martes, 29 de enero de 2013

El machista de Grey

"Leer a Grey es el primer síntoma de maltrato a la mujer"
Rosario Ballester

Hoy pienso que sería demasiado pretencioso por mi parte pensar que mi blog lo lee alguien más que mis cuatro amigos que con cariño y paciencia aguantan mis reflexiones, pero lo cierto es que el viernes fue "mentar la bicha" y alguien salió a dar dos tazas de caldo.

Hablaba yo en mi post de las medidas tan desproporcionadas que se llegan a tomar en nombre de la igualdad y, auguraba que alguien acabaría por obligar a hacer los servicios públicos unisex. Esa misma mañana la Coordinadora del Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía en Huelva, tuvo a bien relacionar la lectura de un best seller mundial, que trata sobre la relación sexual de una universitaria recién graduada y un joven magnate de negocios que hace las delicias de esta chica y, según parece, de toda aquella que se sumerge en la lectura de la novela.

Esta tal Rosario, política de profesión, no se quedó ahí, cogió carrerilla, bebió agua y dejó otra perla, relacionando el uso de los "taconazos" de la mujer como otro síntoma de la violencia de género.

Esta vez ni tan siquiera hablamos de igualdad. Hablamos de un tema tan serio como dramático, la violencia doméstica (ya sabéis que lo de violencia de género es una traducción literal del inglés que no me gusta nada).

Dicen que no hay nada más peligroso que una feminista de izquierdas, ya que la supuesta legitimidad moral de sus ideas progresistas se refuerza con la defensa a ultranza de la igualdad entre sexos y eso, al final, lleva a adoptar como modus vivendi el aforismo maquiavélico de que "el fin justifica los medios" .

Y en eso estamos, una mujer que estudió biología y nunca ejerció como tal, y que imagino que su frustración fue no poder hacer como su colega de estudios, Ana Obregón, y lucir palmito por todas las televisiones, por lo que no le quedó otra que dedicarse a la política. Y ahora, aquí está ella, censurando un libro que seguramente ni ha leído y metiéndose con el tipo de zapatos que se ponen las mujeres.

¿Qué será lo siguiente, que pintarse las uñas es hacer apología del lanocinio? ¿o que el perfume es un arma de atracción sexual masiva?  Bueno, aunque no creo que Rosario lea mi blog, mejor me quedo con esta chirigota y así no sigo dando ideas...


jueves, 24 de enero de 2013

Peluquerías y peluqueríos machistas

Hoy pienso que la más injusta de las desigualdades entre hombres y mujeres es, precísamente, intentar que seamos iguales.

Los hombres y las mujeres, por propia naturaleza no podemos ser idénticos,es más, no debemos tratar de serlo. No me entendáis mal, no me refiero a la discriminación en sí, faltaría más. Me refiero a tratar de homogeneizar al hombre y la mujer, evaporando la esencia de cada uno hasta conseguir al híbrido perfecto. Imagino que el día que eso se consiga, la especie humana desaparecerá.

Esta reflexión me viene a la cabeza tras leer una noticia que me ha dejado perplejo. Y esta vez no proviene de la Bibiana de turno, llega de Finlandia, ese país al que a menudo proponemos como paradigma del sentido común y la sensatez.

Pues bien, ha sido un hombre, el Defensor del pueblo finlandés el que ha advertido a todos lo peluqueros (y peluqueras) que han de poner el mismo precio para todos los cortes de pelo, ya sean de hombre o mujer. Según este iluminado, es totalmente discriminatorio que el precio varíe por la única causa del sexo.

No voy a entrar en la obviedad de que cada uno debería ser libre de establecer los precios que se le antojase, no vaya a ser que me tachen de exacerbado liberal, pero aún así, creo que está más que justificada la diferencia de precio entre los cortes de pelo de las mujeres y la de los hombres por el tiempo y la maña que conlleva cada uno de ellos. Es más, cuando algún hombre pide unas mechas o algo fuera de lo común, se lo cobran igual que a una mujer... de hecho, algo me dice que a Cristiano Ronaldo su corte de pelo semanal no le cuesta 10 €...

Bueno, alguno podría pensar en ese adolescente seguidor de Metallica, con el pelo hasta los glúteos que entra a una peluquería pidiendo que le recorten las puntas... o en esa mujer que con el pelo corto pide un arreglo. Pues creo que, hasta en ese caso, llevaría más tiempo y destreza dejar a la mujer con el mismo peinado que Demi Moore en Ghost que reencarnar al imberbe rockero en el mismísimo Kurt Cobain.

Imagino que para el Ombudsman finlandés sería más justo establecer unos precios estandard, algo así como una lista de precios donde figure con exactitud el tipo de corte de pelo y su tarifa. Corte de pelo a lo Madonna, 15 €.... Laday Gaga, que está más de moda 25 €...

Otra opción puede ser por cantidad de pelo cortado. Al final del corte, se recoge todo el pelo del suelo y se pesa. Tantos gramos, tantos euros. Esto sería menos controvertido que hacerlo por longitud, porque a ver cómo demuestras que llegaste con 17 centímetros de pelo y saliste con 13 y no con 12...

