Y si es cierto que consiguió ser juez a una edad temprana, y juez de la Audiencia Nacional con tal sólo 42 años, no ha sido sino ahora cuando ha podido ver cumplido su sueño de niño.
Ayer, Fernandito imputó al ex ministro de Defensa, Benjamin Ben-Eliezer, y a seis militares israelíes un delito contra la humanidad por el bombardeo de la vivienda del líder de Hamas Salah Shenade. Junto al dirigente palestino murieron 14 civiles, la mayoría niños, y 150 personas resultaron heridas.
No quiero entrar en el debate de si es justo, legítimo o legal iniciar un procedimiento como este. Pero sí que voy a entrar en sospechar de la justicia. No es para menos. Me gusta pensar, como buen Montesquieuano, en que la justicia es independiente, pero cuando veo noticias de este tipo sospecho que, desgraciadamente, no es así.
No es así porque no es casualidad que, justamente ahora, se inicie una causa como esta, por un suceso del año 2002. Ahora que el conflicto Palestino-Israelí está en boca de todos y, sobre todo, sometido a una presión política y mediática muy importante.
No es así porque no es casualidad que el juez que admite a trámite la querella es un juez de la asociación "jueces para la democracia", un juez tildado de progresista con claros tintes políticos.
No es así porque no es casualidad que no hay ninguna querella admitida a trámite contra ningún responsable de los conflictos de Dafur, Eritrea, Sierra Leon, el Congo, Mozambique o Etiopía.
Tampoco se ha admitido a trámite ninguna querella contra los hermanos Castro, que llevan más de 50 años dirigiendo un país a su antojo y cometiendo bastantes crímenes de todo tipo o contra ningún dirigente Chino por su política violenta y represiva o por la invasión criminal (aún hoy existente) en el Tibet.
No es casualidad, no. Y mientras, el periódico Público, denuncia en portada que Israel arremete contra España por iniciar este procedimiento. Y yo me pregunto: ¿qué harían todos esos adalides de la libertad, la paz y la justicia si un juez checheno imputase a Felipe González por el caso GAL?
Siempre digo que en España somos Quijotes con ganas de arreglar el mundo, pero había olvidado que también en España gustamos de ser Jueces Campeadores con ganas de regalar nuestra propia justicia por el mundo.