miércoles, 26 de enero de 2011

El portal de Beverly

Él, de familia de clase obrera y muy comprometido con la igualdad de clases y la solidaridad, firme defensor del comunismo ese del "todo para todos",

Èl, un hombre consecuente, que escribe artículos en Granma, periódico oficial de la dictadura comunista cubana, a pesar de haberse puesto en la piel de Reinaldo Arenas, novelista y poeta cubano exiliado, escritor y homosexual, censurado y perseguido por la Cuba de Castro...!Algo haría!

Él, un hombre que salió a la calle a denunciar los excesos bélicos de un país cuya superioridad económica le otorgaba, y gritaba hasta quedarse ronco que había que encarcelar a su presidente.

Y sin embargo, !cosas del destino! no tuvo más remedio que intentar medrar, para sacar a su familia adelante e irse a un país apestosamente capitalista. !pobre Javier!

Ahora, con su mujer embarazada iban buscando un pequeño lugar donde dar a luz en aquel país que no le había dado nada verdaderamente importante. ¿Dinero, fama, respeto, reconocimiento? Nada importa para un hombre consecuente con sus ideales.

Pero se encontraron con que ese materialista país no tenía ni tan siquiera una Seguridad Social pública. Pobrecitos, les hubiese gustado dar a luz en España, donde nuestro sistema universal de salud les garantizaba una habitación compartida con dos parturientas más y un menú rico en proteínas. Sin embargo, su trabajo se lo impedía, y él ante todo tenía que asegurar el futuro de su hijo.

Siguieron buscando, y por fin, encontraron un pequeño Portal, un sitio pequeño donde, aconsejados por los compañeros de papá Javier, pidieron pasar la noche para así descansar y que ella diese a luz. "Seguro que en el Hospital Cedars-Sinai, de Beverly Hills, os tratan muy bien, decid que vais de parte mía", les dijo su amiga Britney.

Y aunque Javier no quería, pensó en su mujer y en su retoño que había de llegar y en su salud y decidió entrar en ese Portal, aunque él hubiese preferido un hospital de verdad, como el 12 de octubre por ejemplo.

Y allí, en esa magna habitación, se sintió incómodo al divisar las bañeras de relajación para aliviar los dolores, las habitaciones contiguas exclusivas para los familiares y esa decoración que invita al relax en esos intensos momentos. Saludó tímidamente a la persona que se iba a encargar exclusivamente del recién nacido desde el momento de su nacimiento, y sonrió pensando que así, la futura mamá podría descansar y ser atendida por los profesionales de estética del hospital, quienes amablemente le ofrecieron servicios de peluquería y manicura para estar perfecta durante las visitas de familiares y amigos.

Y para entretenerse durante los días de ingreso, observó una televisión gigante de pantalla plana instalada en su habitación, y pensó: "esto le va a encantar a mami, las teles de los hospitales son lo que le da de comer, al menos en España... aunque claro, aquí igual son tan reaccionarios que nadie se hace rico con los derechos de autor..."

Y llegó el momento, y mientras se llevaban a su querida Pe al paritorio, él empezó a pensar si todo eso estaba bien, él que creía en una sociedad igualitaria, en la que todos los ciudadanos tuviésemos los mismos derechos y privilegios, él, que había visitado multitud de veces Cuba y admiraba su pobreza, porque al menos era una pobreza generalizada... (bueno, en realidad él se hospedaba en un hotel de 5 estrellas, pero claro, él iba como invitado y no lo podía rechazar).

Recordó sus alabanzas hacia Obama y su plan para implantar un sistema más solidario de Seguridad Social, ese que los cabrones republicanos habían echado para atrás.

Y se asomó a la ventana y vio cómo por la calle pasaba una mujer con un niño en brazos, que parecía enfermo y pensó desde su suite de lujo "qué vergüenza de país, que nadie se solidariza y la lleva al ambulatorio más cercano", eso en mi querido país no pasaría, allí hay hospitales para todos.

Y pensó que él debería estar allí, pero claro, su trabajo era lo primero... además, así el niño tendría la doble nacionalidad, y nunca se sabe, si con el tiempo este país cambia y deja de ser la cuna de capitalistas redomados, culpables de todos los males de la sociedad, igual es bueno que sea norteamericano...