Quizás la mejor solución sea poner un contador, como en los taxis, cobrando por tiempo dedicado al cliente. Sin embargo, podrían empezar las suspicacias... "Oiga señor peluquero, sáltese esa patilla en ámbar y así terminamos antes!" o "No meta mucho la maquinilla por el cogote que ahí siempre se atasca..."

Por la misma razón, supongo que también deberían prohibir las peluquerías unisex, tanto para mujeres como para hombres. Es más, deberían exigir a ese peluquero de barrio de los de toda la vida, que no sale de sus cortes de pelo de cepilllo que haga un cursillo de permanentes y mechas por si alguna mujer quiere nutrirse de sus servicios...

Fue hace mucho cuando vaticiné que acabarían prohibiendo los baños públicos separados... creo que la cuestión no es ya si eso será una realidad o no, sino cuándo y qué país será el primero en hacerlo...

miércoles, 16 de enero de 2013

Contricción a la carta

"Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre, Redentor mío,
por ser vos quien sois, bndad infinita
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberos ofendido,
también me pesa porque podéis castigarme con
las penas del infierno.
Animado con tu divina gracia,
propongo firmemente
nunca más pecar, confesarme
y cumplir la penitencia que me fuera impuesta,
por el perdón de mis pecados.
Amén"
Acto de Contricción

Hoy pienso que esto de las confesiones ya no es lo que era. Nos educaron de pequeñitos (al menos los que estudiamos en colegio de curas) que no había que pecar, pero que si se pecaba (de pensamiento o de obra, ojo! que todavía me acuerdo) había que arrepentirse, confesarse ante el sacerdote, que ejercía de intermediario ante Dios y cumplir la penitencia impuesta. Era lo que se llamaba el Acto de contricción.

Hace unos días, el Partido político al que pertenece Durán y Lleida, Unió (perdonad si no pronuncio bien el catalá) confesaba y admitía que se había financiado de forma ilegal y llegaba al acuerdo con la fiscalía de devolver el dinero malversado a cambio de que no hubiesen represalias legales ni jurídicas.

Ante esto, el sibarita de Durán, que hace unos años se comprometió a voz en grito a dimitir si su partido era pillado en algún acto de corrupción relativo a la financiación del partido, sale ante los medios, y al más puro estilo Jesucristo, cuenta una parábola para justificar su apalancamiento al sillón y no irse a su casa.

Por otro lado, leo en el periódico que Josep Pujol Ferrusola, el hijo del molt honorable Jordi Pujol confiesa que sí, que tiene dinero en alguna que otra isla paradisíaca donde guardan tu dinero con tanto cariño, pero que es poquito, calderilla... nada "agarrao" que diría algún paisano mío. Y si descubren algo más, "no se preocupen, es que allí hay más gente con mi nombre y apellidos"... me cuesta imaginar la de Pujol Ferrusola que deben andar por las calles de las Islas Caiman soltando billetes...

Cuando uno ya desespera y piensa que en este país no tenemos remedio, de pronto uno pone la radio y se da cuenta de que no es así, bueno, no es que tengamos remedio, ojo, si no que no somos los únicos que no tenemos remedio.

Resulta que Lance Armstrong también ha confesado. No ha hecho falta enfocarle con un flexo y echarle humo en la cara para hacerle cantar, tan "sólo" una serie de evidencias que lo dejaban tan retratado que ni el propio diablo hubiese sido capaz de defenderlo en un juicio sin ponerse colorado.

Desconozco cuál es la causa de este repentino acto de contricción cuando hasta hace dos meses negaba la mayor y aún se paseaba por distintos actos públicos presentándose orgulloso y en tono chulesco al más puro estilo CR7, como el campeón de 7 tours, sin embargo, algo en mi interior me dice que el motivo debe tener muchos ceros...
El caso es que al leer la noticia, no he podido evitar preguntarme qué sentido tiene una confesión a posteriori, es decir, admitir tu error o delito cuando ya te han pillado. Es decir, entiendo que lo haga, pero no entiendo que se le exonere de su castigo por esa razón.

Os imagináis un ladrón de bancos al que pillan con el botín y le dice al Juez "está bien, aquí tienes el botín, negociemos, yo os devuelvo la pasta y me dejáis que me vaya para casa".

O peor aún, un pobre diablo que es pillado por su santa esposa en pleno coito extramarital, y ni corto ni perezoso le espeta: "está bien, negociemos, vuelvo a casa, termino lo que me has pillado haciendo... pero contigo y todos tan contentos".

De una forma u otra, en mi opinión, esto del acto de contricción se está desvirtuando, parece una negociación en pleno mercadillo, en la que el objetivo es que ambas partes salgan ganando, como si lo menos importante fuese el acto cometido. En otras palabras, un acto de contricción a la carta.
Yo por si acaso, tomo nota y me voy preparando la confesión de mis pecados, a ver qué regateo con el de arriba...