sábado, 13 de diciembre de 2014

Y se fue tan pancho...

Hoy pienso que el otro día, en la sala de espera del dentista, me encontré a un conocido al que hacía mucho tiempo que no veía. Tras los protocolarios saludos y las clásicas preguntas por la familia, la salud y el trabajo, nos fuimos metiendo en los temas cotidianos, el fútbol, la política... y así, de pronto, salió el tema de Marc Márquez, el joven campeón de Moto GP que ha decidido hace unos días establecer su residencia en Andorra y así pagar menos impuestos.

- "Este chaval, con su carita de bueno, es un defraudador. A ver si Hacienda va a por él también y lo caza ". Me decía irritado. 

- "Bueno, realmente, si cumple los requisitos legales para establecer su residencia allí, no hace nada malo, ¿no? Imagino, además, que, sólo por el tiempo que pasa recorriendo los circuitos del mundo, lo cumplirá sin problema. Delito, lo que se dice delito, entonces no hay..." Le contrarrestaba yo en tono pacífico.

- "Aún así, pues que pida la nacionalización andorrana también. ¡Pues vaya un español, que se lleva los impuestos a otro país! Luego bien que saca la bandera española en las carreras y hasta llora el sinvergüenza en el podio cuando oye nuestro himno!" Me decía cada vez más sofocado. 

- "Yo creo que tratar de pagar menos impuestos, siempre que sea de forma lícita y conforme las leyes, no está reñido con los sentimientos hacia unas personas, un lugar o una nación, ¿no crees? Al fin y al cabo es lo que hacemos todos, ¿no? Yo si veo que me puedo desgravar algo, lo hago"

- "Sí, claro, vas a comparar lo que él gana con lo que ganamos nosotros. Este crío, con tan sólo 20 años, posee ya una fortuna, y de forma insolidaria trata de no compartir nada con el país que le ha dado la oportunidad y gracias al cual ha llegado donde está. ¿Y cómo nos lo agradece? Con una patada en el culo y llevándose su dinero a otro país".

- "En cualquier caso, -le explicaba yo- esta chaval, lo que ha conseguido, lo ha conseguido con su sudor y su trabajo y ni tú ni yo hemos colaborado mucho en ello. Quizás bebemos la cerveza que anuncia o vemos sus carreras, lo cual, efectivamente le genera ingresos, pero lo hacemos porque nos divierte o porque, simplemente, nos apetece, pero no por un sentimiento generoso o patrio hacia su persona. Este chaval, como dices tú, ha llegado muy lejos y como cualquier individuo que ha labrado su porvenir y que lo sigue haciendo, por cierto, jugándose la vida montado en una moto a 300 km/h., tiene el derecho y la legitimidad a elegir qué quiere hacer con su dinero. Por cierto, que no debe ser muy alentador tener que regalar al fisco más de la mitad de todo lo que ingresas. Porque, como muy bien dices, él no gana lo mismo que nosotros, y mientras nosotros pagamos un 20 o un 30 por ciento de nuestros ingresos, él da un 52%, es decir, que además de aportar bastante más cuantía, ya que gana más, lo da, además, en mayor proporción.

No me entiendas mal, nunca justificaré un fraude a la Administración, pero si decide trasladarse a otro país y cumple los requisitos legales para ello, me parece una opción tan legítima como cualquier otra..."

En ese momento, la enfermera llamó a mi amigo y lo dejó sin derecho a réplica. Durante un rato estuve enfrascado en mis pensamientos, hasta que me interrumpió el sonido de la puerta. Mi amigo salía con una mano en la boca, dolorido, mientras la enfermera, ya en la entrada, le decía, "son 80€", a lo que mi amigo contestó "Aquí tienes... ¿por cierto, me puedes hacer factura? Pero en lugar de poner 80€, pon 100€, porque como el seguro me cubre el 80%, así me lo abona todo...".

Se acercó seguidamente, me dio la mano con una sonrisa y me dijo: "Me ha alegrado verte, a ver si otro día nos tomamos una caña y terminamos la conversación... y hazme caso, todos estos corruptos y defraudadores, a la trena, ¡panda de mamones!"

Y se fue así, tan pancho...

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