Hoy pienso que estoy seguro de que todos habéis visto la película "Rain man"(1988), esa película que ganó 4 Óscar, incluidos el de mejor película, mejor director y mejor guión.
Sin embargo, no todos conoceréis a Kim Peek, la persona que inspiró la historia , gracias a la que Dustin Hoffman se alzó con un Óscar al mejor actor.
Sin duda era una persona especial. Peek sufría el síndrome de Savant, un estado patológico que se distingue por un conjunto de discapacidades físicas, mentales o motrices, que también viene acompañado de determinadas habilidades propias de superdotados.
Sin embargo, si destacó por algo no fue por su amplitud de memoria y de conocimientos, que eran increíbles.
Sus habilidades intelectuales eran asombrosas, pero también congénitas.
Kim Peek nació el 11 de noviembre de 1951 y, a los nueve meses, los médicos estimaron que sufría un retraso mental severo. Sin embargo sus padres no se resignaron a vivir con una persona que según los médicos sería incapaz de andar ni de hablar.
16 meses después, su hijo su hijo les dio la razón y ya era capaz de leer y memorizar volúmenes enteros de información, siendo ya capaz de recitar el Viejo y el Nuevo Testamento.
Posteriormente se descubrió que debido a una malformación del cerebro, su sistema de filtración de información fallaba y que le permitía retener el 98% de todo lo que leía y escuchaba (una persona normal recuerda alrededor del 45%) pero también le suponía una incapacidad para realizar las tareas más básicas como freir un huevo o abrocharse la camisa. Una persona curiosa, no cabe duda.
No tenía noción de los datos que almacenaba ni podía realizar una interpretación de un poema o una conclusión de un libro, a pesar de memorizarlo por completo; no tenía ningún tipo de aptitud musical (debido a sus limitadas capacidades motrices) pero era capaz de escuchar cualquier canción y tocarla en un piano y era capaz de reconocer el autor de miles de piezas musicales escuchando pocos segundos.
Un artículo dedicado a este síndrome, decía que en realidad, no es que tuviese capacidad para recordar, sino que padecía una incapacidad para olvidar.
Sin embargo, para mi su mérito no está en todas estas habilidades, yo hoy quiero reconocerle su esfuerzo y su afán de superación en su gran batalla interna, las relaciones con el mundo.
Kim no era un Savant más, y gracias a Barry Morrow, quien tras conocerle personalmente escribió el guión de "Rain man" su vida cambió para siempre. Comenzó a viajar y a realizar exhibiciones de sus habilidades, mostrando una gran progresión sociológica, relacionándose con gente desconocida por medio de sus demostraciones. Ese fue su gran mérito, porque ese era su gran handicap.
Desgraciadamente, Kim murió el sábado pásado en Utah a los 58 años a causa de un ataque al corazón. En el momento de su muerte, dicen que Peek se sabía de memoria al menos 9.000 libros, sin embargo, yo me quedo con que, cuando murió, Kim tenía muchos amigos porque supo hacerlos y disfrutar de ellos.
1 comentario:
Un precioso homenaje el tuyo.Gracias por darmelo a conocer
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