miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Quién merece una beca?

Hoy pienso que Wert se me ha adelantado.Esta mañana el flamante ministro de Educación ha afirmado una idea a la que yo llevo dando vueltas mucho tiempo: La concesión de becas en base a los resultados académicos y no sólo a las rentas familiares.

Además, hace un días, leía también que en la Comunidad Valenciana se va a introducir el criterio del rendimiento escolar junto al de las rentas para conceder las ayudas de comedor, libros y transporte escolar.

Como decía, los que me conocen en el entorno más íntimo, esto es  algo que llevo defendiendo hace mucho tiempo.

Antes de nada me gustaría dejar claro que las becas no suponen excluir el derecho y la garantía a la educación para todos, sobre todo en un país donde la Educación es obligatoria y gratuita hasta los 16 años,  pero sí que deben excluir el regalar notas y desperdiciar recursos en estudiantes que no se esfuerzan o simplemente, que no logran los rendimientos mínimos, y que, por tanto, al final, obtengan o no una cartulina acreditativa, no conseguirán ser buenos profesionales, lo que acabará redundando en ellos y en toda la sociedad.

No se trata de discriminación ni de injusticia social, todo lo contrario, con este criterio, el Estado (y por tanto todos los ciudadanos, que aunque se nos olvide a veces, somos los que conformamos el Estado) garantiza:

- Desde el punto de vista económico: Se asegura la eficiencia, puesto que si se invierte en los mejores, éstos obtendrán los mejores resultados y serán los mejores preparados, por lo que a la hora de integrarse en el mercado laboral, serán los más competitivos, lo cual repercutirá positívamente en nuestra propia economía a nivel nacional e internacional y por tanto, en nosotros mismos.

- Desde el punto de vista social: El Estado puede afirmar orgulloso que concede el dinero en base al criterio más justo y objetivo: Capacidad y mérito, facilitando y fomentando la continuidad académica a aquél que más se esfuerza y que obtiene mejores resultados.

- Desde el punto de vista académico: El propio estudiante ve cómo su esfuerzo tiene su recompensa, promoviendo que los mejores lleguen más lejos y no se sientan defraudados o desmotivados si ven cómo otros alumnos, consiguen llegar donde ellos sin el mismo empeño, sin obtener los mismos frutos y, lo que es peor, sin merecerlo.    

Hasta aquí estoy de acuerdo con el Sr. Ministro, sin embargo, es cierto que esta reforma no puede ir sóla, también habría que mejorar la formación profesional actual, de forma que no se abandone a ningún estudiante, sino que se guíe también a aquél en su formación para conseguir un buen profesional en aquella profesión para la que sirva y esté interesado. De este modo, de nuevo, gana el alumno y gana el Estado.

También sería necesario una reforma del sistema educativo para conseguir una mayor calidad, y eso pasa por un pacto de Estado, donde todos los partidos se sienten y asuman que hay materias como la Sanidad y la Educación que son demasiado importantes como para estar jugando y negociando con ellas.





1 comentario:

mermi dijo...

Que se sienten y hagan algo por la calidad " real" de la educación es un imposible. Por muchas razones, pocos de los que "inventan sistemas educativos", reformas, LOES, LODES, LOPEGCES... han pisado un instituto o un cole en su vida adulta, si no es para la foto del periódico. A pocos les preocupa realmente el nivel o la calidad de la educación, sólo las estadísticas. La educación es la espinita que tienen, nadie da con la tecla, es lo primero que cambian cuando toman la famosa cartera, cuando aún ni siquiera les da tiempo a estudiar un poco el tema.
Dentro de un mes vendrán los 22 gitanillos de mi 3º B, q no conozco, porque no les da la gana de venir a clase (gracias a Dios)a pedir sus correspondientes becas y ayudas para material escolar. No pasa nada lo cobraran... Yo todos los años compro de mi dinero algunas libretas, bolis y estuches a unos pocos que sí que vienen, pero a los que no les dan beca. En fin, una pena, pero vende mucho decir que el sistema es obligatorio, gratuito y con oportunidades para todos. Conozco a un chico de familia media, al que no le dan la beca al extranjero, a pesar de sus brillantes notas, porque es hijo único, por otro lado sus padres tampoco pueden pagarle una universidad extranjera, pues nada, los dos que se matricularon para hacer el paripe, que llevan un siglo en primero a London que se van, de gratis oiga.