martes, 12 de julio de 2011

Hasta pronto Peter Pan

"Ser joven, no es tener pocos años. Es conservar viva la ilusión en el alma y despierta la capacidad en el espíritu para soñar; es vivir con intensidad y lleno de fe el corazón".
Luis A. Ferré
Gracias, Peña el Callo

Hoy pienso que es ley de vida... o eso dicen.

Nacemos, crecemos, maduramos y morimos. Es un proceso humano, natural y que sucede sin darnos cuenta.

Tus gustos van cambiando con la edad. Cuando eras niño podías pasarte en la piscina horas jugando a bucear y no entendías cómo tus padres usaban ese mundo acuático tan sólo para darse un chapuzón de 20 segundos. Sin embargo, el tiempo pasa y sin darnos cuenta, ahora somos nosotros los que nos tiramos y nos salimos de la piscina y preferimos hablar.

Era incomprensible cómo podían ver ese aburrido telediario o escuchar las noticias en la radio del coche... y ahora te descubres oyendo Radio Nacional...

Ves fotos donde apareces con pelo, delgadito e imberbe, igual que tus amigos, con cara de no haber roto un plato, y te vienen a la mente todas aquellas aventuras que pasaste con ellos. Las primeras cervezas, el primer viaje a la playa, fiestas sin padres y sin su correspondiente permiso, los primeros ligues...

Por eso, cuando aún nos atrevemos y organizamos esporádicamente algún viaje juntos, al principio parece algo extremo, alocado, sin sentido. La gente te mira raro. No es normal que unos amigos quieran viajar solos un fin de semana sin mujeres ni niños, y si lo hacen es porque algo malo traman, no puede ser bueno.

Ni nosotros somos conscientes de lo que supone hasta que no estás allí. Sin embargo, cuando el viaje comienza, es como si estuvieses en una máquina del tiempo, en la que poco a poco, kilómetro a kilómetro, el pequeño Peter Pan que aún vive dentro de ti, saliese de nuevo.

Casi sin quererlo, todo vuelve a tener sentido, o quizás es simplemente es que no lo tiene porque al igual que cuando tenías 18 años, nada tiene importancia. No hay hipotecas, no hay hijos, no hay mal de amores... ni tan siquiera malditas enfermedades que se llevan a nuestros seres más queridos. Estamos los de siempre, con nuestros defectos y nuestras virtudes, con nuestros piques, con nuestras diferencias, unos más calvos, otros más gordos, a unos la vida les trata mejor, a otros, por desgracia, no les quiere tanto. Pero nada importa, allí, por dos días, volvemos a ser esos amigos que se ríen por todo y no lloran por nada, bueno sí, algunos lloran también, pero pronto se le pasa.

Y luego toca volver a casa, y te sientas en el sillón y te sientes Segismundo preguntándote si los sueños sueños son, y si lo de ayer fue una ilusión o un frenesí que sucedió hace 20 años... y ves la vida pasar... y entonces sonríes y te sientes bien, y abres el correo electrónico y descubres que tus compañeros de biografía siguen a tu lado, como ayer y antes de ayer... y seguro que como mañana.

Y oyes a tu pequeña que te llama, "ven ya, Papá", y te toca ejercer de tal, y sonríes, porque ayer lisonjero me vi, pero hoy no estoy destas prisiones cargado... entonces guardas a tu pequeño Peter Pan en el bolsillo escondido de tu alma y le dices, "no te preocupes, pronto tus amigos vendrán a por ti otra vez, porque ellos son los que nunca te fallarán... "

Pero le cuesta irse. Y me meto en la piscina y me paso horas disfrutando con el resto de niños jugando a pillar...

Ahora sí, es hora de acostarse, hasta pronto, Peter Pan...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos maravillosos y melancólicos retornos a la juventud y sus locuras, son uso exclusivo de los hombres, padres o no, q tan fácil os resultar desentenderos de todo aunq sea dos días.

Gabi dijo...

¡Qué texto mas bonito Agu! Me he emocionado...

Anónimo dijo...

Esto tiene banda sonora:Dani Martín,je,je. Ya sabes quién soy,eh?
Esta bien,lo entiendo,pero cierto es q a los tíos os cuesta menos desentenderos. Es la vida..
No x eso sois peores,sólo inferiores (es broma, q te picas).
Es bonito sacar a Peter,pero de vez en cuando, no demasiado,sí no, no lo saboreas.
La vida tiene sus fases (Dani Martín otra vez) y el secreto de la felicidad es saber disfrutar en cada una,aunque tengas q sobrepasar la anterior.
En la actualidad vuelvo a tener los dedos arrugados en la piscina,aunque no este tanto rato dentro x libre elección. Se echa de menos a Peter,pero q bonito es escuchar "Papá bañate conmigo".
Ahora Wendy es mayor, pero siempre tendrá a sus amigas al lado, seguirá "peleandose" con sus hermanos,pero hay q sumar muuuchho más a la vida de Wendy (lo peor la hipoteca, lo mejor los hijos, q ayudan a recordar lo importante q es ser feliz en la infancia).

pino dijo...

Dani Martín? Yo soy más de Ismael Serrano:

"Si Peter Pan viniera a buscarme una noche azul,
que me sorprenda a oscuras. Por favor, que no dé la luz,
no vaya a descubrir que suelo mentir
cuando juro ser aún ese niño"

Anónimo dijo...

Eres un tío afortunado por tener eso.
Eres un tío listo por poder saborearlo.
Y eres un tío sabio por saber apreciarlo.

Me alegro de que no se desperdicie algo así.

PD: No tiene nada que ver con ser hombre o mujer!!! Cuán mala es la envidia!

Anónimo dijo...

Desde luego, a mi me da envidia, pero q todos, en algun momento revivimos la infancia y x un momento volvemos a ser niños. De igual modo, revivimos la adolescencia y, x un momento volvemos a ser adolescentes. Eso es sanisimo a nivel psicologico y nos ayuda a recordar quien somos, afianzando asi nuestra personalidad.
Pero es cierto, q las madres volvemos a la adolescencia mas dificilmente x nuestras circunstancias (quizas en San Lucas).
Pero eso es asi y a cambio nuestros hijos tienen mamitis, je, je.
Creo q todos deberiamos llamar a Peter Pan de vez en cuando, solo y en pareja. Hace poco estuvimos de boda sin niños y me sentia "ennoviada" y no "madre y esposa", y creo q ayuda a todos los niveles a no perder nuestro propio norte.