Y llegaron sus tres amigos magos, Willy, Alberto y Wyoming, quienes habían llegado siguiendo las estrellas por el paseo de la Fama. Y traían como regalos champán, caviar y puros, "Cohiba, eso sí, de nuestros hermanos".

Y finalmente, Javier, oyó, el primer llanto de su pequeño... y pensó que todo aquel sacrificio merecía la pena...

Yo acuso

Hoy pienso que ayer noche estuve viendo la primera entrevista que concede Marta Domínguez, en la que se defendía de todas las acusaciones vertidas contra ella.

Os aconsejo a todos que os leáis el "Yo acuso" de Émile Zola, aunque para los más perezosos, incluiré algunas líneas a lo largo de este post para que veáis las coincidencias de esta carta de 1898 con la situación vivida por la buena de Marta.

Desde el primer día en que saltó a la luz la noticia he sido un aliado de Marta. Y ello por una simple razón, porque me parece vergonzosa la forma en que se ha llevado a cabo la operación. Una de dos, o los jueces y guardias civiles son unos ineptos o aquí hay un trasfondo político, y visto lo visto y visto quién gobierna, me decanto por lo segundo.

"Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que ignoráis lo que ocurre. ¿Y a quién denunciar las infamias de esa turba malhechora de verdaderos culpables sino al primer magistrado del país?
Ante todo, la verdad acerca del proceso y de la condenación de Dreyfus".

¿Por qué digo esto? Pues para empezar porque no me explico cómo es posible que el mismo día que se inicia la operación, ésta sea retransmitida por los medios en directo, es decir, que cuenten con la misma información que la propia Guardia Civil a tiempo real. Bueno, sí me lo explico, que alguien necesitase de esa repercusión mediática. Y qué mejor víctima que una heroína, una atleta modelo... pero eso sí, que fue concejala del PP...

"Un hombre nefasto ha conducido la trama; el coronel Paty de Clam, entonces comandante. Él representa por sí solo el asunto Dreyfus; no se le conocerá bien hasta que una investigación leal determine claramente sus actos y sus responsabilidades. Aparece como un espíritu borroso, complicado, lleno de intrigas novelescas, complaciéndose con recursos de folletín, papeles robados, cartas anónimas, citas misteriosas en lugares desiertos, mujeres enmascaradas".

Desde el primer momento salen los nombres, bueno, para guardar las apariencias, salen las iniciales, en el caso de Marta, M.D. acompañadas de algunos datos como que es una conocida atleta y residente en Palencia... vamos, faltó decir que siempre que corre va con una cinta rosa... En este caso existe el llamado secreto genérico del sumario o de la actuaciones judiciales previsto en el art. 301 párr. 1º LECrim (LEG 1882, 16) , que se prolonga hasta que se abre el juicio oral, y que tiene la finalidad de proteger el buen nombre del imputado frente a los terceros ajenos al procedimiento, previendo sanciones para las partes personadas, terceros que puedan tener información del sumario o para los funcionarios públicos que lo conocieren y lo divulgaren.

¿Alguien ha oído algo, no ya de sanciones, sino de que se haya cometido algún tipo de infracción perjudicial para Marta y el resto de imputados?

"Hubo fugas, desaparecieron papeles (como siguen desapareciendo aún), y el autor de la nota sospechosa era buscado cuando se afirmó a priori que no podía ser más que un oficial del Estado mayor, y precisamente del cuerpo de artillería; doble error manifiesto que prueba el espíritu superficial con que se estudió la nota sospechosa, puesto que un detenido examen demuestra que no podía tratarse más que de un oficial de infantería".

Se le imputa un delito por tráfico de sustancias, nunca por dopaje, a pesar de que en muchos medios la noticia era esa, "Marta, acusada de dopaje" y así, desde el primer día, se la tilda de tramposa, estafadora, drogadicta y cosas aún peores.

"Se murmuran hechos terribles, traiciones monstruosas y, naturalmente, la Nación se inclina llena de estupor, no halla castigo bastante severo, aplaudir la degradación pública, gozar viendo al culpable sobre su roca de infamia devorado por los remordimientos... "

Tras un registro en su casa, las pruebas que encuentran son de chiste, unas ampollas, según la guardia civil, con codigo en clave: Li, Mg, Zn; !Por Dios, Litio, Magnesio y Zinc!. ¿No se les ocurrió ver qué contenían dichas ampollas antes de llegar a esa conclusión y estamparlo en las diligencias del sumario?

