptuado, por cierto) se refiere a la posibilidad de cobrar por la atención sanitaria. La cuantía sería más bien simbólica, ya que supondría un porcentaje ínfimo en relación al coste total del sistema. Sin embargo, la mayor utilidad sería su carácter disuasorio, puesto que serviría para que la gente acudiese a urgencias sólamente cuando realmente fuese una emergencia, pensándoselo dos veces en otro tipo de circunstancias.

Cuando antes decía que la palabra no era del todo acertada, me refería a que la sanidad está financiada con los presupuestos provenientes de los impuestos de todos, no de las cotizaciones de los trabajadores, como algunos creen. Por tanto, si se cobrase una cierta cantidad por acudir, por ejemplo, a Urgencias, se estaría dando el mismo caso que ya ocurre en otros tantos, como puede ser, digamos, el transporte público, el cual, aunque está subvencionado por el Estado (y por tanto, sale también de nuestros impuestos) al utilizarlo pagamos un billete, sin que nadie lo denomine copago ni se ponga las manos en la cabeza. Igual que ocurre con las tasas universitarias o con los sellos de correos (hasta que se privatice del todo).

Por otro lado, ahora escucho eso del seguro privado obligatorio para las rentas más altas. Yo no soy rico, desgraciadamente ni tan siquiera me acerco. Pero me llama la atención que todo lo que sea cargar a los ricos de más y más impuestos, tasas y cualquier otro coste extraordinario esté legitimado por el sólo hecho de ser ricos, como si fuese un pecado o incluso peor, un delito.

Sinceramente, creo que no es justo. Porque eso sí que sería un copago, y además obligatorio.

Hay otras opciones que podrían suponer mejorar las arcas de la sanidad pública desde el impulso de la libertad de cada individuo.

¿Qué tal volver a la financiación del sistema sanitario público con las cotizaciones de los trabajadores?

En este caso, podría darse la opción a los trabajadores de acogerse al sistema público o a un sistema privado.

Alguno me podría decir que en este caso, el sistema entraría en quiebra rápidamente, porque sería imposible mantener un sistema universal sufragado únicamente por las cotizaciones de los trabajadores voluntariamente incluidos pero que abarca a éstos y a todos los que no trabajan.

Bueno, en primer lugar, hay que decir que este sistema público dejaría de ser tan caro como el actual, porque todos los trabajadores que escogiesen el sistema privado dejarían de acudir al sistema público, lo cual reduciría considerablemente el coste del mismo.

Pero además, existen varias alternativas, como la de incluir en el presupuesto sanitario una parte financiada por los impuestos, lo que supondría que todos aportasen algo al sistema sanitario universal. De esta forma los más preocupados por la justicia social podrían estar tranquilos, ya que el principio de solidaridad seguiría existiendo.

También se podría establecer una pequeña aportación por parte de los trabajadores que escogen un sistema privado, de esta forma, el sistema público contaría con una aportación gratuita, ya que estas personas aportarían pero no gastarían. Y además podrían seguir optando por el sistema privado sin que les supusiese pagar ambos sistemas en su totalidad.

Estos son algunos ejemplos de las reformas que el actual sistema nos exige. Hoy día parece que la forma de salir de la crisis es aumentando impuestos, recortando sueldos y exigiendo más a los ricos.

Pan para hoy y hambre para mañana. Parches que en realidad no suponen ninguna reforma seria y esencial, que es lo que hoy necesitamos.

Reflexionemos pues, ya que hay muchas variantes y distintas fórmulas, que supondrían mayor libertad, igual solidaridad y fundamentalmente, la garantía de un superávit en las cuentas del Estado, en definitiva, una Sanidad más solidaria, más libre y más... sana


martes, 29 de noviembre de 2011

Una frase vale más que mil palabras

Hoy pienso que estoy aprovechando estas vacaciones forzadas en que me encuentro para leer y releer algunos libros.

Por un lado ya he conseguido terminar "El Sueño del Celta", el último libro del genial Vargas Llosa. Y digo que he conseguido terminar porque, sinceramente, no es una de sus mejores obras.

La idea es buena, narrar la historia del irlandés Roger Casement, un hombre que pasó de héroe a villano no sólamente por sus propios actos, sino por una serie de leyendas sexuales que se contaban sobre él, y que nunca se sabrá hasta dónde eran reales.

El caso es que el autor intenta humanizar a este personaje, hacernos partícipes de sus sentimientos y pensamientos, justificando cada una de sus acciones.

Creo que eso lo consigue, pero a riesgo de perder un hilo narrativo interesante y veloz, resultando, como digo, en algunas partes alto tedioso y lento.

Aún así, es un libro que merece la pena leer y como muestra un botón:

"Si supieran lo que hacemos por ellos, nos besarían los pies. Pero su estado mental está más cerca del cocodrilo y el hipotótamo que de usted o de mi. Por eso, nosotros decidimos por ellos lo que les conviene y le hacemos firmar esos contratos"



Supongo que ese pequeño mal sabor de boca que me dejó ese libro (y por supuesto el contar con tantas horas libres como las que se me acumulan estos días) me decidió a coger de mi librería un clásico y releerlo, saboreando cada una de sus páginas.

Lo sé, tengo debilidad por Aldous Huxley, pero es que "Un mundo feliz" es una de esas novelas fáciles y entretenidas y que no importa leerla varias veces, porque siempre encuentras algo nuevo e interesante que te hace parar y pensar durante un rato.

Esta vez, no ha sido menos, y de nuevo me ha hecho darle vueltas a tantos y tantos temas, políticos, económicos, históricos y por supuesto, filosóficos... aunque mucho mejor que explicaros mis elucubraciones y diatribas, prefiero dejaros unas citas.

Porque un frase de Huxley vale más que mil palabras mías...

"A medida que la libertad política y económica disminuye, la libertad sexual tiende, en compensación, a aumentar".

"Cuanto más talento tiene un hombre, más grande es su poder de corromper a los demás".

"El fue y el será tanto me dan. Un gramo tomarás y sólo el es verás"

sábado, 26 de noviembre de 2011

El que con doping mata, con doping muere...

Hoy pienso que ya he escrito varias veces sobre el tema del doping y la hipocresía que se cierne a su alrededor.

