Hoy pienso que prometo que no se trata de ideologías, ni tan siquiera de política.
Siempre he pensado y así lo he dicho en este blog que el futuro está escrito desde hace tiempo y que al final llegaremos a estar totalmente controlados a través de obligaciones y prohibiciones que limiten incluso nuestros sentimientos y pensamientos.
Sin embargo, tengo que decir que nunca pensé que el proceso fuese tan rápido. Y es que de 6 años para acá, es increíble la de prohibiciones que nos están imponiendo, y lo que más me sorprende, nadie dice nada.
Yo no soy fumador, por lo tanto, mi objetividad está fuera de toda sospecha, pero que prohiban fumar en tu propio coche o en la calle me parece una invasión a nuestro espacio en toda regla.
Que veden la venta determinado tipo de comida en algunos sitios, comprar alcohol a determinadas horas o prosciribir determinados espectáculos públicos de forma arbitraria aludiendo a la tortura es algo ya asumido por todos, cuando estoy seguro de que hace 20 años estaríamos indignados y sorprendidos.
Pero esto funciona así, primero toca el lavado de cerebro, a través de la publicación de estadísticas y estudios, sondeo de la opinión pública y distintas campañas para crear debate. Así, las ideas se interiorizan y luego una prohibión ya no sorprende, puedes estar de acuerdo o no, pero lo acatas porque ya está asumido.
El tabaco provoca cáncer, el botellón es malo para los niños, la comida basura es eso, basura y el chocolate engorda. A partir de ahí, Papá Estado nos protege y nos cuida... y nos dice lo que es mejor para nosotros, que para eso es nuestro papá.
Ahora toca el tema de la igualdad. Leo en el periódico que la Comisión de Igualdad del Congreso ha aprobado una iniciativa para instar al Gobierno a que tome medidas para eliminar los 'juegos sexistas' de los patios de los colegios. La propuesta solicita protocolos para que esos juegos no distingan por género y se eliminen los estereotipos machistas.
Vamos, que habrá que obligar a los niños a jugar, no a lo que quieran, sino a aquello a lo que según nuestros políticos sea lo mejor para la sociedad. Quién sabe, si esta norma hubiese salido hace 20 años, a lo mejor con Messi hubiéramos perdido un gran jugador pero habríamos ganado una Carmen de Mairena, porque no podría haber jugado al fútbol todos los días.
Ese adoctrinamiento a los niños ya se le ocurrió a Hitler hace muchos años, y mucho me temo de que más de un dirigente del gobierno ha leído su libro "Mi lucha". Aún recuerdo a la difunta (políticamente hablando) Fernández de la Vega en un colegio, ante niños de 15 años, explicando la diferencia entre el malo de Rajoy y la derecha y "los buenos, nosotros, la izquierda".
Ahora toca obligar a que jueguen a esto o aquello, incluso aunque no quieran, todo sea por el bien común.
Ya estoy expectante (mejor dicho temeroso) por conocer la siguiente medida que nos haga ser más igualitarios y en definitiva mejores ciudadanos. Se me ocurre por ejemplo, que previamente a un matrimonio heterosexual podrían obligar a los novios a mantener relaciones homosexuales, con el fin de que conozcamos nuestra verdadera identidad sin sentirnos reprimidos por nuestro pasado o educación.
Quizás nos prohiban leer el Quijote, ya que es un símbolo identitario de la nación española y puede herir la sensibilidad de los nacionalistas e incluso de allgunos inmigrantes.
Hagan sus apuestas, señores, porque yo ya me lo creo todo, eso sí, mientras Belén Esteban se corona Princesa del pueblo y todos tan contentos, tal y como predijo Bradbury...
1 comentario:
No te alarmes, simplemente es inviable. Y los q piensen en controlar los juegos de los niños en los patios es q hace siglos q no pisan uno. Los niños son naturales y no hay juegos machistas ni feminista. A los q hay q educar es a los adultos y mucho me temo, q más a las adultas, alguna feminista ha perdido el norte y lo peor es q lo hace en nombre de todas.
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