"Se procedió a un minucioso registro; examinándose las escrituras; aquello era como un asunto de familia y se buscaba al traidor en las mismas oficinas para sorprenderlo y expulsarlo. Desde que una sospecha ligera recayó sobre Dreyfus, aparece el comandante Paty de Clam, que se esfuerza en confundirlo y en hacerle declarar a su antojo".

El resto de pruebas no son tales, sino meras sospechas e interpretaciones basadas en conversaciones telefónicas y otras grabaciones (privadas, por cierto, algunas hasta con su marido). Así, deducen que llamar 'Oro' y 'Ron', es dopaje en lenguaje encriptado.

Un envío de un bote de oro al atleta, que cumplió condena por dopaje, Alberto García. "El oro es oro, un oligoelemento", explicaba ayer Marta, "un recuperador muscular" y un "antidepresivo".

Un SMS a Alberto García en que él decía tenerle reservada "media botella de ron".

"Parecen inverosímiles las pruebas a que se ha sometido al desdichado Dreyfus, los lazos en que se ha querido hacerle caer, las investigaciones desatinadas, las combinaciones monstruosas... ¡qué denuncia tan cruel!"

No sé si será verdad que hablaba de ron cuando decía ron, si el oro era oro o si la bolsa negra contenía un traje, productos dopantes o unos zapatos de piel de cocodrilo, pero siendo objetivos, en España (un Estado de Derecho, al menos sobre el papel) existe la presunción de inocencia como derecho fundamental, y si a esta atleta, una gran atleta, nunca se le ha "cazado" en un sólo control antidoping y ahora no se le ha encontrado ninguna sustancia ilegal en su casa ni hay ninguna prueba sostenible que la involucre, no se puede permitir este linchamiento mediático, que, ya, salga o no inocente, siempre irá escrito en su frente.

"Ah! ¡Cuánta vaciedad! Parece mentira que con semejante acta pudiese ser condenado un hombre. Dudo que las gentes honradas pudiesen leerlas sin que su alma se llene de indignación y sin que se asome a sus labios un grito de rebeldía, imaginando la expiación desmesurada que sufre la víctima en la Isla del Diablo".

Parece que en España no aprendemos nunca, no nos bastó con Diego, este tinerfeño que durante tres días vivió la pesadilla de ser acusado de haber maltratado y matado a su hijastra, a la que quería más que si fuese su propia hija.

La frase más recurrente en estos casos es la de "cuando el río suena...", y con eso, justificamos el prejuzgar y condenar, simplemente porque si la acusan, será porque algo habrá hecho...

Yo sólo pido justicia, y hasta entonces, precaución, moderacíon, sensatez y cordura, o dicho en palabas de Zola:

"Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente".

jueves, 20 de enero de 2011

Y al tercer día creó los pinganillos...

Hoy pienso que...

"Todo el Senado tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras.

Los nacionalistas, en su emigración, hallaron una llanura en la región de Madrid y se establecieron allí. Y se dijeron unos senadores a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa.

Luego dijeron: «Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámosnos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz del país».


Mas ZP descendió desde Moncloa para ver la ciudad y la torre que los senadores estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros».

Así, ZP los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Ex-paña, porque allí confundió ZP la lengua de todos los habitantes de la que fue España y los dispersó por toda la superficie".

Génesis 11.

Este capítulo corresponde a la Biblia, yo tan sólo he cambiado los nombres. Sin duda, su anónimo autor era todo un profeta...

Menos humos

Hoy pienso que tras el post de ayer, algunos dudabais de las inexactitudes del artículo, justificando su censura en ese caso. Otros os preguntabais por el artículo en cuestión. Bien, pues aquí os lo dejo, sin censuras ni recortes.

Como decía ayer en un comentario, en mi opinión ninguna inexactitud justificaría la censura de un artículo de opinión, siempre que no incluya insultos, calumnias o difamaciones contra terceras personas.

En este caso, creo que es la última frase del artículo la que saca de quicio a este periódico tan pluralista... Supongo que no pensaban que Carlitos fuese tan sagaz de machacar dos leyes por el precio de una...

