miércoles, 26 de octubre de 2011
El dinero no da la felicidad... ni la educación
sábado, 22 de octubre de 2011
la paz de nuestro tiempo
viernes, 21 de octubre de 2011
Malas personas y peor aún
lunes, 17 de octubre de 2011
La historia ya se adorna sola...
Hoy pienso que aprovechando el 30 aniversario de la llegada del Guernica a España, este cuadro vuelve a estar de moda, si es que alguna vez dejó de estarlo.
Yo he tenido la fortuna de mirarlo y admirarlo una decena de veces en su actual aposento y sinceramente, no me canso.
Sin embargo, como con todo, esta obra trata de politizarse, y aunque bien es verdad que su origen fue político, no lo es menos que no todo lo que se dice sobre ella es cierto.
Es cierto que Manuel Azaña, en nombre de la República y con la idea de hacer propaganda a través de uno de los más renombrados artistas del momento, le encarga a Picasso un cuadro para la Exposición Universal de París del 37, ya que como el propio Azaña defendía, "tener a Picasso en nuestras filas tendrá más impacto que una batalla ganada frente a los fascistas".
Así, el Estado, no escatimó en gastos y le pagó al genial pintor la friolera de 150.000 francos franceses de la época, anticipando además el pago, confiado en la entrega absoluta del pintor a su causa.
Sin embargo, Picasso puso sus condiciones, como pintar el cuadro en su taller (que alquiló expresamente) en lugar de en la propia pared del pabellón, como era costumbre, y es que Picasso no sólo era un genio, sino también consciente de que lo era, y sabía bien que sus obras no podían ser eliminadas o destruidas así porque sí, porque cada una de ellas tendrían posteriormente mucho valor.
Una vez terminada la obra, sin embargo, los republicanos quedaron bastante enfadados. Ellos ansiaban una obra donde quedase claro que en la Guerra Civil había un bando bueno y un bando malo. Y en su lugar, Picasso había pintado los horrores de una cruenta guerra, donde se denunciaba el dolor de las víctimas inocentes, sin entrar, sin embargo, en colores ni bandos.
Hasta ese momento, la obra ni siquiera tenía título, tan sólo un pequeño poema que servía de referencia a la obra y que comenzaba diciendo..."gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros..."
Aún así, la obra estaba pagada y no tuvieron más remedio que exponerla. Además, la obra no tuvo mucho éxito en el escaparate internacional. Ya que, las consecuencias de la guerra, en un momento en que Europa empezaba a rozar por segunda vez la destrucción bélica, no era del agrado de la mayoría.
Llegados a este punto, incluso pensaron en sustituir el cuadro, a pesar del pastizal que había costado, teniendo ya hasta la obra elegida (de Aurelio Arteta), pero a última hora, alguien dio con la tecla, el bombardeo que tuvo lugar hacía unos meses en Guernica. Esa era la forma de ligar el horror y el sufrimiento a un sólo bando y poner cara a los malos y buenos.
Desde ese momento, el Guernica se rebautizó como tal y a día de hoy, las guías del Museo no te explican que el cuadro es gris, blanco, negro y con algunos tonos azules porque son los colores del luto y dolor, como denuncia contra la violencia innata del propio hombre. Según ellas, la explicación es mucho más simple, Picasso conoció la noticia del bombardeo a través del periódico, y como estaba editado en blanco y negro...
También explican que en plena sequía creativa que ya le duraba varios meses, tras ver el horror del bombardeo de Guernica, pinta el cuadro en tan sólo 20 días, !qué gran inspiración para un genio! Pero olvidando comentar que durante todo el mes anterior al bombardeo, ya había creado varios bocetos de las figuras protagonistas del cuadro y que, por tanto, parecía tener claro lo que iba a pintar.
Es cierto que Picasso era Republicano y que lo fue toda su vida, incluso a costa de vivir el resto de su vida en el exilio. Pero no intentemos adornar la historia para ponerla de nuestro lado y legitimar absurdas reivindicaciones, porque la historia, queridos míos, ya se adorna sola...
lunes, 10 de octubre de 2011
De buenas personas...
jueves, 6 de octubre de 2011
Que sea él quien se despida...
Junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford.
“Tienen que encontrar eso que aman”
Comenzó antes de que yo naciera.
Sólo cedió, meses más tarde, cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.
Pero algo comenzó a abrirse paso en mí — aún amaba lo que hacía. El resultado de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso ni un ápice. Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado. Así que decidí comenzar de nuevo.
No lo vi así entonces, pero resultó ser que el que me echaran de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado.
Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante, menos seguro de las cosas. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida. Durante los siguientes cinco años, creé una empresa llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una mujer asombrosa que se convertiría después en mi esposa.
Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo. En un notable giro de los acontecimientos, Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia.
Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple.
El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo genial es amar lo que hagáis. Si aún no lo habéis encontrado, seguid buscando.
No os conforméis.
Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo hayáis encontrado. Y como en todas las relaciones geniales, las cosas mejoran y mejoran según pasan los años. Así que seguid buscando hasta que lo encontréis.
No os conforméis.
Mi tercera historia es sobre la muerte.
Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.
Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida.
Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante.
Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.
Hace casi un año me diagnosticaron cáncer.
Me hicieron un chequeo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate a morir.
Significa intentar decirle a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós.
Viví todo un día con ese diagnóstico.
Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora os puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual:
Nadie quiere morir.
Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo.
Ahora mismo lo nuevo sois vosotros, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, os iréis convirtiendo en lo viejo, y seréis apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. Vuestro tiempo es limitado, así que no lo gastéis viviendo la vida de otro.
No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros.
No dejéis que el ruido de las opiniones de los demás ahogue vuestra propia voz interior.
De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser.
Todo lo demás es secundario.
Cuando era joven, había una publicación asombrosa llamada The Whole Earth Catalog [Catálogo de toda la Tierra], una de las biblias de mi generación. La creó un tipo llamado Stewart Brand no lejos de aquí, en Menlo Park y la trajo a la vida con su toque poético. Eran los últimos años 60, antes de los ordenadores personales y la autoedición, así que se hacía con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era como Google con tapas de cartulina, 35 años de que llegara Google, era idealista, y rebosaba de herramientas claras y grandes conceptos. Stewart y su equipo sacaron varios números del The Whole Earth Catalog, y cuando llegó su momento, sacaron un último número.
Fue a mediados de los 70, y yo tenía vuestra edad.
En la contraportada de su último número había una fotografía de una carretera por el campo a primera hora de la mañana, la clase de carretera en la que podrías encontrarte haciendo autoestop si sois aventureros. Bajo ella estaban las palabras:
“Sigue hambriento. Sigue alocado”.
Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, cuando os graduáis para comenzar de nuevo, os deseo eso a vosotros.
Seguid hambrientos. Seguid alocados.