Ayer, mientras revisaba el BOE y echaba un vistazo a las subvenciones concedidas por España para la divulgación, promoción y defensa de los derechos humanos, me llamó poderosamente la atención la ayuda otorgada a la Asociación de "Gays and Lesbians of Zimbawe".
Así mismo, también la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, está entre los "premiados", con un proyecto sobre el Observatorio de la diversidad de orientación sexual e identidad de género en países de mayoría musulmana.
Zimbawe es un país presidido desde hace casi 30 años por Mugabe, un controvertido presidente acusado de genocidio y corrupción y que ganó unas más que sospechosas elecciones este mismo año. No hay derechos humanos en este país, de hecho, la homosexualidad es ilegal y está castigada con severas penas.
Mugabe es íntimo amigo y aliado de Chavez, el venezolano, y de Ahmadinejad, el iraní, ambos dictadores escondidos bajo una democracia de papel y en cuyos países, por cierto, la homosexualidad no está permitida.
En los países islámicos, la homosexualidad es también castigada incluso hasta con la pena de muerte.
Esta es la alianza de civilizaciones, esa con cuyos miembros nuestro querido Presidente fomenta la colaboración y la amistad.
Lo que no entiendo es por qué si éstos son sus amigos y pide respetar sus creencias y formas de gobierno, ¿por qué subvenciona asociaciones consideradas delictivas en sus países de origen?
Ya estoy viendo a ZP y Moratinos, rebautizando una vieja canción de Objetivo Birmania y cantando a dúo "uf, vaya lío, los enemigos de mis amigos son mis amigos"
¿Será demagogia Zerola o simplemente ignorancia?