Hoy pienso que la Señora Cospedal ha cumplido su amenaza: Los diputados manchegos dejarán de percibir un sueldo por su trabajo en la Cámara.
En principio, como todas las medidas populistas, suena bien. “¡Eso, eso! Que los politicastros también se aprieten el cinturón, que ya está bien de derroches y despilfarro!”
Pero si te paras a pensar, veamos qué consecuencias traería:
Si yo soy una persona de la calle, pongamos por ejemplo un médico, al que siempre le ha motivado trabajar por los intereses públicos de forma paralela y complementaria a mi propia profesión en el hospital y, llegado el momento, tengo la oportunidad de presentarme a una elecciones como diputado, el hecho de que no cobre como tal, sólo puede llevar a los siguientes caminos:
- Que desista de presentarme como Diputado, porque yo necesito unos ingresos para vivir, y si tengo que dejar de ejercer la medicina para poder dedicarme a tiempo completo a mi nuevo cargo, me vería sin remuneración como médico ni como Diputado, es decir, sin ingresos de ningún tipo, y a ver, quiero mucho a mi país, y me gustaría dedicarle mi tiempo y mi esfuerzo, pero tampoco quiero morirme de hambre...
- La otra opción es que me tire a la piscina y acceda al cargo, compatibilizándolo con mi profesión, en cuyo caso, si tengo que trabajar en el hospital 8 horas al día mas guardias, poco tiempo le podría dedicar a mi trabajo en el Parlamento, máxime si soy de alguna provincia y tengo que viajar para acudir a los Plenos, y sobre todo, dando por hecho que un trabajo de Diputado no debería entender de horarios, jornadas ni limitaciones de ningún tipo.
Diréis que soy muy mal pensado, pero en mi opinión, las consecuencias de esta decisión sólo pueden ser las siguientes:
Diréis que soy muy mal pensado, pero en mi opinión, las consecuencias de esta decisión sólo pueden ser las siguientes:
- Que accedan al Parlamento sólo aquellos que tienen la vida económicamente resuelta y por tanto pueden dedicarse al servicio público a tiempo completo sin necesidad de preguntarse de qué comerá hoy y mañana.
- Que los profesionales de más valía, y que podrían hacer una gran labor al servicio del Estado o las CCAA como Diputados, opten por trabajar en otro sector en el que sí perciban una remuneración por su labor y esfuerzo.
Ni que decir tiene que, además, esto podría llevar a generalizar la corrupción ya existente hoy día, puesto que un Diputado podría buscar fuentes de ingresos "alternativas", mediante concesiones y licencias arbitrarias, etc, haciendo de la prevaricación un modus vivendi.
Y entre tanto pienso yo, y con tantos y tan bien pagados asesores, ¿por qué a la Señora Cospedal no se le ha ocurrido una medida igual de populista y al mismo tiempo más efectiva?
¿Qué tal si se otorga a los Diputados la dedicación exclusiva?
Actualmente, existe una regulación limitativa y bastante estricta respecto a la posibilidad de que un funcionario pueda realizar otra actividad profesional, laboral, mercantil o industrial, la cual se restringe mucho más respecto a los Directivos del sector Público, siendo así que, por ejemplo, un simple Subdirector Provincial en Albacete tiene prohibido compatibilizar su trabajo con cualquier otra profesión en el ámbito privado. De esta forma creo que es perfectamente lógico y acertado, que un miembro del Parlamento y por tanto, con un cargo público de gran responsabilidad , no pueda compatibilizar alegremente dicha función con el ejercicio de abogado, como hacen actualmente 27 Diputados nacionales.
La dedicación exclusiva de los diputados nos podría garantizar su dedicación al 100% a la labor para la que han sido elegidos, no veríamos esos Plenos vacíos y quizás incluso algunos tendrían tiempo de visitar comarcas y lugares de aquella provincia que supuestamente representan y que algunos sólo han conocido durante la campaña electoral. Porque ya me dirán a mi, el Diputado del PP, Fernado López Amor, de dónde saca tiempo para trabajar como abogado, dirigir una empresa y sentarse de vez en cuando en su escaño del Congreso...
Quizás esta medida sería más efectiva y en la calle tendría más aceptación... pero claro, sería ir en contra de los intereses del PP-PSOE y del bipartidismo cortijero que tienen montado, y claro, eso no interesa. En realidad, sus asesores hacen bien su trabajo...
Por cierto, que la Ley 53/1984, que recoge las incompatibilidades de los funcionarios, también prohíbe, con carácter general, el desempeño de 2 trabajos en el sector público… Y a mi me vienen a la cabeza muchos alcaldes-senadores que pululan por nuestras ciudades y pueblos que podrían tomar buen ejemplo…
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