Confirmado: El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido mantener la categoría de "sanción grave" contra el juez Rafael Tirado (ya sabéis, el del caso de la pobre Mari Luz), lo que conlleva únicamente una multa económica, y descarta su suspensión tal como había solicitado la Fiscalía General del Estado.
Pues qué queréis que os diga. Me alegro. Y me alegro por varias razones:
Primera, porque este tipo de decisiones judiciales me hacen sentirme optimista respecto de la independencia del poder judicial, sobre todo después de las presiones políticas recibidas y del linchamiento mediático por parte de la prensa al que se ha visto sometido el Juez Tirado.
También porque gracias a la ratificación de la decisión, queda patente que la responsabilidad viene de más arriba, y que es el sistema judicial el que falla, no porque los jueces o los secretarios judiciales no funcionen, sino porque los medios de los que disponen son más propios de una Oficina postal de una película del Oeste que de un Organismo Público del siglo XXI.
No existe una base de datos informatizada centralizada a nivel nacional, las bajas de Jueces y Secretarios judiciales se cubren con interinidades de personas, en algunos casos, sin experiencia y sin tan siquiera haber aprobado un examen de oposición, un desbordamiento de trabajo en los juzgados desmesurado y una carencia de personal auxiliar y administrativo vergonzoso.
Pero sobre todo, me alegro porque... ¿por qué no? Porque me indignaba ver cómo sancionaban a un Juez por una supuesta negligencia y dejadez en su trabajo y otros jueces se jactan, mientras, de ejercer su trabajo con demasiado celo, como el conocido caso de la juez (que no jueza, Bibi) de Jaén que condenó a la pobre madre de un niño por pegarle un bofetón (hace ahora dos años!!) y no contenta con eso, le incrementa la pena porque repasando el expediente se dio cuenta de que la torta se la dio en su casa, el hogar familiar.
Eso sí que es un caso para que los periódicos dediquen toda su podrida presión mediática, porque es muy triste que esta juez, en lugar de estar diligenciando algún verdadero caso de malos tratos se entretenga en dictar sentencias que perjudican a todos y no benefician a nadie...claro, que siendo de Jaén, igual tiene como patrón y modelo a seguir a su paisano, el defensor de las causas perdidas (el Sr. Garzón) y claro... ya se sabe...
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