"Leer a Grey es el primer síntoma de maltrato a la mujer"
Rosario Ballester
Hoy pienso que sería demasiado pretencioso por mi parte pensar que mi blog lo lee alguien más que mis cuatro amigos que con cariño y paciencia aguantan mis reflexiones, pero lo cierto es que el viernes fue "mentar la bicha" y alguien salió a dar dos tazas de caldo.
Hablaba yo en mi post de las medidas tan desproporcionadas que se llegan a tomar en nombre de la igualdad y, auguraba que alguien acabaría por obligar a hacer los servicios públicos unisex. Esa misma mañana la Coordinadora del Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía en Huelva, tuvo a bien relacionar la lectura de un best seller mundial, que trata sobre la relación sexual de una universitaria recién graduada y un joven magnate de negocios que hace las delicias de esta chica y, según parece, de toda aquella que se sumerge en la lectura de la novela.
Esta tal Rosario, política de profesión, no se quedó ahí, cogió carrerilla, bebió agua y dejó otra perla, relacionando el uso de los "taconazos" de la mujer como otro síntoma de la violencia de género.
Esta vez ni tan siquiera hablamos de igualdad. Hablamos de un tema tan serio como dramático, la violencia doméstica (ya sabéis que lo de violencia de género es una traducción literal del inglés que no me gusta nada).
Dicen que no hay nada más peligroso que una feminista de izquierdas, ya que la supuesta legitimidad moral de sus ideas progresistas se refuerza con la defensa a ultranza de la igualdad entre sexos y eso, al final, lleva a adoptar como modus vivendi el aforismo maquiavélico de que "el fin justifica los medios" .
Y en eso estamos, una mujer que estudió biología y nunca ejerció como tal, y que imagino que su frustración fue no poder hacer como su colega de estudios, Ana Obregón, y lucir palmito por todas las televisiones, por lo que no le quedó otra que dedicarse a la política. Y ahora, aquí está ella, censurando un libro que seguramente ni ha leído y metiéndose con el tipo de zapatos que se ponen las mujeres.
¿Qué será lo siguiente, que pintarse las uñas es hacer apología del lanocinio? ¿o que el perfume es un arma de atracción sexual masiva? Bueno, aunque no creo que Rosario lea mi blog, mejor me quedo con esta chirigota y así no sigo dando ideas...
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