Por un lado, estos días vivimos el circo del juicio a Alberto Contador, acusado de doping. El hecho objetivo que se juzga es la ínfima cuantía de clembuterol hallado en su cuerpo. Sin embargo, una vez demostrado que es imposible tomar una cantidad tan reducida de clembuterol de forma voluntaria, el proceso ha derivado en juzgar distintas teorías basadas en suposiciones, rumores y otras hipótesis tan vergonzantes como las que se dieron en el caso de Marta Domínguez.

Pero como siempre en este tipo de casos, hay alguien que por algún motivo trata de hacer leña del árbol caído. Esta vez ha sido Yannick Noah, un ex-tenista francés de los años 80, quien publicó, hace unos días, un artículo en el que afirmaba que los deportistas españoles se dopaban, basándose en el irrefutable argumento de que "sin poción mágica, es difícil ganar. ¿Cómo puede una nación dominar el deporte tanto de la noche a la mañana?".

Este sólido razonamiento, le sirve para meter en el mismo saco todos, desde Fernando Alonso o Rafa Nadal hasta los jugadores de la Selección Española de fútbol. Todos, sin excepción, con culpables (ni siquiera sospechosos!) de doparse por haber llegado a la cima del deporte.

Este tenista, endiosado en su país, pero que, en realidad, en su palmarés tan sólo cuenta con un único Grand Slam, ha recibido distintas críticas (como la caballerosa contestación de Emilio Sánchez Vicario http://emiliosanchezvicario.wordpress.com/). Pero él lejos de recular, ha seguido incidiendo en la culpabilidad de los españoles, citando, esta vez sí, nombres y apellidos, tales como los de Contador y Marta Domínguez.

No puedo entender dónde está la causa de tanto rencor. Sí, ya sé que él tan sólo ganó un Roland Garros, y que como buen francés, no soporta que tantísimos tenistas españoles lleguen a París y conquisten su preciado torneo, haciendo tan fácil lo que a él le costó toda una vida... también sé que su hijo es jugador de baloncesto y que, aunque es muy bueno, ni siquiera le hace sombra a Pau Gasol, como se vio este verano, cuando barrimos a los franceses en la final del Eurobasket y su pobre hijito no pudo hacer nada para evitar que Gasol se llevase además el MVP del Torneo. Por cierto, me extraña que no haya acusado a Gasol también de doparse, porque...es imposible que un jugador sea tan bueno!

El caso es que ahora, Milan Serban, un ex-juez de silla internacional, ha afirmado que Noah se dopaba, "es de domino público que Noah tomaba productos" afirma este árbitro. Precísamente se refiere al único Grand Slam que tiene en sus vitrinas: "Durante el partido de cuartos, frente a Ivan Lendl, se ausentó varias veces del terreno y luego venía con los ojos inyectados. Era difícil no darse cuenta. Algún tiempo después hablé directamente con Lendl, y me dijo que no comprendía nada, que cada vez que volvía después de un descanso él golpeaba más fuerte. No sé qué pudo tomar".

Siguiendo las conclusiones de Noah y pensando como él, deberíamos afirmar que es un tramposo, un yonki y que ganó su único Roland Garrós yendo hasta arriba de sustancias prohibidas.

Según él, si eres español y consigues ganar, tu esfuerzo, tu talento o tu preparación no tienen nada que ver, todo el éxito se debe a alguna sustancia prohibida... quizás él crea que sólo así se puede ser número uno... porque fue el único modo en que él pudo conseguirlo.

Y es que, el que con doping mata, con doping muere...

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Bitácora de una familia feliz (4)

Hoy pienso que ayer hablé con mi amigo, aquel que en agosto me contaba cómo eran las vacaciones de una pequeña familia feliz (http://picapino.blogspot.com/2011/08/bitacora-de-una-familia-feliz-1.html)

Me contaba lo bien que lo habían pasado el fin de semana pasado, de viaje con su mujer y sus tres pequeñajos.

Como él mismo decía, se organizaron muy bien. Reservaron la suite de un hotel, con una habitación para los tres niños, que dormían en una cama de matrimonio y una cama supletoria y un dormitorio sólo para ellos, dónde a medianoche podrían tener su ratito de intimidad.

El caso es que esa noche, según me contaba, llegan al hotel, tras un agotador día de turismo por la ciudad y una copiosa cena. Los niños se bañan en una gigantesca bañera con muchos chorrillos y una luz que cambia de color, se ponen el pijama y caen pronto rendidos.

Él y su mujer, mientras tanto, se dedican a recoger ropas tiradas por el suelo, deshacer maletas, y otras tareas domésticas. Después se duchan, se ponen cómodos y cuando por fin empiezan a ponerse juguetones... la puerta entornada se abre y aparece su renacuaja de 3 años diciendo que tiene miedo, acurrucándose, junto a su muñeco preferido entre papá y mamá. De esta forma, su momento íntimo acaba en una película de madrugada con el volumen tan bajo que ni siquiera se enteraban de lo que decían los personajes...

Lo mejor llegó a la mañana siguiente, cuando a eso de las 8 de la mañana, aparecen en su dormitorio sus otros dos hijos, ya con las pilas recargadas. Se acercan a su padre y le susurran en voz bastante alta si les puede poner la tele.

Mi colega salta rápidamente de la cama, para no despertar a su mujer y a la pequeñaja y se va a la otra habitación con la idea de poner la tele y volver a los brazos de morfeo cuanto antes.

Sin embargo, por mucho que trata de encender la tele, ésta no hace ni tan siquiera el amago. Mira y remira la pantalla, toca y retoca los laterales buscando un botón escondido que obre el milagro, pero nada... Mientras tanto, sus dos duendecillos empiezan a aburrirse optando por las risas y canciones infantiles como remedio.

Mi amigo, temiéndose lo peor, decide llamar a recepción, donde una amable voz femenina le informa que, efectivamente, la televisión no funciona porque esa televisión lleva el TDT independiente, cuyo mando está en recepción porque el último cliente lo bajó para que le cambiasen las pilas. Mi amigo le pregunta amablemente si puede subírselo a la habitación, ya que está en pijama, pero la recepcionista le comenta que a esas horas está sóla y que no puede dejar la recepción vacía, pero se le ocurre que se lo puede enviar por el ascensor.

Mi amigo, sale al pasillo y recoge el mando, !bien, no se ha encontrado a nadie! pero cuando llega a la puerta de su habitación se da cuenta de que ésta se ha cerrado.

Trata de llamar despacito, con cuidado para no despertar a nadie, a ver si sus dos bichitos le oyen... toc toc! toc toc toc! TOC TOC!! TOC TOC TOC!! ..."Hola, buenos días, good morning..."

