Hoy pienso que las comparaciones son odiosas, pero si su propio protagonista se compara, ¿por qué no he de hacerlo yo? Nuestro querido Zapatero ha pasado en dos años de propugnar, junto a sus fieles huestes del mundillo del cine y la canción, un antiamericanismo radical a realizar un spot publicitario pro-americano en el que se traduce que votar al PSOE en las elecciones europeas del próximo 7 de junio es como votar a Obama.
A buen entendedor, pocas palabras bastan. ZP y su equipo de marketing siguen explotando esa idea de que Obama y ZP son iguales, similares, almas gemelas tocadas por la misma barita mágica.
Yo, aparte de su altura y la afición por el baloncesto... no le veo mayor parecido...
Ayer, Obama cumplió sus primeros 100 días. Para empezar, sin ninguna metedura de pata importante desde su acceso al cargo presidencial (a estas alturas, ZP ya había cometido la imprudencia de retirar las tropas de Irak sin previo aviso a los aliados, con el terremoto diplomático que supuso).
Barack compareció en una rueda de prensa ante los medios, "Hemos empezado bien, pero éste es sólo el comienzo", dijo un Obama que no pasó ningún apuro a la hora de responder las preguntas de los corresponsales de la Casa Blanca (Zapatero no suele admitir preguntas y menos si no están preparadas). El presidente reconoció que está "complacido con lo que hemos logrado, pero no satisfecho".
Dosis de optimismo, comedido, eso sí, pero realista, sin negar la evidente y traumática realidad. Así, el presidente norteamericano aseguró que no es un milagrero y advirtió incluso a sus compatriotas que les esperan decisiones complicadas. En otras palabras, que habrá que tomar medidas que no gustarán a mucha gente.
A esas alturas de mandato, ZP ya aludía a su país de maravillas donde parece que habita con Alicia. Siempre negando la crisis hasta que la crisis se presentó en nuestros hogares ella sola. Entonces, era momento de afirmar que sí, que eran malos tiempos, pero que ya habíamos tocado fondo.
Sin ir más lejos, ayer desde Bruselas, ZP se mantuvo impertérrito repitiendo la misma cantinela "Probablemente lo peor ha pasado ya". Y por supuesto, volvió a sacar su libro de poemas para afirmar que se siente "muy cerca" de los trabajadores que se manifestarán en las calles el próximo 1 de mayo y que se va a "dejar la piel" por un orden económico "más justo en el que ganen los más débiles y pierdan los poderosos".
Y digo yo que si tantas ganas tienes, Jose Luis, de parecerte a Obama, ¿por qué no empiezas copiando su manera de gestionar, tomar decisiones, aunque no gusten a todos y, por supuesto, de hablar?
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