jueves, 11 de abril de 2013

Escracheando justicia social


Hoy pienso que leí hace unos dias un artículo sobre el drama de una anciana con principio de Alzheimer que iba a ser desalojada (no deshauciada) de su piso que tenía alquilado desde hace décadas.

Explicaba el periodista la mala suerte de esta pobre mujer, lo que había sufrido a lo largo de su vida y cómo ahora (viuda, enferma y unos cuyos hijos mayores ya independizados) veía, impotente, cómo el dueño del piso le obligaba a abandonar su casa de toda la vida.

Conforme iba leyendo el artículo, empecé a pensar en el dueño del piso, ya que los propios datos que ofrecía el artículo daba pie a pensar también en la situación de este hombre cuyo único pecado era tener un piso en propiedad y querer utilizarlo para su propio uso.

La historia es la siguiente, un señor posee un piso en plena Castellana, comprado a base de esfuerzo, me imagino, o quizás heredado, pero es lo de menos, porque eso no desvirtúa su derecho a la propiedad (todavía) pero se va a vivir fuera de Madrid y decide alquilarlo. En aquel entonces, la,ley obligaba a mantener el precio del alquiler de forma invariable, por lo que tras varias décadas, ese piso, que hoy su compra costaría un riñón y su alquiler podría estar por encima de los 1.500 €, seguía dando un rendimiento al dueño de 350€ y sin posibilidad de venderlo. Son los llamados pisos de renta antigua.

A todo esto, la hija de nuestro amigo decide estudiar la carrera en Madrid, donde un piso compartido para un estudiante en esa zona ya superaría los 400€, y el padre, decide ponerlo en conocimiento de su inquilina, para que, con tiempo, se vaya buscando otra cosa y así darle uso particular al piso que hace muchos años compró y siempre le perteneció.

En el artículo también hablaba el hijo de la pobre señora, según el cual hasta este momento estaba ayudando a su madre con el alquiler, pero que ahora no sabía qué iban a hacer, porque tendría que buscar un piso mucho más caro, en una zona no tan buena o meterla en una residencia... En ese momento pensé, y por qué tiene que cargar con esa responsabilidad el arrendador antes que sus hijos? Es decir, es justo que esta mujer siga viviendo en un sitio elitista aunque no pueda pagarlo y mientras tanto el dueño tiene que sufragar un coste muy superior para que su hija estudie una carrera? Imagino que es una pregunta tan políticamente incorrecta que nadie la ha hecho.

Y mientras pensaba en ello y me sentía mal por entender la postura del dueño (¿Seré un capitalista redomado, explotador y sin sentimientos? ¿O un puto facha, como me decía un admirador hace poco?) me sorprendí leyendo una nueva noticia. 

No podía ser otra, mi querida Junta de Andalucía acaba de aprobar un decreto anti-desahucios que introduce medidas como la expropiación temporal por un plazo de tres años del uso de las viviendas "en inminencia" de desahucio .

¡Bien! Una medida contra los malvados bancos que siguen destrozando la vida a miles de personas, un poco de medicina de justicia social no les vendrà mal.

Seguí leyendo, y vi otra novedad prevista en la norma, la creación "por primera vez" de un registro de viviendas deshabitadas con el objetivo de "arrojar luz sobre una realidad incomprensiblemente desregulada y opaca".

¡Bien! Otra medida contra los ricos y especuladores que tienen su inmerecido y abundante patrimonio invertido en pisos. Se les ha acabado el chollo. Por fin hay un gobierno valiente que se atreve a meter mano a toda esta panda de "abusaores" (dicho con acento cubano suena más creíble) y se muestra dispuesto a ejercer un poco de esa justicia social que tanto escracheamos.

Tengo un amigo que se compró un piso, lo arregló y lo tiene de dulce. Es soltero, y por suerte, lo puede ir pagando, con su trabajo y su sudor. El año pasado se marchó al extranjero, valiente él, a hacer lo que más le gustaba, trabajar (es andaluz, para los de los clichés) y con mucha tristeza, dejó su piso cerrado hasta su vuelta. ¿Alquilarlo? Estando a miles de kilómetros y sin poder hacerse cargo de las obligaciones y derechos de un arrendador, es algo imposible.

Querido amigo, ten cuidado, porque cuando vuelvas, igual te encuentras tu piso ocupado, y no rechistes, la justicia social es así, o estás con ella o contra ella....

2 comentarios:

carserbar dijo...

Soberbio. No le tocaba ni una coma.

Daniel López Jurado dijo...

Coño! Agus!....ese del piso....lo conocemos los dos? o solo tu?
jajajaja
Es que despues de la que se organizo en FB, no lei este blog, sino que directamente segui por FB, pero me lo deje apuntado y hoy....al leerlo...JAJAJA

Ya me diras!

Un abrazo grande, desde miles de km...