Finalmente y tras varios minutos esperando... y llamando, la puerta se abre. "Hola, Papá! ¿Dónde estabas?"

Por fin le da al mando y se enciende una luz, la del aparato de TDT, pero aún así, la televisión sigue sin despertar... "¿qué narices pasa ahora?" Vuelve a mirar y remirar, tocar y retocar... pero no encuentra nada... "¿por qué no funciona? Niños, dejad de pelearos, vais a despertar a Mamá y a vuestra hermana!"

"¿Estará enchufada?" Coge el cable y lo sigue hasta el enchufe de la pared... lo mejor será buscar otro, probar otro enchufe... finalmente mueve el mueble bar y descubre uno, enchufa el cable y !bingo! !Ya funciona!

A ver, a ver... "No signal"... "¿y ahora qué? Pero, ¿queréis dejar de saltar encima de la cama?"

Tiene que ser la antena... vuelve a seguir el cable, llega a la pared y... está enchufada. Parece todo correcto... Sin embargo, al desenchufarla, ve que el enchufe de la antena está roto... "si tuviera un destornillador podría arreglarla", piensa.

Llama a recepción y la simpática recepcionista vuelve a atenderle con la misma amabilidad, pero se muestra un poco reacia a darle un destornillador para toquetear una antena. "Soy un padre desesperado!" le suplica. Finalmente, la chica accede enternecida, pero le dice que tendrá que bajar a por él, porque no ve procedente dejarlo en el ascensor.

Piensa mi socio qué hacer, vestirse para bajar no es buena idea, porque tendría que entrar al dormitorio a por la ropa y podría despertar a los afortunados que aún duermen, y bajar en pijama no es planteable... Al final opta por mandar a sus dos enanos a recepción, que también están en pijama. "Poneros algo encima, que vais de aventura", les dice, mientras piensa que una situación desesperada requiere medidas desesperadas...

Finalmente bajan a recepción, con el pijama y un gorro de lana, que es lo único que había a mano en la habitación donde dormían. Mi amigo espera y espera en la puerta de su habitación hasta que por fin suben muertos de risa con las manos llenas de caramelos y un destornillador. Mi amigo prefiere no preguntar...

Tras un rato ejerciendo de antenista, logra que la televisión se vea... !por fin! Los niños se calman, se tumban en la cama y comienzan unos dibujos llamados Phineas and Ferb que les hace entrar en completo trance. !Por fin se hizo la calma!

Son ya las 9:15 de la mañana, mi amigo piensa que aún le da tiempo acostarse un ratito... en ese momento, se abre la puerta y aparece Mami con la pequeñaja que ya ha amanecido... comienza un nuevo día, !un largo y nuevo día de la familia feliz!

martes, 15 de noviembre de 2011

Carreteras de mala muerte

Hoy pienso que ya he escrito múltiples veces sobre lo mismo, pero es que una vez más tengo que decirlo: lo del dóping es una estafa. Un quiero y no puedo. Un diabólico juego en el que la imagen lo es todo y las autoridades juegan con los deportistas y sus sacrificadas vidas como si fuesen cobayas con tal de sacar pecho de vez en cuando y decir que gracias a ellos el deporte es limpio.



Ahora el turno le toca a Alejandro Valverde. Este ciclista ha sufrido las iras de diferentes comités y tribunales, con un fin: Si él cae, nos marcamos un tanto.



Resulta que, hace ya algunos años, el nombre del murciano salió en diversos papeles inculpatorios en la famosa "Operación Puerto" y ahí es donde la UCI y la Agencia Muncial contra el dopaje vieron el camino para ensañarse contra un ciclista, español y encima de los que ganaba, qué más podían pedir!



No voy a entrar en si efectivamente se dopaba o no, porque eso no es lo importante, pero el caso es que la única prueba que encontraron para inculparlo fue su nombre escrito en distintas bolsas de sangre, de las cuales, según el Comité Olímpico Italiano, la sangre de una de ellas correspondía con su ADN. Aparte de eso, no hay más pruebas, ni siquiera indicios. Nunca ha dado un positivo en una sóla carrera y nunca se ha negado a realizar un control, de esos sorpresa que te realizan tan amablemente, a las 4 de la mañana, sacándote de tu propia cama.


El proceso estaba en plena investigación, pero el CONI (Comité Olímpico Italiano), cuál Torquemada, se saltó toda la legalidad y decidió sancionarlo antes de que el TAS dictase sentencia. No podría correr en territorio italiano y punto. Sin embargo, eso llevaba aparejada la peor de las condenas, no correr en el Tour de 2009, ya que había etapas que pasaban por Italia.



Al final, el TAS, efectivamente lo condenó, sancionándolo a 2 años de inhabilitación. Sin embargo, no contabilizaron la sanción previa italiana. Resultado: 3 años sin correr el tour.



Pero no se quedaron ahí, trataron de ir más allá saltándose de nuevo toda la legalidad, y querían arrebatarle todos los títulos ganados con anterioridad al inicio del proceso, ¿es eso merecido si de verdad se dopó? Quizás, pero eso no figura en el reglamento, y eso no ha sucedido con nadie antes, ni con los Ulrich o los Basso... ¿por qué tenía que pasar con él?



Su condena termina el 1 de enero de 2012, él sigue empeñado en seguir ganando y ha fichado por Movistar, uno de los grandes, disponiéndose a comenzar la temporada con ellos. Sin embargo, lo vigilan y persiguen para que ni siquiera entrene con sus compañeros, "no hasta el 1 de enero, tramposo! A ver si vas a volver a ganar algo y todo nuestro esfuerzo no haya servido para nada". Ni tan siquiera le dejaron acudir a la presentación del equipo y vestirse con el maillot... !que no era pedalear, que era hacerse fotos!


Yo no voy a negar que exista el doping, pero también creo que no es tan criminilazable. En mi opinión, los especialistas y médicos, tratan de sacar el máximo rendimiento de los deportistas, y para ello van hasta el límite del reglamento, no creo que traten de burlarlo premeditadamente (siempre habrá excepciones, como en todo).



En estos deportes donde la potencia y el fondo lo es casi todo, un poquito más de oxígeno en las venas puede ser la diferencia entre llegar a Alpe d´huez con los brazos en alto o irte a tu casa derrotado. Si has dedicado e incluso sacrificado tu vida entera a ese sueño, no seré yo quien critique a alguien por tratar de ayudarse de la tecnología y de la medicina, para que le ayuden a llegar a ser el mejor.


