Ni el chapote cipote y su desprecio a la magistrada, ni Moratinos y su doble rasero con las huelgas de hambre, tampoco los sindicatos y su cada vez más vergonzante conducta, de la que ya han hecho una profesión, ni siquiera nuestro Presidente y su forma de entender la democracia y el valor de la Constitución.
Hoy pienso en la Selección, la Furia española o la otra Armada española (eso de la roja no lo acabo de ver). Estamos haciendo historia, como Rafa, Gasol y sus chicos del basket.
Pero esto es demasiado ¿por qué? Pues quizás, porque aunque siempre lo hemos soñado, nunca realmente lo habíamos creído. Puede que, en el fondo, estuviésemos acostumbrados a que nos fallasen en el último momento.
Vale, los españoles seguimos siendo los mismos, hemos dudado tras el primer partido, 90 minutos sirvieron para empezar a buscar culpables. Los de siempre ya sacaban la mueca retorcida y decían eso de "como siempre".
Por suerte, ellos no son los mismos. Saben asumir responsabilidades. El portero no sólo es bueno casi siempre, es bueno cuando hay que serlo. Tenemos un delantero que no sólo no tiene el síndrome Cardeñosa, sino que las mete con la izquierda, y si no entra, con la derecha. Tenemos un genio chiquitito, sin tatuajes y orgulloso de ser de Albacete. Tenemos un Niño que aún estando en baja forma da miedo. Tenemos una computadora humana que ha dejado a su maestro Guardiola como mero aprendiz de futbolín. No nos conformamos con un tarzán, también tenemos a Greystoke. Y el resto... el resto son igual de buenos.
Hoy, mañana y pasado, seguiré disfrutando... hasta que me vuelva a pellizcar pensando que ese sueño ya lo había vivido antes... hace dos años...
Y si encima la periodista española a pie de campo es guapa... pues bien por Iker, qué coño! Y a los envidiosos extranjeros, que les den!
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