Hoy pienso que viendo lo de Burgos y la que han montado los vecinos por el proyecto de un boulevard en una de las calles más céntricas de la ciudad me trae a la memoria cierto día que leyendo el periódico en una céntrica plaza de Murcia, peatonal, llena de vida y encanto, leí con detenimiento las efemérides de ese día. Ya sabéis, esa nota curiosa que algunos periódicos siguen manteniendo donde resaltan las noticias que publicaron hace 25, 50 o incluso 75 años (no sé por qué se ha perdido esa tradición en los rotativos, a mi me encanta verlo).
El caso es que justo ese día, hacia 25 años, los vecinos de esa plaza "de las Flores", para más señas, se manifestaban en contra de las obras de peatonalización que el ayuntamiento iba a comenzar, temerosos de que dicha obra trajese la ruina a los comercios de la zona.
En ese momento, sentado en la cafetería, un poco antes de mediodía, vislumbraba la plaza, azotada de gente que paseaba, palomas que se posaban valientes en el empedrado, varias cafeterías rebosantes de clientes y algún kiosco de flores que le da nombre a la plaza.
Miedos infundados, pensé. Esos miedos inherentes al ser humano y que quedaron tatuados en aquel dicho de "más vale malo conocido que bueno por conocer" como forma de consuelo ante cualquier cambio que, por su propio significado, implica un desenlace distinto al actual.
En Jaén, hace un años, nadie quería un Centro Comercial. "¡Vade retro, Satanás! ¡Acabará con el pequeño comercio! ¡Será la ruina de esta ciudad!" .
Al final se construyó, era un Pryca de los de antes con cuatro tiendas a su alrededor. Hoy Jaén es de las pocas capitales de provincia que aún no tiene un gran Centro Comercial, y aquel pequeño Centro hoy se ha quedado muy pequeño para toda una ciudad. Y es que en la cruz llevamos nuestra penitencia...
En Burgos no sé si es necesario un Boulevard, no tengo información suficiente para emitir una opinión fiable, aunque me cuentan que el problema del tráfico y del aparcamiento en esa zona es un mal endémico, al que, como a todo ese tipo de males, la gente se ha acostumbrado y ha buscado sus soluciones, malamente paliativas y perdurablemente provisionales, pero a ellos les sirve, y claro, todo lo que sea cambiar eso, supone recurrir al dicho del "malo conocido...", y así mejor seguir con la "tercera fila", que me cuentan es toda una institución, y que por las noches la segunda fila está consolidada hasta tal punto, que ya de madrugada te encuentras a los conductores empujando los coches (que se dejan en punto muerto a propósito) como una hábito más en la rutina matutina para ir al trabajo.
Como digo, a pesar de la tentación, no me pronunciaré sobre las bondades o los perjuicios de esa obra, pero sí lo haré sobre las protestas que ha causado en ese barrio de Gamonal.
En estos tiempos de crisis no sólo económica y financiera, sino política e institucional, he escuchado muchas veces eso de que el pueblo tiene que salir a la calle y liarse a tiros para cambiar esto.
Creo firmemente que la protesta de la calle es saludable e incluso necesaria, pero nunca debe derivar en violencia, porque corremos el riesgo de justificar e incluso legitimar la barbarie, y eso, tarde o temprano se vuelve contra la propia sociedad.
En estos casos siempre recuerdo aquella película de Clint Eastwood, mi Tito Clint, "cometieron dos errores" se tradujo al castellano la original "Hang'em up" en la que un hombre es acusado de robar ganado, por lo que al ser capturado y en pleno calentón, no dudan en ahorcarlo. ¡justicia! Clamaban aquellos hombres. Tenían que darle una lección a aquel forajido que trató de arrebatarles el pan y el fruto del trabajo de muchos meses.
La violencia, el linchamiento, estaba más que justificado para aquellos vaqueros que creían llevar toda la razón. El problema, es que estaban equivocados...
