jueves, 2 de abril de 2009

¿Dos más dos no eran cuatro?

SINDICATO
1. m. Asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA DE LA LENGUA

Hoy pienso que los sindicatos se crearon para defender los intereses de los trabajadores, ¿no?

Sin embargo, uno echa un vistazo al actual panorama político y sindical, y se da cuenta que la evolución seguida por éstos ha sido paralelamente proporcional a la clase política.

Me llama escandalosamente la atención que, sumidos en una grave crisis, con la tasa de desempleo mayor de Europa, con 54.000 afiliados menos al mesy con una cifra de parados que ya supera los 3,6 millones, ninguno de los dos sindicatos mayoritarios ha levantado, un ápice, la voz en contra del Gobierno.

"Están actuando responsablemente ante la grave situación", señalan algunos...pero pienso yo que si durante el anterior gobierno, los sindicatos convocaron 2 huelgas generales, cuando se creaban 200.000 puestos de trabajo al mes, y el porcentaje de desempleo estaba en torno al 8,7% (ahora está casi al 14%) hoy debería ser cuánto menos, momento para que los trabajadores pidiesen cuentas y responsabilidades a aquel personaje que hace poco más de un año prometía el pleno empleo.

Pues no, los sindicatos hoy no defienden al trabajador, en su lugar, se han instalado en su supuesta enemiga, la política, apoltronándose en el banco de la izquierda, y defendiendo un tipo de ideología concreta, independientemente de si perjudica o no a sus supuestos "compañeros" o representados, los trabajadores.

Así le ha ido a Jose María Fidalgo, una persona inteligente y seria, que ha intentado durante años trasladar esa idea de que los sindicatos de trabajadores están conformados por un grupo heterogéneo de personas, con multitud de ideologías, pero con el mismo derecho a ser defendidos por las asociaciones creadas para ello.

Y mientras, con la que está cayendo, Cándido Méndez y su país de las maravillas, propugna la reducción de la jornada laboral semanal a cuatro días.

Ayer, nuestro ZP, en la apertura del 40 Congreso de UGT, aparte de hablar de Esperanza (aclarando entre risas que no se refería a Esperanza Aguirre) defendió y justificó semejante medida, aduciendo que para mejorar la productividad del mercado es necesario reducir la jornada.

Soy de letras, vale, y de economía entiendo poco, pero ¿desde cuando dos más dos son cinco?

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