Sacad vuestras propias conclusiones:

MENOS HUMOS

“Aún soy incapaz de prever si la aplicación de Ley Antitabaco promulgada por el gobierno socialista español derivará en un recalentamiento del malestar producido por sus evidentes excesos, con protestas, insumisión y “revuelta” incluidos, o si, finalmente, será deglutida sin más problemas que algunos chispazos iniciales por la totalidad de la población.

No fumar en los bares hará que los fumadores permanezcan menos tiempo en ellos, pero también que los no fumadores lo hagan de forma más satisfactoria. No hacerlo en los restaurantes provocará que aquellos que gozan de un cigarrillo tras la comida dejen de pedir el café y la copa y se busquen la vida en el exterior. Mientras haya terrazas y el frío –o el calor— no sean extremos, los aspiradores de humo tendrán una salida, siempre que no acaben prohibiendo hacerlo también ahí, cosa que no habría que descartar.

Quien les habla, ex fumador de cigarrillos y ocasional fumador de puros no tiene problema por ello: España no es Noruega y goza de un clima lo suficientemente benigno como para aliviarse en el exterior de un local. Lo particularmente rechazable de su concepción proviene de aspectos concretos altamente absurdos: no poder fumar en las terrazas de bares que estén relativamente cerca de un puñado de toboganes –a los cuales no llegaría el humo ni con cañones de nieve artificial– es una estupidez de corte neoyorquino, ciudad en la que a un amigo le llamaron la atención por fumarse un cigarrillo cerca de las puertas giratorias de un hotel; según el estólido conserje podría entrar alguna brizna de humo por el revoloteo de la puerta y alcanzar el interior del Hall.

Si a ello se suma la absurda invitación a la delación efectuada por la ministra de la cosa, se presume en el ambiente ese escenario tan del gusto del gobierno de nuestras carnes: el enfrentamiento de ciudadanos.

Teóricamente, ni siquiera podría un sujeto fumarse un cigarro en su balcón si éste es un primer piso y está próximo a los dichosos “parques infantiles”. Ya ven.

No soporto los moralismos sobrevenidos ni los integrismos irritados, y esta ley, en lugar de conciliar intereses, aviva no pocos demonios irascibles. Muy acorde con un gabinete que dice proteger a la infancia pero sólo si ha salido ya del canal del parto”.

Carlos Herrera.

miércoles, 19 de enero de 2011

Bailando con la única

Hoy pienso que es lo que tiene escribir en un blog independiente, y que encima nadie lee. Uno puede escribir lo que le plazca sin tener miedo a la censura. Al menos de momento, porque en un año y medio todavía les da tiempo a crear un consejo regulador de blogs, como el que quieren montar para las televisiones.

Esto viene a cuento de que he oído a Carlos Herrera, contar, a modo anecdótico, que el otro día escribió un artículo para El País, previo encargo, sobre la Ley antifumadores, y que para su sorpresa, nunca fue publicado.

Según él, cuando vio que el artículo no aparecía el día señalado mandó un mail a la editorial y que tan sólo obtuvo una contestación explicándole que el motivo de la censura se debía a que "había inexactitudes en el texto".

Desde luego, Carlitos, ¿en qué mundo vives? No te tenía por un ignorante ni por un cándido, pero, ¿de verdad no sabías que no bailabas con la más fea ni con la más guapa, sino con la única? A estas alturas deberías conocer a este periódico, al igual que el Grupo editor al que pertenece, y que es él quien ostenta la plena sabiduría y, por tanto, el don divino de saber qué opiniones son certeras y cuáles no. Y aún mejor, este gran grupo sabe discernir perfectamente entre las informaciones y opiniones que deben llegar al ignorante pueblo y cuáles no deben salir a la luz por pendencieras y porque, por su inexactitud, pueden dañar a los pobres e indefensos ciudadanos.

Seguramente tu artículo estaba lleno de inexactitudes, inexactitudes que podrían incitar a la gente a tener una opinión contraria a la correcta. Y eso no se puede permitir, ya que, al igual que en el mundo de Bradbury, leer puede impedir la felicidad.