Todos los deportistas toman batidos "especiales", también toman jarabe si les duele la garganta, y seguramente codeína si tienen tos. Saben, sin embargo, que la dosis de codeína permitida es mínima. ¿Y si tu cuerpo no la absorbe esa noche? Al día siguiente das positivo y ya tenemos un nuevo tramposo a quien escupir a la cara. ¿Es eso justo?


Los ciclistas merecen un respeto, porque son chavales que, incluso estando en la elite, no tienen un sueldo equiparable con el de un jugador de fútbol de segunda división B, a pesar de lo cual entrenan prácticamente todos los días, jugándose la vida en esas carreteras de mala muerte.



Ellos no se pueden permitir el lujo de salir de discotecas y emborracharse, sacando pecho al día siguiente y decir aquello de que "no van a esperar a tener 65 años para salir de marcha". Tampoco pueden irse de vacaciones de incógnito, al menos para los vampiros, que han de estar informados donde pernoctan las 365 noches del año.



Ellos pasan de la nada al todo y del todo a la nada en cuestión de meses, y muchos se ven en el paro simplemente cuando su patrocinador deja de hacerlo, sin que haya manifestaciones masivas de apoyo en las ciudades, ni siquiera en sus carreteras de mala muerte.



Y nosotros, mientras le reímos las gracias a un rubio hermafrodita que, ebrio, choca su coche a las 4 de la mañana por una calle turca... nos indignamos y llamamos tramposos y drogadictos al pobre chaval que pasa 5 horas al día pedaleando por carreteras de mala muerte...

martes, 8 de noviembre de 2011

¿Alguien quiere una copa?

Hoy pienso que lo de los estudios de las Universidades suena ya a cachondeo.



Hay estudios feministas, como aquel en la que una socióloga de la Universidad de Californa demuestra que las mujeres pueden ser tan graciosas como los hombres. Ya sabéis, todo es ponerse a ello...



Existen otros estudios románticos, como aquél que estudiaba la causa de por qué la gente suspira... habrá que leerlo para saber si al final es por aburrimiento, sueño o enamoramiento adolescente...



Los hay inútiles, como descubrir que las tortugas de patas rojas se contagian el bostezo o investigar por qué los lanzadores de disco se marean y los de martillo no... Supongo que en este último caso, habrá servido para que los del antidoping dejen tomar biodramina sólo a los de martillo.



Reconozco que también los hay prácticos, como el que estudiaba las ventajas para el organismo de practicar la "mucofagia" (comerse los mocos, vamos). Supongo que esto habrá aliviado a muchos niños... y algunos no tan niños, y deduzco que el siguiente estudio de este grupo de investigadores se realizará para terminar con el eterno debate de si los mocos son dulces o salados...



Los hay evidentes, como aquél que demostraba que las ganas de orinar afecta al ser humano a tomar una decisión... Imagino que se fueron a un Centro Comercial y se hartaron de escuchar el clásico comentario, entre parejas, de: "escoge cualquiera de los dos, pero hazlo ya que me meo".



No obstante, en este sentido, se lleva la palma una demostración matemática de que las predicciones sobre el fin del mundo no se han cumplido... eso se llama ir sobre seguro...



Pero bueno, hablemos de sexo, que es lo que a todos nos interesa: Unos biólogos descubren que los escarabajos son incapaces de resistirse a aparearse cuando tienen delante una botellín de una cerveza australiana... bueno, yo conozco a algún ser humano que al llegar al sexto botellín también empieza a verlo atractivo, así que no hace falta ser un escarabajo...ni que la cerveza sea australiana.



Todo esto viene al hilo de la noticia que leí ayer sobre el proyecto llevado a cabo en la Universidad de Granada y en el que han llegado a la conclusión de que invitar a un mujer a una copa se considera "una conducta sexual coercitiva".



La argumentación de los estudiosos de la Universidad de Granada es que "pese a que esta estrategia –invitar a una copa– puede no ser considerada como una conducta explícita de agresión sexual, lo cierto es que conlleva un debilitamiento de la capacidad de las mujeres para resistirse a un contacto no consentido, facilitando que el agresor logre su objetivo".



Estos señores estudiosos no conocen la figura del "Pagafantas". Si en mi época universitaria hubiese tenido tantas relaciones sexuales como chicas invité... tendría un curriculum más extenso que el de Julio Iglesias y Bertín Osborne juntos...



Además, el estudio dice que "un 28% de los universitarios españoles" invita a unas copas a sus compañeras "para conseguir mantener relaciones sexuales". Pues tampoco estoy de acuerdo, no me creo que un 72% de los universitarios inviten a una chica a copas con otra intención más sana... !para hablar de futbol y música ya tenemos a los amigos!



Y en estos momentos, en que voy a salir a desayunar, me asaltan varias dudas... ¿invitar a un café es igual que invitar a una copa?


¿Y si en lugar de a una chica, invito a mi compañero Paco de 59 años? ¿pensará que le estoy tirando los tejos? ¿Y si es él el que me invita y yo acepto? ¿Caeré acto seguido en sus brazos?


En fin, que si alguien quiere una copa, estáis todos invitados!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Lógico que se rían... estos cabrones

Hoy pienso que me levanto contento, escucho la radio y oigo al sinvergüenza de Papandreu echando un órdago a la UE... algo así como "O follamos tós o la puta al río"... mi cara ya empieza a cambiar...



Sin embargo, cuando leo las noticias en los distintos diarios, mi cara se empieza a poner colorada, y estallo en indignación.


Ayer, en el juicio que se está celebrando por el asesinato de Múgica al comando Argala, del que formaba parte, entre otros, el hijo de puta de Txapote, ese que también mató a sangre fría y de forma cobarde a Miguel Ángel Blanco.



Pues bien, mientras la viuda relataba cómo veía el cuerpo de su marido inerte en el suelo quemándose, tras la explosión de la bomba. Estos 4 desgraciados se tocaban los huevos y sonreían... y ante tal visión, la juez Murillo, que ya ha demostrado que no sólo es una gran juez, sino que es de carne y hueso, comentó a sus compañeros de tribunal "pobre mujer, pobre mujer... y encima se ríen estos cabrones".


Esa es la noticia hoy.


Repito, esa es la noticia hoy.


