Hoy pienso que no sé nada de economía, de hecho, como tantos otros españoles, no conocía que tenía una prima tan caprichosa hasta hace poco tiempo. Sin embargo, esto de la prima de riesgo me empieza a sonar igual que ese padre que amenaza a su hija pequeña diciéndole eso de "!ven aquí ahora mismo!", y al ver que la hija no le hace caso, opta por poner voz autoritaria y amenazar con el clásico "ven aquí antes de que cuente hasta tres".
Seguidamente el padre comienza veloz y seguro con el "uuuuno"...
Tras una pausa de varios segundos, entona un "dooooooooosss" algo más largo y dubitativo. Y es entonces cuando se le pasa por la cabeza la idea de que su dulce hijita de 3 años no tenga la menor intención de acudir a su llamada...
Es hora de cantar un "dos y meeeeedio" esta vez de forma dulce y desenfadada, probando así otro truco, a ver si de esta forma la pequeñaja opta por hacer algo de caso a su padre... en ese momento se acaban las ideas. El padre no sabe qué camino escoger. Por vez primera es consciente de que la niña no va a acudir.
El problema es que cuando empezó a contar no se le pasó por la cabeza esa opción, así que ahora lo único que quiere es ganar tiempo, y que la niña acabe volviendo a su lado... porque... ¿y si dice 3? Se verá forzado a acudir a ella y darle un azote en el culo, pero eso supondría reconocer su falta de autoridad, además del consabido berrinche y una mirada condescendiente de mamá, una de esas de "yo no digo nada, pero es que la tienes muy mimada..."
Es entonces cuando el padre intenta un desesperado y retorcido "dos y treeeees cuaaaaartos"...
El problema es que cuando empezó a contar no se le pasó por la cabeza esa opción, así que ahora lo único que quiere es ganar tiempo, y que la niña acabe volviendo a su lado... porque... ¿y si dice 3? Se verá forzado a acudir a ella y darle un azote en el culo, pero eso supondría reconocer su falta de autoridad, además del consabido berrinche y una mirada condescendiente de mamá, una de esas de "yo no digo nada, pero es que la tienes muy mimada..."
Es entonces cuando el padre intenta un desesperado y retorcido "dos y treeeees cuaaaaartos"...
Y ahí estamos nosotros ahora. La prima era peligrosa cuando rozaba los 400 puntos. Con 500 sonaba a fin del mundo, o al menos de esta nuestra España. Y hoy cerca de los 600 seguimos igual, con una semi-intervención consumada, una Grecia que nos deja tirados con nuestros argumentos de que ellos eran el problema y una Italia que tampoco se solidariza con nuestro drama...
Como dije al principio, no entiendo de economía y me queda la duda de saber si sería mejor que a Papá se le acabase la paciencia y gritase 3, y nos diese un buen par de azotes en el culo o si por el contrario tendría que desear algo más de benevolencia por su parte a ver si, con suerte, esta hijita caprichosa de España da unos pasitos hacia él y ganamos algo de tiempo...
Lo peor es que mientras escribo esto, mi niña se me ha escapado de mi lado y ya he soltado inconscientemente el dichoso "ven aquí antes de que cuente hasta 3!"
Por favor, que me haga caso antes de que le prima llegue a 600...
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