Por suerte, tenemos a estos bomberos, que, como Guy Montag, queman esos libros que llenan de angustia, y que ponen en peligro la igualdad, ya que al leer artículos como el tuyo, los hombres corren el peligro de empezar a ser diferentes y lo que es peor, a pensar por sí mismos.

Carlitos, tus artículos no gustan y no venden... o al menos no deberían, así que si no vas a escribir sobre las bondades de ZP o el último rollito de la prima del sobrino del torero de turno, ahórrate el esfuerzo y vuelve con tus fósforos que aunque no sepamos bailar, nos gusta leer y escuchar, aunque no siempre estemos de acuerdo en todo.

domingo, 16 de enero de 2011

La bondad

Hoy pienso que he conocido la bondad.

Claro que sí, yo la he visto, tiene dos ojos negros, chiquititos pero brillantes , una boquita sonrosada que siempre sonríe, a veces tímidamente y otras en cambio inundada de carcajadas que rompen como olas de mar.

La conocí hace 5 años y desde el primer día supe que era ella, porque a pesar de tener derecho a todo, nunca quiso hacer ruido, supongo que para no molestar.

Morenita, dulce y mimosa, nunca la he visto protestar.

Me gusta mirarla cuando nadie la ve, siempre escuchando, atenta a lo que los demás hablan. No dice nada y me pregunto qué pasará por esa preciosa cabecita, ¿qué pensará?

¿Por qué sé que es la bondad? Por su inocente forma de mirar, por su ternura tan maternal y sobre todo, por su madura forma de amar.

Nunca deja de sorprenderme cuando un niño le pide que comparta su chuche preferida y ella, la bondad, sin pensárselo, le ofrece la mitad.

Sus pupilas brillan, viendo princesas desfilar por la pantalla, y sueña a ser como ellas, pero cuando su corazón se hace aún más grande es cuando tiene cerca un bebé al que cuidar.

Un día por la calle, vio una mujer pidiendo en la puerta de una iglesia. Denunciando mi ególatra indiferencia me miró y susurró: "si tú tienes tantas monedas, ¿por qué no le das alguna a ella que no tiene?. Mi rubor sólo se aplacó con la infantil visión de su inocencia, la inocencia de la bondad.

Por la noche, me sorprendo mirándola mientras duerme, y allí está ella, tranquilita, la bondad. Y me siento tan afortunado de tenerla tan cerca que mis ojos dibujan pequeñas gotitas de felicidad.

¿Por qué sé que es la bondad? Porque con sólo verla soy mejor persona, y porque a su lado siento lo que es amar de verdad.

viernes, 14 de enero de 2011

La historia es un bucle

Hoy pienso que la historia es un bucle, y quizás nuestros gobernantes deberían tenerlo en cuenta.

¿Y si os cuento que el gobierno sacó una Ley que iba en contra de la libertad del individuo y de las costumbres e idiosincrasia de los españoles y el argumento de esa ley era en primera instancia garantizar la seguridad de los ciudadanos y como trasfondo, equipararnos a los europeos?

Pensaréis que estoy hablando de la Ley antitabaco, ¿verdad? Pues no, os hablo de una ley de 1776 que promulgó el Secretario de Hacienda, Don Leopoldo de Gregorio.

Seguro que así, a bote pronto no caéis, pero si os digo que este hombre era el Marqués de Esquilache y que como consecuencia de esta ley la gente se echó a la calle y tuvo lugar un motín, seguro que ya todos sabéis de qué hablo.

Siendo rey Carlos III, el Marqués de Esquilache, persona de absoluta confianza del rey, trataba de erradicar en la Villa de Madrid el uso de la capa larga y el chambergo (sombrero de ala ancha) con el pretexto de que, embozados, los madrileños podían darse anónimamente a todo tipo de atropellos y esconder armas entre los ropajes. La medida propugnaba el uso de la capa corta y el tricornio (sombrero de tres picos), de procedencia extranjera.

La multa, al igual que la nueva ley, en caso de desobediencia ascendía a seis ducados y doce días de cárcel para la primera infracción y el doble para la segunda.

No sé si el Marqués también alentó la delación, tendré que leer más profusamente sobre el tema.