No lo es que estos 4 prendas (que supuestamente han pasado de demonios a ángeles y que milagrosamente defienden la paz, y que por tanto debemos olvidar y perdonar, juntar nuestras manos y cantar en fraternidad) se descojonen en la cara de la mujer que vio a su marido morir quemado por una bomba que ellos pusieron.


No es noticia, que estos mierdas se pasen el juicio pitorreándose del tribunal, con sonrisas, camisas con reivindicaciones en vasco, con gritos de "No voy a participar en este juicio".


La noticia es la frase de la Juez. A partir de hoy, ya tenemos el juicio paralelo montado. Ya le pasó una vez a la Juez Murillo, y la cosa acabó con juicio anulado y con absolución en la repetición del nuevo juicio a Otegui, por un simple comentario de "Ya lo sabía" cuando Otegui señaló que no pensaba declarar.


Ahora, puede ser que incluso se le acuse de romper el proceso de paz... Así somos aquí, más papistas que el Papa, dando clases de decencia al decente y ponderando al indecente.


De momento, busco en todos los diarios y no encuentro una versión fidedigna de los hechos. Supongo que para no romper la armonía y la fantasía que estamos viviendo estos días, ningún medio describe los gestos de estos impresentables mientras Adoración Zubeldia narraba no sólo la esperpéntica escena en la que su marido moría achicharrado, sino también los años siguientes en los que vivía aislada y amenazada por culpa de estos desalmados.



Nada, algunos los omiten y otros, en cambio, los describen como indiferencia..... ¿como indifencia tocarse sus partes genitales (o lo que tengan ahí, si tienen algo) y reirse con sorna?



¿Indiferencia? Puede ser crueldad, cabronada, canallada, infamia, memez, necedad, sadismo, saña, impiedad, irracionalidad o putada. Pero... ¿indiferencia?



Pues eso, Señora Murillo, lógico que se rían... estos cabrones...

miércoles, 26 de octubre de 2011

El dinero no da la felicidad... ni la educación

Hoy pienso que llevo tiempo pensándolo, pero hoy me ha vuelto a venir a la mente gracias a la campaña que ha lanzado el PSOE señalando con el dedo a los colegios privados y a sus usuarios, reprochando además al PP el recorte presupuestario en Educación que está haciendo en aquellas comunidades en las que gobierna.

Esta vez no voy a entrar en el y tú más. Me refiero a lo que todos los periódicos publican hoy, y es el hecho irrefutable de que muchos ministros actuales, incluido el candidato a la Presidencia por el PSOE y creador de la campaña, estudiaron en colegios privados y lo que es peor, tienen a sus hijos estudiando en estos mismos colegios privados, y seguramente irán acompañados al colegio por una asistenta, porque dudo mucho que entre mitin y mitin tengan tiempo de llevarlos ellos.

En este sentido, tan sólo me remitiré a mi post del pasado 29 de septiembre, en el que ya hablaba del doble rasero para la izquierda de toda la vida, su rasero y el del resto.

Yo hoy pensaba en cómo el axioma de que el dinero asegura una mayor calidad se da por sentado, cuando cualquier iniciado en temas como la calidad o la simple gestión, sabe que no es cierto.

Esto ocurre también en la Educación, donde el PSOE denuncia un recorte en el presupuesto de educación, dando por sentado que esto irá en detrimento del nivel educativo y por ende en perjuicio del pequeño y futuro ciudadano.

No soy un especialista en Educación, así que tan sólo me basaré en datos: Según el informe PISA (principal obra de referencia sobre calidad de enseñanza en el mundo) el dinero no es decisivo, ya que, por ejemplo, Australia ha triplicado el gasto por alumno desde 1970 y aún así no consigue alcanzar a Singapur, que gasta menos que la mayoría de los países. Así que quizás la clave no sea el dinero...

Los que protestan por la no contratación de interinos aludiendo a que supondrá volver a clases masificadas y que, de nuevo, eso redundará en la educación del pobre niño indefenso, deberían saber que Estados Unidos está en el tercio inferior de la clasificación pese a que desde 1980 casi ha doblado el gasto por alumno y ha bajado el número de alumnos por profesor a un mínimo histórico, mientras que Corea del Sur (no confundir con la del Norte, please) que está entre los cuatro primeros países en todas las pruebas, cuenta con unas aulas muy nutridas.

No obstante, les voy a dar la razón a los profesores en una cosa, respecto al incremento del número de horas de horario lectivo, ya que los chicos finlandeses son los primeros en lectura y en ciencias, y los segundos en matemáticas, y no se debe a que se pasen el día en el cole, ya que, de hecho, tienen menos horas de clase que sus coetáneos de otros países... aunque claro, me refiero a los alumnos, no a los profesores...

Como anécdota contaré que en Singapur tienen verdadera obsesión por la educación, lo que les ha llevado a pasar en 4 décadas de ser un país subdesarrollado cuyo PIB se asemejaba al de Jamaica a ser hoy día el noveno país más rico del mundo en renta per cápita. Esa obsesión les lleva a ser angloparlantes, con educación bilingüe, estudiando inglés como primer idioma y su lengua materna como segundo idioma.

Por otro lado mantienen en los colegios una meritocracia estricta y disciplinada, donde los niños, desde los 6 años son ordenados por orden, de acuerdo con sus notas. Un amigo les preguntó a los profesores de un colegio de allí si eso no era someter a unos niños tan pequeños a una presión excesiva que incluso podría acabar frustrando a los que se encontraban en los últimos puestos.

Según decía, perplejos ante tan absurda pregunta, le contestaron que no, que a todos los niños les servía de estímulo. Los que se encontraban primeros, querían mantenerse arriba y se esforzaban para ello y los últimos sabían que mañana tenían una nueva oportunidad de mejorar si se esforzaban.

No sé si es demasiado prematuro o no para un niño enseñarle cómo funciona el mundo a tan tierna edad, no soy un especialista, pero desde luego, a los singapurenses no les va tan mal, ¿no?



sábado, 22 de octubre de 2011

la paz de nuestro tiempo

Hoy pienso que la noche del 30 de septiembre de 1938, se firmaron los Acuerdos de Munich por los 4 Jefes de Estado de Italia, Francia, Alemania y Reino Unido.

Estos acuerdos supusieron reconocer a Alemania el derecho de anexión de una región de Checoslovaquia.

Por aquel entonces Adolf Hitler ya había comenzado a rearmar a su país en contra del Tratado de Versalles y a proclamar el derecho de Alemania a ser una gran potencia, reclamando la dignidad política y geográfica que, según él, en la Gran Guerra les habían arrebatado.

