martes, 5 de octubre de 2010

La política del apaciguamiento

Hoy pienso que es fácil juzgar con el paso del tiempo, es cierto.

Sin embargo, si de algo sirve la historia es para aprender de los errores del pasado. En este caso me refiero a Venezuela, por supuesto.

Que Hugo Chávez es un sinvergüenza y un desalmado no lo diré, porque no descubriría nada. Pero que España le deje una y otra vez dejar y hacer lo que quiera, eso es lo que no tiene nombre.

Desde el famoso "por qué no te callas", hasta la venta de armamento desde que Zp llegó al poder. Y ahora, en los últimos tiempos los rumores de la presunta relación de su gobierno y la cooperación entre las FARC y ETA.

Con esa chulería característica, le decía este personajillo hace unos meses a nuestro ZP que "no tenemos nada que explicarte, compadre", mientras ZP sonreía con esa cara de lelo y seguramente pensaba "lo importante es la foto".

Está bien, nuestro Zp, unido a su superego en materia de paz, Moratinos, creen firmemente en la política del apaciguamiento, esa en la creía Neville Chamberlain, primer ministro británico los años previos a la II Guerra Mundial.

Este Chamberlain, ya en 1931 prefirió no sancionar a China por su invasión a Manchuria. "total, dónde está Manchuria?" debió pensar.

En 1933 Hitler llega al poder y comienza a reivindicar territorios. Chamberlain piensa que no importa, con tal de que los comunistas, el verdadero peligro para él, no muevan ficha.

Hasta 1939 Hitler fue invadiendo países y la política del apaciguamiento seguía siendo el lema de Sir Neville, "la Sociedad de Naciones no apoyará a países pequeños", llegó a decir ante la Cámara Baja, dejando a países como Checoslovaquia, Austria y Polonia, entre otros, a merced del loco Adolfo.

El 10 de mayo de 1940, cuando la Guerra era ya un hecho, Churchill, ese gruñón de ideas intransigentes y hasta radicales, es nombrado Primer Ministro. Sir Chamberlain confiesa desolado su fracaso:
"Este es un día triste, todo en lo que creía se ha derrumbado".
Por suerte, ese viejo intolerante llegó a tiempo para acabar con Hitler, por desgracia, llegó demasiado tarde para salvar millones de vidas que perecieron.

Hoy oigo al Embajador venezolano en España poner en duda las declaraciones de dos etarras que aseguran que fueron entrenados en Venezuela e incluso habla de tortura. Creo que al menos Moratinos debería haber salido en defensa de nuestra policía y no permitir que un representante de uno de los países menos democráticos del mundo ponga en duda nuestro Estado de Derecho, y menos para defender a unos asesinos que encima están siendo protegidos por su país.

Fue Margaret Thatcher la que tomó buena nota de la historia y no se dejó amilanar en 1982 cuando los argentinos invadieron esas pequeñas islas llamadasa Malvinas. La Dama de hierro hizo caso omiso a quienes aconsejaban dejarlo pasar. A día de hoy, ningún inglés duda de que su opción fue la correcta.

En España, con la Isla de Perejil no podemos decir lo mismo. Quizás no sea culpa de ZP, quizás simplemente tenemos lo que nos merecemos...

4 comentarios:

George Smiley dijo...

No puedo resistirme a hablar de la Guerra de Irak. Entiéndanme, la guerra en sí -que yo apoyé y lo sigo haciendo- se podía haber cuestionado y debatido, por supuesto. Me refiero a la posición patológica de "Rendición Preventiva" que tiene este Ser, y muchísimos españoles. La Historia, como bien dice Pino, es categórica: Desde Roma a Polonia, pasando por la Hispania visigoda... si eres débil, serás aniquilado.

Me gustaría recordar que Chamberlain llegó a perpetrar, en septiembre de 1938, la llamada Alianza de Civ... estooo... El Pacto de Múnich, con el que se Inglaterra y Alemania se felicitaban mutuamente, dejando vía libre a la voracidad de Alemania. Y, a la vuelta de La Foto, Azn... estooo... Churchill lanzó una frase para la Historia "Les dieron a elegir entre el deshonor y la guerra... Eligieron el deshonor, y tendrán la guerra"... "Y no vayáis a creer que esto sea un final. No, esto no es más que el comienzo del ajuste de cuentas. No es más que el primer sorbo, el sabor anticipado de una copa amarga que se nos tenderá año tras año, a menos que, recobrando por un supremo esfuerzo nuestra salud moral y nuestra fuerza militar, nos pongamos en pie para defender la libertad como en otros tiempos." -Pegado de internet, aunque recomiendo el libro de discursos del Gran León-. Hago notar, sobre todo, "... recobrando nuestra salud moral...""".

pino dijo...

Gracias por tu comentario, leyéndote siempre creo que me he dejado algo en el tintero...

Anónimo dijo...

¡Qué pesao!

¿Quién soy?

pino dijo...

Sigue sumida en la ignorancia, tranquila, tu niña ya anda... con eso la felicidad está asegurada...