Hoy pienso que quizá me equivoqué. Sí, y creo que, igual que me gusta sacar pecho cuando acierto, en este caso creo que debo reconocerlo, aunque todo sea dicho, me alegra enormemente haberme equivocado.
Hablo de Patxi López, flamante Presidente de la Comunidad Autónoma de Vascongadas, (también llamado Lehendakari de Euskadi). En realidad, su nombre es Francisco Javier López Alvárez, aunque supongo que alguien le sugirió que hiciese como los cantantes o los actores, y buscase un nombre más popular con el que llegar lejos en la política Vasca.
Desde que hace ahora 7 años llegó a la secretaría general del PSE-EE de la mano de Zapatero, y desterrando éste (como tanto le gusta hacer) a un magnífico político como Nicolás Redondo Terreros, le cogí manía, tengo que reconocerlo.
Su discurso desde entonces y el giro hacia la izquierda nacionalista, con continuos guiños y gestos cómplices me hacían presagiar un nuevo "montillazo" cuando el pasado 1 de marzo su partido fue el más votado en las autonómicas vascas.
Sin embargo, hasta ahora todo son parabienes para este hombre. Primero, la facilidad con que se sentó, dialogó y llegó a un acuerdo con el PP, más tarde con algunos cambios en la rancia y arcaica ceremonia de investidura, y luego con sucesivas medidas que, lejos de tratar de apaciguar o contentar a los convencidos nacionalistas, independentistas y radicales, dejan muy clara su idea de cómo ha de funcionar una democracia en un Estado de Derecho.
Por fin los Ertzainas empiezan a salir de la madriguera del miedo donde los despóticos hipócritas peneuvistas los tenían encerrados. Eso significa que están notando que algo ha cambiado.
Ayer, Patxi López homenajeó a los quince ertzainas asesinados por ETA por "defender la libertad y la legalidad", y pidió a los agentes que continúen con "su esfuerzo" para acabar con el terrorismo, tras comprometerse a garantizarles "la mejor seguridad" en su trabajo. En mi opinión, un claro apoyo a las declaraciones de los Ertazainas que esta semana denunciaban la presión por parte del anterior Gobierno a que estaban sometidos para que no actuasen diligentemente contra la banda terrorista ni sus pequeños, pero peligrosos cachorros.
Bien, Paco, bien, o Patxi, si te gusta más, a mi me es igual, con tal de que mantengas ese espíritu renovador y contrario a todo lo que huela a violencia y extremismo. A tí sí que te hubiese venido bien el eslogan de "yes, we can", porque lo estás haciendo, aunque aún queda mucho camino por recorrer...
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