El primer ministro inglés, Chamberlain, volvía a su país en loor de multitudes que lo ovacionaban a su llegada al aeropuerto, al bajar del avión comentó: "Todo esto habrá acabado en tres meses. Es la segunda vez en nuestra historia que regresamos de Alemania a Downing Street con una paz honrosa. Creo que es una paz para nuestro tiempo".

Sin embargo, un viejo y casi ya retirado Winston Churchill desató una tormenta en el Parlamento británico al declarar que "hemos sufrido una derrota total y absoluta".

No hemos cedido, le decían, ha vencido la paz, viejo cascarrabias.

En 1939, Checoslovaquia era ocupada en su integridad por Alemania, sin embargo, Chamberlain seguía obstinado y declaraba: "Es natural que lamente profundamente lo ocurrido, pero no debemos dejar que esto nos aparte de nuestro camino. Recordemos que el deseo de todos los pueblos del mundo sigue concentrado en las esperanzas de paz".

Tan sólo unos meses después, Chamberlain declaraba la guerra a Alemania y al poco tiempo dimite, hundido y consciente de que su estrategia era errónea...

Fue aquel viejo al que todos tildaban entonces de loco intransigente el que aceptó el duro papel de liderar a su país y al resto de Europa en la Guerra más dura de la historia. Y lo hizo con aquel famoso discurso al que hoy deberíamos recurrir muchos:

"No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor. Tenemos ante nosotros una ordalía de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos largos meses de lucha y sufrimiento. Ustedes preguntan: ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo contestarlo en una palabra: victoria. Victoria a toda costa. Victoria a pesar de todo el terror. Victoria por largo y duro que pueda ser el camino; porque sin victoria, no hay supervivencia"

Hoy nuestro Chamberlain también está a punto de dejar el Gobierno, aunque ni siquiera ha tenido la dignidad de renunciar a su puesto y todavía cree que ha conseguido "la paz de nuestro tiempo". Por desgracia, Churchill no cogerá el mando, pero espero al menos, que quien lo haga, tenga muy clara la historia...


viernes, 21 de octubre de 2011

Malas personas y peor aún

"Si por vuestra debilidad habéis sufrido el mal, no echéis el peso de la culpa a los dioses. Vosotros mismos habéis permitido a esta gente llegar a ser grande cuando le habéis dado la fuerza, cayendo en vergonzosa servidumbre".
Solón. Filósofo griego del siglo VI a.C.


Hoy pienso que en mi último post hablaba de la bondad de la gente. Estos últimos días, no lo veo todo tan claro.

Yo no sé si el Cuco y Miguel Carcaño hicieron lo que todos sospechamos y también desconozco si José Bretón tiene algo que ver con la desaparición de sus propios hijos, pero en cambio puedo afirmar que vivimos en un Estado donde la preocupación por proteger las garantías del sospechoso han llegado a tal punto que el sistema se ha corrompido.

No es lógico y mucho menos justo, que unos chavales, análfabetos, al menos jurídicamente, logren pitorrearse de jueces y policías gracias a un sistema que les permite mentir, cambiar versiones cada día y dejarse asesorar por letrados para salir impunes de cualquiera que sea su delito.

No, no me vale que se escuden en el derecho a la defensa, porque ese privilegio que un abogado ha de hacer prevalecer, ha de basarse en la ética, defendiendo a un criminal partiendo del delito cometido. Desde que el abogado aconseja mentir, cambiar su declaración u omitir detalles del crimen, ese abogado no está ejerciendo un derecho, está cometiendo un delito o al menos permitiendo que la justicia no triunfe.

Luego tenemos a los canallas de siempre, que siguen convenciendo al mundo de que ellos son parte de un conflicto político y que sólo reclaman la paz que otros no queremos otorgar. Lo peor es que su estrategia de darle la vuelta a la tortilla les está funcionando. Y hoy ellos se erigen como adalides de la paz y dejan a las verdaderas víctimas de su violencia como verdugos insensibles del ¿conflicto?. Y es que por mucho que lo disfracen, la realidad es que unos asesinos matan a 858 personas en nombre de una reivindicación política y que 30 años después, dicen que dejan las armas (aunque no las entregan) a cambio de que se cumplan sus reivindicaciones.

Y para terminar, hoy me entero de que ha muerto la pequeña chinita de dos años que fue atropellada hace unos días por una furgoneta y cuyo conductor no sólo no paró a socorrerla, sino que durante unos minutos pasaron personas a su lado y ni siquieran se inmutaron. El hijo de puta que la atropelló alegó que si paraba y la socorría tendría que pagar los costes sanitarios de la niña, mientras que si moría sólo tenía que pagar una pequeña multa.

Y ayer pongo la radio y el debate era sobre si algo fallaba en el sistema sanitario chino... Perdón por el taco, pero es que hay que ser imbécil para echar la culpa a un sistema sanitario por la acción inhumana de un hijo de puta que atropella a una niña y la remata con la rueda de atrás siguiendo su camino... al igual que varios transeuntes que pasan indiferentes a su lado. Como diría mi padre "las mentes no están bien..."

Cuelgo el enlace de las imágenes, pero aviso de que son duras, duras de verdad. Pero aún así, recomiendo verlas, porque a veces es bueno que se nos revuelva el estómago para ser conscientes de las cosas.


Y es que como decía Einstein, "el mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquellas que permiten la maldad".



lunes, 17 de octubre de 2011

La historia ya se adorna sola...

Hoy pienso que aprovechando el 30 aniversario de la llegada del Guernica a España, este cuadro vuelve a estar de moda, si es que alguna vez dejó de estarlo.


Yo he tenido la fortuna de mirarlo y admirarlo una decena de veces en su actual aposento y sinceramente, no me canso.


Sin embargo, como con todo, esta obra trata de politizarse, y aunque bien es verdad que su origen fue político, no lo es menos que no todo lo que se dice sobre ella es cierto.


Es cierto que Manuel Azaña, en nombre de la República y con la idea de hacer propaganda a través de uno de los más renombrados artistas del momento, le encarga a Picasso un cuadro para la Exposición Universal de París del 37, ya que como el propio Azaña defendía, "tener a Picasso en nuestras filas tendrá más impacto que una batalla ganada frente a los fascistas".


Así, el Estado, no escatimó en gastos y le pagó al genial pintor la friolera de 150.000 francos franceses de la época, anticipando además el pago, confiado en la entrega absoluta del pintor a su causa.


