Hoy pienso que hay personas que caen mal, no es que sean feas, ni siquiera tienen que ser antipáticas o serias, puede ser que tengan una cara bonita y una sempiterna sonrisa, pero es así, caen mal.
Ese debe ser el caso de Toñi Moreno, la presentadora del programa "Entre todos" que ameniza las tardes de la 1, y que ya ha recibido varias críticas, no sólo por su espacio, que busca la solidaridad mediante "la entremezcla del sensacionalismo, enternecimiento y el ambiente festivo de pandereta" sino por su propio papel en el programa.
No voy a entrar a opinar sobre el programa, entre otras cosas porque no lo he visto, excepto en algún zapping o algún retazo por internet. Ni siquiera pretendo juzgar ni criticar a esta mujer, primero porque no la conozco personalmente, pero es que, tampoco la he visto trabajar, ni antes ni ahora, por lo que poco puedo decir de ella como profesional y como persona.
Sin embargo, he leído las dos grandes controversias que han surgido alrededor de ella y creo justo comentarlas.
La primera surgió cuando (y leo literalmente): "Le dijo a una mujer maltratada: o denuncias o te callas para toda la vida".
Al leer esto, no pude evitar indagar sobre el tema y tras rascar un poco, me entero de que en realidad, la invitada de ese día solicitaba una ayuda económica para montar una churrería. Durante el programa, mientras suenan los teléfonos, ella, como parece ser que suelen hacer todos los invitados habitualmente, cuenta anécdotas y detalles de su vida, y entonces, de repente, hablando de su situación sentimental, comenta que es separada y que nunca volvería con su ex marido porque además la había maltratado. La presentadora, nuestra Toñi, prefirió que no fuese por ese camino, ya que no había existido ni condena ni tan siquiera una denuncia por malos tratos. Por eso, Toñi quiso encauzar el programa y le comentó: "Este tipo de acusaciones no podemos reflejarlas así, sobre todo si nunca lo has denunciado. Lo mejor es no meternos en ese jardín. Vamos a hablar del niño y del negocio. Cuando pasan cosas como esas, o se denuncia o o se calla una para toda la vida".
Me pareció un comentario sensato y lleno de sentido común, quizás la última frase algo mal expresada, aunque en el contexto quedaba muy claro lo que Toñi quería decir, al menos para mi. Sin embargo, en seguida llovieron las críticas, primero porque rápidamente se descontextualizó esa última frase, utilizándola para la fácil demagogia que los necesitados feministas necesitan, pero sobre todo, porque se dio por sentado que la mujer efectivamente había sido maltratada. Pero, ¿os imagináis si ese hombre era inocente? Allí sentado, viendo a su ex en la tele, y de pronto, ¡pum! oye esa bomba... ¿Cómo lo mirarán sus vecinos en el ascensor? Y en el trabajo, ¿querrán tener en nómina a un cerdo machista?
La siguiente polémica ni siquiera surgió a partir de un comentario suyo. Le explotó en la cara así, sin salir a buscarlo. En pleno programa, con la rutina habitual, Toñi da paso a una llamada. "¿Cómo puedes ayudar?", le pregunta ella. "Me he propuesto ayudar siempre y cuando tú dones 400€ de los 1.400 que cobras todos los días. Me parece muy fuerte que cobres esa cantidad en un programa que es para ayudar a la gente".
Quizás alguien debería explicarle a este joven que se erigió en altavoz de la contradictoria solidaridad impuesta, que esta mujer se dedica profesionalmente a eso, es decir, que realiza un trabajo y es retribuida por ello, igual que un bombero cobra por rescatar a una familia de su hogar incendiado y luego no tiene que donar la mitad de su sueldo para la reconstrucción de la casa.
Además, debería saber que el programa al que llamaba intenta buscar donaciones, es decir, aportaciones con carácter voluntario, o lo que es lo mismo, no se obliga a nadie a aportar ni un sólo Euro, sino que la gente que está viendo el programa desde sus casas, sienten y quieren llamar para aportar algo, sea lo que sea, así lo hacen. Por tanto, resulta absurdo que la presentadora sí tenga, por obligación, que ceder parte de su sueldo a cada causa que se presenta en el programa.
Por último, este joven está dando por hecho que Toñi no hace donativos, y es que él no ha tenido en cuenta que quizás no a todo el mundo le gusta figurar en los créditos del fariseísmo comunitario. ¿quién le dice a él que ella no hace otro tipo de aportaciones de carácter altruista? Es más, ¿cómo sabe que no dona ya esos 400 euros que él reclama, pero lo hace de forma silenciosa?
Bueno, ya sucedió con Amancio, el rey de Zara, cuando cometió la imprudencia de donar 20 millones de Euros a cáritas. Piedras y hasta ladrillos twiteros le cayeron encima porque un hombre que figura en la lista Forbes sólo donó 20 milloncejos de nada. "¡Pero si él tiene mucho más!".
Alguien me dijo una vez que nunca debía criticar a una persona que da algo desinteresadamente, sea lo que sea, porque desde el momento en que lo hace, de forma voluntaria y graciosa, está aportando algo suyo y eso, por poco valor que tenga, es siempre para mostrarse agradecido.
Alguien me dijo una vez que nunca debía criticar a una persona que da algo desinteresadamente, sea lo que sea, porque desde el momento en que lo hace, de forma voluntaria y graciosa, está aportando algo suyo y eso, por poco valor que tenga, es siempre para mostrarse agradecido.
Hoy ojeo con miedo las noticias, esperando a la siguiente, no sé si será mañana o pasado, pero seguro que con Toñi vendrá otra polémica, también ignoro si será merecida o no, pero es que cuando alguien cae mal, todas vienen del mismo lado. No obstante, podría ser peor, ya que podría caerle bien a todo el mundo, y es que como decía el gran Jaume Perich: "Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal".
1 comentario:
93bravooo, creo que es la mejor opinión que he leido sobre estas dos controversia, una opiniónn con sentido comun y sin opinar sobre aquello que no se sabe, me ha encantado tu opinión.
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