Promesas cumplidas

Martos es un municipio español situado en el suroeste de la provincia de Jaén, en Andalucía, a 24 km de la capital provincial. Tiene una población de 24.520 habitantes

Hoy pienso que finalmente he sucumbido. Lo sé, he sido víctima de los sentimientos irracionales, pero innatos, sobre los que la demagogia populista se alimenta; pero supongo que el apego a mi tierra me puede, y hace que me sienta feliz de que un político cumpla su palabra.

Mariano Rajoy visitará Martos mañana.

Hace tres semanas mucha gente no sabía dónde estaba Martos, o incluso, que Martos era un pueblo. Gracias a Ana Belén Molina, una Marteña, que le formuló una pregunta a Rajoy sobre lo que conocía el líder del PP de su provincia, tratando de realizar una crítica, de paso, al poco conocimiento que, a su juicio, tienen los políticos de geografía española, hoy más gente conoce Martos.

La sorpresa fue que Mariano conocía que a Jaén se entra por Santa Elena, que seguidamente pasas por Navas de Tolosa, cuya famosa batalla tuvo lugar en 1212, también conocía Cazorla, Baeza... incluso para aquellos incrédulos que pudieran pensar que en los días previos al programa se había empollado varios libros de geografía e historia de la antigua EGB (en la ESO esas cosas ya no se estudian), se permitió el lujo de citar sus visitas a los distintos pueblos de la provincia, tanto como Ministro que fue como líder de la oposición actual.

En pleno éxtasis de autoreconocimiento de su sapiencia, prometió (dio su palabra de honor incluso) a Ana Belén acercarse a su pueblo, Martos, en cuanto su agenda se lo permitiera.

Mañana, 18 días después, cumple su palabra.

Supongo que no soy objetivo, y que la añoranza de mi tierra bañada de olivos me hace ser poco imparcial, o mejor dicho,del todo parcial.

Alguien más ecuánime puede alegarme que es fácil, cumplir este tipo de promesas, sobre todo siendo líder de la oposición. Pero gusta saber que, al menos, algunos cumplen la palabra dada en un acto, si se quiere, tan demagógico.

Tranquila, Izaskun, puede que tu promesa, aunque más populista y quizá hasta discriminadora, también se cumpla... si tu supuesto mecenas saca tiempo entre foto y foto...