Sin embargo, Picasso puso sus condiciones, como pintar el cuadro en su taller (que alquiló expresamente) en lugar de en la propia pared del pabellón, como era costumbre, y es que Picasso no sólo era un genio, sino también consciente de que lo era, y sabía bien que sus obras no podían ser eliminadas o destruidas así porque sí, porque cada una de ellas tendrían posteriormente mucho valor.


Una vez terminada la obra, sin embargo, los republicanos quedaron bastante enfadados. Ellos ansiaban una obra donde quedase claro que en la Guerra Civil había un bando bueno y un bando malo. Y en su lugar, Picasso había pintado los horrores de una cruenta guerra, donde se denunciaba el dolor de las víctimas inocentes, sin entrar, sin embargo, en colores ni bandos.


Hasta ese momento, la obra ni siquiera tenía título, tan sólo un pequeño poema que servía de referencia a la obra y que comenzaba diciendo..."gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros..."


Aún así, la obra estaba pagada y no tuvieron más remedio que exponerla. Además, la obra no tuvo mucho éxito en el escaparate internacional. Ya que, las consecuencias de la guerra, en un momento en que Europa empezaba a rozar por segunda vez la destrucción bélica, no era del agrado de la mayoría.


Llegados a este punto, incluso pensaron en sustituir el cuadro, a pesar del pastizal que había costado, teniendo ya hasta la obra elegida (de Aurelio Arteta), pero a última hora, alguien dio con la tecla, el bombardeo que tuvo lugar hacía unos meses en Guernica. Esa era la forma de ligar el horror y el sufrimiento a un sólo bando y poner cara a los malos y buenos.


Desde ese momento, el Guernica se rebautizó como tal y a día de hoy, las guías del Museo no te explican que el cuadro es gris, blanco, negro y con algunos tonos azules porque son los colores del luto y dolor, como denuncia contra la violencia innata del propio hombre. Según ellas, la explicación es mucho más simple, Picasso conoció la noticia del bombardeo a través del periódico, y como estaba editado en blanco y negro...


También explican que en plena sequía creativa que ya le duraba varios meses, tras ver el horror del bombardeo de Guernica, pinta el cuadro en tan sólo 20 días, !qué gran inspiración para un genio! Pero olvidando comentar que durante todo el mes anterior al bombardeo, ya había creado varios bocetos de las figuras protagonistas del cuadro y que, por tanto, parecía tener claro lo que iba a pintar.


Es cierto que Picasso era Republicano y que lo fue toda su vida, incluso a costa de vivir el resto de su vida en el exilio. Pero no intentemos adornar la historia para ponerla de nuestro lado y legitimar absurdas reivindicaciones, porque la historia, queridos míos, ya se adorna sola...

lunes, 10 de octubre de 2011

De buenas personas...

Hoy pienso que hace unos días, como un día cualquiera, me encontraba llevando a mis niños a la piscina.





Es lo que tiene ser padre de familia numerosa. El simple trayecto de tu casa a la piscina municipal, que se encuentra a unos escasos 1.200 m. de tu casa se convierte en una gran aventura que dejaría sin aliento al mismísimo Indiana Jones. Mochilas preparadas antes de salir, asegurarse de que va dentro todo el kit de la piscina. Comeros el bocadillo antes de llegar. Ya sé que no te gusta el salchichón, pero es lo que toca hoy. Ponte el cinturón, pónselo a tu hermana por favor. Ya pongo la canción del cantajuegos. No bajes la ventanilla que se te cae el bocadillo. Chiqui, no llores, que ya llegamos. Vale, bájala, pero no saques las manos. La cabeza tampoco! Ya sé que suena el movil, pero ahora no puedo cogerlo... porque voy en el coche y podemos chocarnos... sí, ya sé que el abuelo lo hace, pero no se debe hacer... bueno, mañana regañamos al abuelo... no, no, el abuelo no se va a chocar, no te preocupes!





Una vez que los dejas en clase, dentro del agua, puedes respirar tranquilo durante una hora que aprovechas para tomar aire.





El caso es que a los 15 minutos de dejar a los niños, recibo una llamada. Dicen mi nombre, con mis dos apellidos y todo y preguntan si soy el dueño del coche con la matrícula tal...





Sí, soy yo, respondo esperando la clásica oferta de una aseguradora y buscando una excusa rápida para deshacerme de ella.





Pero para mi sorpresa me pregunta si mi coche lo tengo aparcado, en ese mismo momento, cerca de la piscina. A lo que, ante mi respuesta afirmativa, me informa de que tengo la ventanilla bajada y que hay cosas de valor dentro.


!La dichosa ventanilla! Me despido de él y salgo corriendo, cerciorándome al llegar al coche de que efectivamente me encuentro con una de las ventanillas traseras hasta abajo. Por suerte, ningún desaprensivo había pasado por allí...





Tras el sofocón inicial de la carrera y el susto, ya más en frío, comencé a pensar en la misteriosa llamada. ¿Quién me había llamado? El coche estaba en la calle por tanto no podía ser el personal de la piscina.


Por suerte, el número de la llamada aparecía en mi móvil, no era uno de esos número largos desde los que te llaman para ofrecerte 3 megas extras si cambias de compañía para intenet.





Ni corto ni perezoso le dí al botón de la rellamada. Al segundo pitido, la misma persona que había hablado conmigo cinco minutos antes me cogió el teléfono. Me identifiqué y le dije que llamaba para agradecerle el gesto y la molestia de haberme llamado para avisarme.





El hombre, serio pero afable me dijo que no había de qué, que era su trabajo.





- ¿Cuál es su trabajo? Le respondí, curioso.





- Está llamando a la Polícia Local.





Según me contó, un venerable ciudadano que pasaba por la calle, vio la ventanilla bajada de mi coche y en lugar de seguir indiferente, mascullando lo inútil y despistado que era el dueño, como haríamos muchos, llamó a la policía local para dar el aviso. Desde allí, trataron de buscar mi dirección a través de los datos de tráfico, pero como mi coche es nuevo, sólo les salía el número del concesionario. Llamaron allí y éstos tuvieron la deferencia de darle el número de mi móvil, que utilizaron desde la policía para localizarme.





La operación no era difícil, pero incluye dos componentes esenciales, una simple persona que va por la calle y que no se queda tranquila ante un posible perjuicio que le puede pasar a un desconocido y un agente que se toma la molestia de indagar y hacer varias llamadas hasta que me localiza, haciendo más de lo que se le podría exigir como funcionario de la Ley y el Orden.





