Hoy pienso que me imagino que un productor de cine que ya tenía apalabrada la contratación para una película con Maribel Verdú, decide retractarse y no contratarla por sus declaraciones el otro día en los Goya. Seguramente ese productor tendría que haber dejado España y buscado asilo político en algún otro país...
Imaginad que un equipo de fútbol no contratase a Kanouté (exjugador del Sevilla, por sus repetidos apoyos a la causa palestina) excusándose en que no contrata a alguien con ideas antisemitas. No cuesta mucho figurarse la consecuente manifestación de musulmanes, progresistas y demás gente de buen vivir gritando improperios contra el Presidente de ese club...
Pongámonos ahora en el caso de que otro equipo de fútbol no contrata a un jugador por ser catalán, hablar esa lengua y por defender la independencia catalana...
Por último, supongamos que un equipo de fútbol contrata a un entrenador y a su ayudante y que horas antes de la firma oficial del contrato, unos cuantos seguidores radicales protestan con amenazas e insultos por la contratación del segundo entrenador, porque... dice que es español (?).
Esto último ha ocurrido. El equipo es el Celta de Vigo, el entrenador Abel Resino y el segundo entrenador el visceral ex-jugador de fútbol Salva Ballesta.
Los celtarras, esos cabestros contratados por el Celta para armar ruido y follón durante sus partidos, acusan a Salva de ser un facha.
Él ha afirmado que "no tiene idea políticas fijas" pero que es español y a mucha honra y que "así tenemos que ser todos los españoles, porque vas a cualquier país y lo defienden a muerte. Aquí parecemos todos gilipollas".
Lo curioso de la historia es que ante una situación tan vergonzante, nadie se ha alarmado, nadie se ha indignado y la noticia no ha dejado de quedarse en una mera anécdota para cubrir una página en mitad e un diario deportivo.
De los celtarras no voy a opinar, porque de ellos, como de todas las aficiones radicales de cualquier equipo, me espero cualquier cosa, pero el Presidente del Celta ha estado poco acertado en esta decisión, por no decir que ha actuado de forma cobarde, discriminatoria y absurda.
Abel Resino también me ha defraudado. Un entrenador que pelea tan poco por su persona de confianza, no creo que luche mucho más por sus chicos y demuestra, además, tener pocos valores. No quiero pensar si a Jose Antonio Camacho le hacen eso con su querido Pepe Carcelén... o el mismísimo Del Bosque si a Toni Grande lo hubiesen discriminado de esa forma...
Por último, los medios, que tampoco han estado a la altura. Como decía al principio, si se hubiera tratado de un vasco que apoya a ETA y el presidente del Málaga, por ejemplo, no lo contrata por eso, en España habría habido un debate nacional, y hubiese sido una cuestión de Estado.
Busco artículos sobre el tema y me llama la atención un diario vasco que acusa sin pudor a Salva de Facha porque "ha lucido en sus botas de fútbol la bandera española y una inscripción, "con hierro incandescente", que reza 'Arriba España'". Según el mismo artículo, está claro su fascismo porque "reconoció haber votado al Partido Popular, aunque le retiraría el voto "si lo hacen mal", y afirma que nunca votaría al PSOE", tildándolo, para finalizar, de "religioso y cristiano", dos grandes pecados en uno...
Bueno, esta es nuestra España, ésa en la que una actriz que ha hecho anuncios para el Corte Inglés y que ha anunciado hipotecas para un banco, sale a recibir un premio con un vestido de Dior valorado en más de un millón de las antiguas pesetas y espeta que le gustaría dedicar este premio Goya "a toda esa gente en este país que ha perdido sus casas, sus ilusiones, sus esperanzas, su futuro, e incluso sus vidas, por culpa de un sistema quebrado, injusto, obsoleto que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”.
Mejor no mentar la gala de los Goya... aunque me quedo con una frase de Alfonso de Villalonga, cuando salió a recibir su premio y que resume nuestro país de botarates... "Bona nit. Ah, no. que no se puede hablar de política".
Dice un amigo mío que, por suerte, decir que uno es y se siente español todavía no es pecado ni delito... y yo mirando con perspectiva y algo consternado, me pregunto si eso es del todo cierto...