Hoy pienso que la Ley de Memoria Histórica no me parece mal como ley que sirva para utilizar el pasado y recordarlo con el fin de honrar y unir más a todos los españoles.
El problema es que esta Ley se desvirtúa si se usa para sacar odios dormidos y tratar de vengar viejas rencillas. Nunca debemos olvidar lo atroz y cruel que la guerra civil fue. Se enfrentaron hermanos contra hermanos y amigos contra amigos. Se cometieron barbaridades, porque unn guerra es eso, la legitimación de la violencia sin límite.
Gracias a los españoles, durante finales de los 70 pudimos pasar página. De forma ejemplar todos quisieron perdonar, que no olvidar, y volver a ser una sola España.
Sin embargo, desde hace 6 años, ha vuelto a salir el tema de la Guerra Civil y las atrocidades que se cometieron, pero no con el fin de de saber qué sucedió para aprender de aquello, sino con el objeto de revancha y hasta de venganza.
Este ZP ha decidido cargarse de un plumazo la historia de España durante 40 años. Ya sé que vivimos una dictadura, que Franco cometió atropellos propios de un ególatra fascista, pero eso no da pie a cambiar el nombre de todas las calles que estén dedicadas a personas que tuvieron un cargo institucional en aquella época, porque al igual que ahora, hubo alcaldes mejores y peores y muchos que ni siquiera representaban el caciquismo y la ideología fascista de entonces.
Eliminar estatuas por doquier, con premeditación y nocturnidad, como si estuviesen cometiendo un delito. Fue muy significativo para mi que quitasen la estatua de Franco de Nuevos Ministerios, hace unos años, ¿por qué lo digo? Porque allí mismo hay un monumento dedicado a Largo Caballero ministro de Trabajo durante la República y uno de los impulsores del intento de golpe de Estado de 1934. Luego acabó siendo presidente de esa misma República que él intentó derrocar a golpe de pistola, porque entonces sí, gobernaba quién él quería.
Hoy leo que la Vicepresidenta Fernández de la Vega ha cesado al Presidente de Patrimonio sin consultar al Rey, como se hacía tradicionalmente, debido a una diferencia de criterios, ya que la Vice quiere cerrar a toda costa el Valle de los Caídos.
El Valle de los Caídos es una obra representativa de los 40 años de dictadura de Franco, la forma en que se construyó y lo que alberga y representa es motivo suficiente para que sea una visita obligada para todos los escolares de nuestro país. Debemos aprender de nuestra historia para no cometer los mismos errores.
Los polacos, nada más terminar la II Guerra Mundial, a pesar de las ganas de olvidar y de quemar aquel campo de concentración maldito en el que se cometieron millones de atrocidades, decidieron mantenerlo vivo, precisamente para no olvidar nunca lo que allí sucedió durante varios años.
Tenemos que agradecer a muchos de nuestros antepasados no haber acabado con monumentos como la Alhambra, aunque para ellos proviniese de su peor enemigo. No creo que nadie dude de que arquitectónicamente, la Basílica del Valle es una magnífica obra, ¿por qué eliminarla entonces?
Debemos aprender a recordar el pasado en armonía y vivir el presente en paz, para poder dejar en el futuro un legado de prosperidad.
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