martes, 22 de diciembre de 2009

El Super que no era tan Super

Hoy pienso que aunque estamos en fechas propicias para el amor, el cariño y las buenas obras, no puedo por menos que hablar de la noticia que ha saltado a los medios y que espero que sirva, aunque realmente lo dudo, para desenmascar de una vez por todas a Supergarzón.

Don Baltasar Garzón, paisano mío, entró con buen pie en el mundo de la judicatura y estoy seguro de que con unos ideales puros y utópicos, que lo llevaron a la Audiencia Nacional y ha hacerse un nombre, no sólo en el mundo jurídico sino a nivel popular.

Sin embargo, me espanta ver su "curriculum" y observar cómo hay personas, muchas por cierto, que siguen teniéndolo en alta estima y que no dudan de su transparencia y de su buen hacer como juez.

Quizá habría que recordar cómo intentó entrar en política, entrando en las listas de Felipe González, con la ambiciosa pretensión de ser Ministro. Una vez ganadas las elecciones, cuando se dio cuenta de que había sido utilizado por Felipe para ganar unas elecciones que se le presentaban muy duras, decide volver a a la Audiencia Nacional (algo legal, pero poco ético, ya que poca independencia va a tener un magistrado que hace unos meses se había presentado a unas elecciones y decantado por un partido político).

Emprendió una intensa venganza contra Felipe, y aunque finalmente le perdonó la vida (políticamente y jurídicamente hablando, claro) ¿o le obligaron a hacerlo? La trama del GAL hizo mucho daño a Mr. X y a todas su huestes.

Ya cual Moctezuma triunfante, su objetivo fue consolidarse en los primeras páginas de los rotativos, fijando como premisa para instruir un caso, no su gravedad o su importancia delictiva, sino únicamente su impacto mediático, tanto a nivel nacional con esas redadas y esos grandes alijos de droga como a nivel internacional con el intento de extradición de Pinochet entre otros logros.

Con la llegada de los socialistas remozados al poder, con un ZP aún más radicalmente idealista que él, vi el cielo abierto, y de paso también todas las puertas, y pudo empezar su particular cruzada gracias a la pantomima de la Memoria Histórica. Si con el levantamiento de fosas y la búsqueda del "tesoro" de los restos de Lorca parecía tocar fondo, el esperpento llegó a su culmen cuando intentó sentar en el banquillo al mismísimo Franco, acusándole de poner en marcha un plan de exterminio sistemático de los "rojos".
También fue él, Supergarzón, el que encabezó una serie de medidas judiciales, cuanto menos, subjetivas y singulares, a acusados etarras, mientras su "jefe" ZP trataba de negociar con esta panda de HP. !Si Rousseau levantase la cabeza!
Éste Juez independiente se dedicó a ir de cacería con el Ministro de Justicia cuando llevaba entre manos un posible delito de corrupción del principal partido de la oposición. ¿Legal? ¿Ético? Juzguen ustedes mismos.

Curiosamente, este desliz de montería y también culinario le costó el puesto al propio Ministro, pero él salió indemne, cuando, en mi modesta opinión, era más grave su actuación que la de Bemejo.

Sin embargo, cometió el error de irse un año a hacer las américas, bueno ése no fue el error, donde realmente desbarró fue cuando intentó sacar la máxima tajada económica de ese año. Sí, eso es humano y lícito, además de ponderable, claro, pero no cuando tratas de mantener tus emolumentos como Juez, escondiendo tus ingresos reales en aquél país, ya que ambos son incompatibles.

Sin embargo, una vez más salió limpio de todo eso, no me pregunten cómo. Y he seguido oyendo muchas opiniones sobre lo gran Juez que es, su honestidad y su íntegra decencia.

Hoy sale a la luz que el Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, en el que Garzón disfrutó del permiso de estudios concedido por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ocultó los pagos del alquiler del apartamento -12.600 dólares- y el salario -20.400 dólares- de su asistenta personal, la cual, por cierto, es una auxiliar de justicia entonces destinada en el Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid y a la que también le fue concedida licencia por estudios, acompañando, en realidad a Garzón como asistenta durante su periodo sabático en Estados Unidos.

Este es Supergarzón, el mismo que escribió un libro titulado "Un mundo sin miedo".

Nada de esto hará cambiar el parecer de la gente y él seguirá encumbrado en la cima de la honorabilidad más digna. Supongo que para que la gente te desprecie y deje de idolatrarte tienes que engañar a tu mujer y tener un accidente, eso sí que es inmoral, incluso aunque pertenezca, eso sí, a tu vida privada...

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