Cuando colgué el teléfono me sentí bien, agradecido y confiado. La Policía no sólo es la que pone multas o detiene a los malhechores, también coge gatos de los árboles y busca dueños de coches despistados.





Y personas... pues hay malas y buenas. Hace poco me topé con una persona mala (algún día le dedicaré un post)




...por suerte, la que pasó por delante de mi coche era de las buenas...

jueves, 6 de octubre de 2011

Que sea él quien se despida...

Hoy dejo que sea él quien se despida...



Discurso que Steve Jobs, CEO de Apple Computer y de Pixar Animation Studios, dictó el 12 de
Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.




“Tienen que encontrar eso que aman”


Tengo el honor de estar hoy aquí con vosotros en vuestro comienzo en una de las mejores universidades del mundo. La verdad sea dicha, yo nunca me gradué. A decir verdad, esto es lo más cerca que jamás he estado de una graduación universitaria.



Hoy os quiero contar tres historias de mi vida. Nada especial. Sólo tres historias.



La primera historia versa sobre “conectar los puntos”.



Dejé la Universidad de Reed tras los seis primeros meses, pero después seguí vagando por allí otros 18 meses, más o menos, antes de dejarlo del todo. Entonces, ¿por qué lo dejé?
Comenzó antes de que yo naciera.



Mi madre biológica era una estudiante joven y soltera, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que quienes me adoptaran tendrían que ser titulados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su mujer.



Solo que cuando yo nací decidieron en el último momento que lo que de verdad querían era una niña.



Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a medianoche preguntando:



“Tenemos un niño no esperado; ¿lo queréis?”



“Por supuesto”, dijeron ellos.



Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía titulación universitaria, y que mi padre ni siquiera había terminado el bachillerato, así que se negó a firmar los documentos de adopción.



Sólo cedió, meses más tarde, cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.


Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.



Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo.



Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo, y confiar en que las cosas saldrían bien.



En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado.



En el momento en que lo dejé, ya no fui más a las clases obligatorias que no me interesaban y comencé a meterme en las que parecían interesantes. No era idílico. No tenía dormitorio, así que dormía en el suelo de las habitaciones de mis amigos, devolvía botellas de Coca Cola por los 5 céntimos del envase para conseguir dinero para comer, y caminaba más de 10 Km los domingos por la noche para comer bien una vez por semana en el templo de los Hare Krishna.



Me encantaba.



Y muchas cosas con las que me fui topando al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más adelante.



Os daré un ejemplo.



En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizá fuese la mejor formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, todos los póster, todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente caligrafiadas a mano.



Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al curso de caligrafía para aprender cómo se hacía.



Aprendí cosas sobre el serif y tipografías sans serif, sobre los espacios variables entre letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía.



Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré fascinante. Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo eso volvió a mí.


Y diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado caer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni caracteres con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera ahora. Si nunca hubiera decidido dejarlo, no habría entrado en esa clase de caligrafía y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen.



Por supuesto, era imposible conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en clase, pero fue muy, muy claro al mirar atrás diez años más tarde.



Lo diré otra vez: no puedes conectar los puntos hacia adelante, sólo puedes hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea.



Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado, y ha marcado la diferencia en mi vida.



Mi segunda historia es sobre el amor y la pérdida.


Tuve suerte — supe pronto en mi vida qué era lo que más deseaba hacer. Woz y yo creamos Apple en la cochera de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos mucho, y en diez años Apple creció de ser sólo nosotros dos a ser una compañía valorada en 2 mil millones de dólares y 4.000 empleados.



Hacía justo un año que habíamos lanzado nuestra mejor creación — el Macintosh — un año antes, y hacía poco que había cumplido los 30.



Y me despidieron.



¿Cómo te pueden echar de la empresa que tú has creado?



Bueno, mientras Apple crecía contratamos a alguien que yo creía muy capacitado para llevar la compañía junto a mí, y durante el primer año, más o menos, las cosas fueron bien. Pero luego nuestra perspectiva del futuro comenzó a ser distinta y finalmente nos apartamos completamente. Cuando eso pasó, nuestra Junta Directiva se puso de su parte.



Así que a los 30 estaba fuera. Y de forma muy notoria.



Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido y fue devastador.



Realmente no supe qué hacer durante algunos meses. Sentía que había dado de lado a la anterior generación de emprendedores, que había soltado el testigo en el momento en que me lo pasaban. Me reuní con David Packard [de HP] y Bob Noyce [Intel], e intenté disculparme por haberlo fastidiado tanto. Fue un fracaso muy notorio, e incluso pensé en huir del valle [Silicon Valley].

Pero algo comenzó a abrirse paso en mí — aún amaba lo que hacía. El resultado de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar de nuevo.

No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado.

Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría después en mi esposa.

Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.

Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple.



Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantuvo en marcha fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Y esto vale tanto para vuestro trabajo como para vuestros amantes.

El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo habéis encontrado, seguid buscando.

No os conforméis.

Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo encontréis.

No os conforméis.

Mi tercera historia es sobre la muerte.

Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.

Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.

Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante.

Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.

Hace casi un año me diagnosticaron cáncer.

Me hicieron un chequeo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate a morir.

Significa intentar decirle a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós.

Viví todo un día con ese diagnóstico.



Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a través del estómago y el duodeno, pincharon el páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células al microscopio el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía.

Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual:

Nadie quiere morir.

Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo.

Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro.

No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros.

No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior.



Y lo más importante, tened el coraje de seguir a vuestro corazón y vuestra intuición.

De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser.

Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth Catalog [Catálogo de toda la Tierra], una de las biblias de mi generación. La creó un tipo llamado Stewart Brand no lejos de aquí, en Menlo Park y la trajo a la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina, 35 años de que llegara Google, era idealista, y rebosaba de herramientas claras y grandes conceptos. Stewart y su equipo sacaron varios números del The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento, sacaron un último número.

Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad.

En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera por el campo a primera hora de la mañana, la clase de carretera en la que podrías encontrarte haciendo autoestop si sois aventureros. Bajo ella estaban las palabras:

“Sigue hambriento. Sigue alocado”.



Era su último mensaje de despedida. Sigue hambriento. Sigue alocado.

Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo, os deseo eso a vosotros.

Seguid hambrientos. Seguid alocados.



Muchísimas gracias a todos.