lunes, 12 de enero de 2009

Las normas son para todos

Si hay algo que nadie me puede discutir es que soy Sevillista (bueno, hasta eso algunos lo discuten...). Por eso puedo hablar tranquilo y sin complejos sobre esto.

Kanouté, delantero Malí del Sevilla, musulmán, y persona "comprometida" (esa palabra que gusta tanto a algunos) con sus creencias, se quitó el pasado jueves la camiseta para dejar ver el mensaje que llevaba debajo: Palestina.














Artículo 120 bis del Reglamento de la Federación, Española de Fútbol: "el futbolista que exhiba cualquier clase de publicidad, lema o leyenda, siglas, anagramas o dibujos, sean los que fueren sus contenidos o la finalidad de la acción, será sancionado como autor de una falta grave". Las faltas graves podrán ser sancionadas con una multa de hasta 3.000 €.

Kanouté vio la amarilla, y ha sido sancionado con 3.000 €.

Ahora oigo y leo en la prensa cosas como: "Defender una causa justa cuesta 3.000 €", "multan a Kanoute por enseñar una camiseta defendiendo a Palestina", "El fútbol no admite la paz"...y otro tipo de sandeces y soflamas demogógicas que viene a ratificar mi impresión sobre el periodismo actual.

Vamos a ver, independientemente del mensaje y el destino del mismo. Si hay unas normas establecidas, éstas podrán ser más o menos tontas y menos o más injustas, pero si están ahí , lo están para todos, ¿no? y por tanto habrá, o bien que cumplirlas, o bien no cumplirlas pero siendo conscientes de dicho incumplimiento y acatando, consecuentemente, la sanción que conlleva dicho acto.

Aún recuerdo hace poco más de un año, cuando tras el triste fallecimiento de Antonio Puerta, Sergio Ramos le dedicó un gol enseñando su nombre en la camiseta interior que llevaba. El árbitro le enseñó la correspondiente tarjeta, de forma educada e incluso con un gesto de disculpa, pero se la enseñó, porque así lo dice el reglamento. Creo que nadie criticó entonces a la FIFA ni al fútbol en general por sancionar un gesto tan sentido como ese.

Lo paradójico del tema es que el único que no se ha quejado de la sanción es el propio jugador, que hizo lo que hizo sabedor de la multa que le iba a caer.

Como siempre, Quijotes nosotros, nos rasgamos las vestiduras y nos ponemos a chillar y a defender causas perdidas, y al final conseguimos asombrar hasta a aquel al que defendemos... España es asín, y no cambiaremos nunca...

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