Me lo habían recomendado por la facilidad con que Hawking hacía entender todos estos difíciles conceptos sobre el origen del Universo y la vida de las estrellas. Lo leí emocionado, pensando que al terminar mi cabeza poseería más conocimientos sobre estrellas y constelaciones que el mismísimo Galileo Galilei. Sin embargo, tengo que reconocerlo, terminé el libro y seguí al mismo nivel que antes de empezar, seguía a la altura de Aramis Fuster en el tema de los astros...¿tan zopenco podía llegar a ser que no lograba entender un libro escrito específicamente para profanos en la materia? Pues sí, ese día descubrí que soy así de lelo...
El tiempo pasó, hasta hace poco en que leí en el periódico que Hawking, acompañado esta vez por su hija Lucy, había publicado un libro enfocado a niños y adolescentes que explicaba de nuevo el origen del Universo, aunque de un modo tan simple que hasta un niño de 10 años podía entenderlo, "La clave secreta del Universo".
Mi curiosidad por conocer algo sobre el Cosmos (ayudada por mi rencor hacia mi inutilidad por no haber entendido ni una palabra de un libro supuestamente simple) hizo que lo comprase, y que en tan sólo un día me lo "comiese".
Tengo que decir que esta vez sí lo entendí. Desde el principio. Debe quedar claro antes de nada que, efectivamente, es un libro para niños, con una historia simple e infantil que sólo sirve de excusa para explicar los conceptos más simples acerca del Espacio, como qué es una constelación, qué planetas son los que conforman el Sistema Solar o por qué Plutón "dejó de ser un planeta". Pero eso es lo mejor de todo, si no me costó ningún trabajo leerlo, (ya he dicho que me lo leí en un rato), !significa que sigo siendo un niño!...
El libro cuenta la historia de un niño que vive en Cambridge con unos padres ecologistas algo radicales que rechazan las tecnologías de la vida moderna, prohibiendo a su hijo tener un simple ordenador y obligándole a comer exclusivamente alimentos "naturales". Sin embargo, todo cambia el día que conoce a la niña de la casa de al lado, Annie, hija de un científico, Eric, que posee un ordenador de lo más especial llamado Cosmos. A partir de ahí comienza la aventura de la vida y la ciencia, salpicado con el típico malvado, acoso escolar, intenciones perversas que podrían acabar con el planeta, trampas mortales, trajes espaciales para niños y viajes por los planetas y los agujeros negros.
Desde luego se nota la mano de Lucy, que aporta la parte de imaginación narrativa para transmitir lo que tanto les cuesta descibrir a los científicos.
Por poner un ejemplo, los Hawking emplean en su historia un recurso científico que salva la vida a uno de los protagonistas: la llamada radiación Hawking. que es, precisamente, una de las grandes aportaciones del científico británico a la física teórica. ¿Y qué es esa peculiar radiación? Pues que “después de todo, los agujeros negros no son tan negros”. Pero mejor os leéis el libro y seguro que lo entendéis.
En fin, no es que la trama aporte nada, pero si alguien se encuentra sumido en la misma ignorancia cósmica en la que yo estaba y quiere al menos comprender algo de este complejo firmamento al que pertenecemos, y no acabar frustrado por no lograrlo, no pierde nada por leerlo.
Ah! La historia hasta acaba con una moraleja que muchos deberían aprender: la ciencia no está reñida con la ecología.
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