Salvando las distancias, ese es el argumento de ETA y de cualquier grupo terrorista: "secuestrar, matar o extorsionar está justificado porque es la única forma de hacernos oír y de que nuestra razón triunfe", porque no os quepa la menor duda de que ellos piensan que llevan razón y que sólo piden justicia, su justicia.
Lo de Gamonal es muy triste. Lo siento, demagogos, pero no puedo aprobarlo, y creo que el ayuntamiento de Burgos tiene un gran problema, porque si cede a ese chantaje vandálico estará diciendo al resto de España, señores, si quieren conseguir algo acudan al ruido, al fuego y a la tropelía, que con esas armas lograrán triunfar y la historia demuestra que no es así, porque como decía Martín Luther King, "la violencia crea más problemas sociales de los que resuelve".
Al final se construyó, era un Pryca de los de antes con cuatro tiendas a su alrededor. Hoy Jaén es de las pocas capitales de provincia que aún no tiene un gran Centro Comercial, y aquel pequeño Centro hoy se ha quedado muy pequeño para toda una ciudad. Y es que en la cruz llevamos nuestra penitencia...
En Burgos no sé si es necesario un Boulevard, no tengo información suficiente para emitir una opinión fiable, aunque me cuentan que el problema del tráfico y del aparcamiento en esa zona es un mal endémico, al que, como a todo ese tipo de males, la gente se ha acostumbrado y ha buscado sus soluciones, malamente paliativas y perdurablemente provisionales, pero a ellos les sirve, y claro, todo lo que sea cambiar eso, supone recurrir al dicho del "malo conocido...", y así mejor seguir con la "tercera fila", que me cuentan es toda una institución, y que por las noches la segunda fila está consolidada hasta tal punto, que ya de madrugada te encuentras a los conductores empujando los coches (que se dejan en punto muerto a propósito) como una hábito más en la rutina matutina para ir al trabajo.
Como digo, a pesar de la tentación, no me pronunciaré sobre las bondades o los perjuicios de esa obra, pero sí lo haré sobre las protestas que ha causado en ese barrio de Gamonal.
En estos tiempos de crisis no sólo económica y financiera, sino política e institucional, he escuchado muchas veces eso de que el pueblo tiene que salir a la calle y liarse a tiros para cambiar esto.
Creo firmemente que la protesta de la calle es saludable e incluso necesaria, pero nunca debe derivar en violencia, porque corremos el riesgo de justificar e incluso legitimar la barbarie, y eso, tarde o temprano se vuelve contra la propia sociedad.
En estos casos siempre recuerdo aquella película de Clint Eastwood, mi Tito Clint, "cometieron dos errores" se tradujo al castellano la original "Hang'em up" en la que un hombre es acusado de robar ganado, por lo que al ser capturado y en pleno calentón, no dudan en ahorcarlo. ¡justicia! Clamaban aquellos hombres. Tenían que darle una lección a aquel forajido que trató de arrebatarles el pan y el fruto del trabajo de muchos meses.
La violencia, el linchamiento, estaba más que justificado para aquellos vaqueros que creían llevar toda la razón. El problema, es que estaban equivocados...
Salvando las distancias, ese es el argumento de ETA y de cualquier grupo terrorista: "secuestrar, matar o extorsionar está justificado porque es la única forma de hacernos oír y de que nuestra razón triunfe", porque no os quepa la menor duda de que ellos piensan que llevan razón y que sólo piden justicia, su justicia.
Lo de Gamonal es muy triste. Lo siento, demagogos, pero no puedo aprobarlo, y creo que el ayuntamiento de Burgos tiene un gran problema, porque si cede a ese chantaje vandálico estará diciendo al resto de España, señores, si quieren conseguir algo acudan al ruido, al fuego y a la tropelía, que con esas armas lograrán triunfar y la historia demuestra que no es así, porque como decía Martín Luther King, "la violencia crea más problemas sociales de los que resuelve".
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