Como todos sabéis, a causa de esta ley, el pueblo salió a la calle y tuvo lugar una revuelta, conocida como el Motín de Esquilache, en la que se calcula que participaron alrededor de 40.000 personas . En realidad, habría que buscar las verdaderas causas del motín en la situación de crisis que se vivía, en el hambre, las constantes subidas de precio de los productos de primera necesidad y el recelo de los españoles hacia los ministros extranjeros traídos por Carlos III.

Todo parecido con la realidad es pura coincidencia...

Hoy, sin embargo, estamos más acomodados y sólo salimos a la calle a celebrar la victoria de nuestro equipo de fútbol y cuando nos lo ordenan los sindicatos. Aún así, ZP y sus secuaces deberían tomar nota, ya que ya están surgiendo los primeros efectos secundarios de la dichosa ley, como los "sinpas" tan castizamente españoles, y es que ahora es muy tentador salirte a la puerta del bar con tu caña, con la excusa del pitillo y si te he visto no me acuerdo.

Otros efectos secundarios son por ejemplo, la suciedad en las puertas de todo bar, llenas de colillas, o el afloramiento de terrazas en todas las aceras, incluso en estas fechas tan cálidas y en ciudades lluviosas y gélidas.

Bares insumisos, furgonetas convertidas en pequeñas tascas... estos días estamos viendo de todo, porque, seamos sinceros, a picaresca no nos gana nadie, ya lo decía Quevedo, y hecha la ley, hecha la trampa. Y es que no es tan fácil cambiar nuestras costumbres a base de decretazos por mucho que se empeñen, ya sean los toros, el tabaco o el botellón.

De cualquier forma, yo que ZP no las tendría todas conmigo, ya que aquel motín, finalmente, se saldó con el exilio forzado del Marqués de Esquilache, inspirador del edicto.

Demasiado bonito para ser hoy cierto...

lunes, 10 de enero de 2011

Mou y Rubalcaba, tanto monta.

Hoy pienso que tanto monta monta tanto, Mourinho y Rubalcaba, Rubalcaba y Mourinho.

Y es que estos dos personajes se han creído tan bien su papel y sus estrategias, que ya lo hacen hasta cuando no es necesario, ¿o sí?

Ayer, el Real Madrid cerraba un partido que había tenido perdido gracias a un gran jugador como Cristiano Ronaldo y, reconozcámoslo, a un juego de estrategia de pizarra del propio Mou digno de elogio. Sin embargo, al meter el cuarto gol, y así asegurarse la victoria, a José se le fue la pelota, y prefirió liarla yéndose a celebrar el gol justo delante del banquillo contrario.

Una vez más, al terminar el encuentro, no se habló del hat trick de CR9, tampoco del gol del recuperado Kaká, ni tan siquiera de la gran pizarra del entrenador. Al final, se habló del feo gesto del portugués y si lo hizo para saludar a su hijo o no.

Mou y sus defensores dicen que sus espectáculos son premeditados y que tienen un fin, quitar presión a sus jugadores y cargársela él a sus espaldas, cuál Cirineo acepta su pesada cruz. Sin embargo, ayer, esta excusa no servía, ya que lo que hizo fue quitarles el minuto más que merecido de gloria.

Algo así le ha sucedido a Rubalcaba. Este hombre, tan obsesionado en seguir las directrices de Chomsky, hoy ante el anuncio de otra mierda de alto el fuego de los asesinos etarras, se ha olvidado de que la noticia en sí no necesitaba de más manipulación mediática y que quizás sí, era el momento de dejar a los periodistas hacer su trabajo por ellos mismos.

En su lugar, en una breve comparecencia, no ha admitido preguntas... bueno, no es que no lo haya hecho, es que él ha hecho todo el trabajo. Ha comparecido, ha hecho su declaración, se ha preguntado a sí mismo y se ha respondido.

La quinta estrategia de Chomsky habla de "dirigirse al público como criaturas de poca edad". Pues eso ha hecho, empleando así, el siguiente subterfugio: "Si ustedes me preguntan..." hasta tres veces seguidas, para a continuación responder lo que a él le apetecía.

No puede decir nuestro presidente en funciones que no haya cumplido, ya que lo ha hecho con creces, no sólo acepta preguntas de los periodistas, sino que por si no saben qué preguntar o hacen la pregunta errónea, ya las hace él por ellos...