Conseguir la Excelencia permite soñar

Hoy pienso que me apetece hablar sobre eso que llaman la Excelencia, ya sabéis, aquello que logra ser superior en calidad y bondad.

Supongo que algunos habréis oído y leído mucho sobre este tema, especialmente en el campo de la gestión, aunque seguramente de un modo excesivamente teórico.

Yo, propongo un caso práctico, para que entendáis, de forma somera y simple cómo se puede sobresalir en mérito y estimación, y de paso felicitar al que lo ha conseguido.

Voy a hablaros de un equipo de fútbol que ha demostrado que se puede ser eficaz y eficiente, alcanzando unos objetivos, incluso, por encima de sus previsiones.

No, no hablo del Real Madrid, tampoco del Barça, eso sería eficacia, pero nunca eficiencia… hablo de un equipo modesto, incurso en un concurso de acreedores y que ha conseguido su clasificación para los Play Off de ascenso a Segunda División cuando hace sólo un año ni siquiera tenía dinero para pagar la luz de los focos, enfrentándose a una casi segura desaparición

A partir de ese momento, como quien sigue un manual de calidad, el Real Jaén, realizó los siguientes pasos para llegar al día de hoy:

1- Estudio de la situación actual:

El verano pasado el club se enfrenta a una situación pésima. En situación concursal, sin patrocinadores y con deudas considerables, parecía imposible acudir al mercado nacional para confeccionar una plantilla de garantías. 

2- Planificación:

La Junta Directiva, consciente de sus extremas limitaciones, decide apostar por hombres que no tienen un gran caché ni experiencia, pero que destacan por su preparación y profesionalidad y sobre todo, por ser de la casa, y por tanto, involucrados y muy identificados con el club. Así llega al equipo, como Director Deportivo, José Jesús Aybar, y un entrenador novato, Manolo Herrero, con el carnet recién estrenado casi por accidente.

3- Estrategia:

A partir de entonces y bajo estos pilares, Junta Directiva, Director Deportivo y Entrenador se coordinan dividiendo sus parcelas de trabajo y fijando las bases del proyecto: Austeridad, cantera, juventud e ilusión. Y se conforma una plantilla con esos mimbres, buscando por la provincia, y en algunos casos más lejos, jugadores que cumplan con la máxima: Bueno, bonito y barato.

4- Metas y objetivos:

Se fijan los objetivos:
 
- Desde el punto de vista de los resultados, la meta está clara, mantener la categoría.
 
- Desde la perspectiva deportiva, el entrenador impone una nueva filosofía, quizás demasiado ambiciosa, jugar bien y divertirse pero con mucha disciplina y con todo el compromiso.

5- Desarrollo:

Durante la temporada todos cumplen con su parte:

- La Junta Directiva trabaja casi hasta la extenuación por encontrar formas de financiación y consigue ir pagando las nóminas de los jugadores sin que se produzcan retrasos, manteniendo la concentración de los jugadores en el aspecto deportivo y al mismo tiempo consiguiendo que afiancen su seguridad en el club.

- El entrenador se mantiene fiel a su estilo, imponiendo el juego desplegado y atractivo que desde el inicio planteó, sin amedrentarse ante equipos, solo en teoría, superiores o ante rachas de resultados negativos, ganándose el respeto y la confianza de los jugadores.

- Los jugadores son fieles al compromiso adoptado, juegan libres de presión y motivados ante la responsabilidad de finalizar un trabajo en el cuyas manos sus "jefes" han confiado. 

6- Resultados:

Empiezan jugando bien y los resultados van llegando. Todos van asimilando su tarea y el club se convierte en un solo bloque.

Así es como ha obtenido la clasificación un club formado por unos directivos acuciados por las deudas, un equipo técnico nobel y una serie de jugadores que se estrenaban en la categoría, otros que quisieron quedarse a pesar de las penurias sufridas el año anterior, los canteranos y algunos veteranos que decidieron apostar por un proyecto en el que creyeron desde el principio.

He dejado para el final una parte muy importante del club y del que no he hecho mención a propósito. En cualquier empresa, el cliente es lo más importante, y en el fútbol, también, por supuesto. Ese cliente es la afición, la cual juega un papel primordial.

Así a pesar de que la afluencia de público no ha sido excesiva, sí es cierto que los socios “de siempre” han sido leales un año más, pero con un añadido extra.

Desde el principio han reconocido el esfuerzo de todas las partes involucradas y nunca han exigido más de lo que podían dar. Durante toda la temporada, la afición ha mantenido un idilio con el equipo que ha servido para culminar este proyecto. Nunca había visto en el estadio de la Victoria algo similar a lo de este año, donde, independientemente del resultado, la afición aplaudía siempre a su equipo al finalizar el encuentro, y eso, no es fácil de conseguir.

El objetivo ya está cumplido, pero cuando se consigue la Excelencia, ninguna meta se queda corta, y puede que al final se consiga la machada del ascenso. Una utopía, sin duda, aunque cualquiera que ha leído sobre el tema sabe que sólo la Excelencia permite soñar...