domingo, 1 de marzo de 2009

Pagan justos por pecadores

Hay dos grandes y fuertes temas que todos los medios nacionales llevan varios meses tratando casi obsesivamente:

- Una, está clara, la caída del, hasta hace poco, invencible Barca ante, el hasta hace poco, débil Real Madrid. Yy es que si la cosa seguía así, la liga hubiese estado acabada en abril, y claro, eso haría vender pocos periódicos y ver pocos partidos en PPV... así que había que presionar al Barcelona costase lo que costese.

- La otra aún no le veo una explicación razonable. Y es el interés periodístico por hacer que los funcionarios paguen los platos ratos de la crisis.

Hasta ayer, ZP defendía con valentía, no ya la no congelación de salarios de los trabajadores del Estado, sino incluso su aumento hasta un 3%. Sin embargo, Corbacho, el ministro fantasma de trabajo, finalmente ha sucumbido a la presión mediáticay ayer rompió a hablar de congelar el sueldo de, eso sí, sólo los funcionarios que ganan más de 30.000 € al año.

Ya sé que los funcionarios en España tienen muy mala fama, en parte por Forges, y en parte, inmerecidamente, porque no solemos quejarnos del trato regular de una dependienta de una floristería o del interventor de un banco cuando vamos a pedir una hipoteca, pero todos queremos ir al Registro Civil y ser atendidos en 5 minutos y con la mayor diligencia posible, y si no es así, sale subconscientemente la coletilla de nuestros labios: "claro, los p... funcionarios!".

No voy a entrar hoy a analizar esta situación, pero sí el tema de la congelación de los salarios. ¿os acordáis del cuento de la hormiga y la cigarra?

Vamos a ver, un funcionario tiene su sueldo fijo, y legalmente establecido, como también lo es su aumento conforme el IPC anual.

Durante estos últimos 10 años España ha visto cómo su economía crecía y crecía: los albañiles empleados en la construcción tenían nóminas abultadas de más de 3.000 € en algunos casos. Los comerciales, cuyo sueldo va, la mayoría por comisión, también ostentaban con placer unos salarios que les daban para un BMW y la casita en la playa, al igual que otros muchos empleos que se han visto beneficiados por la época de vacas gordas que hemos vivido (por no hablar de constructores, promotores, agentes inmobiliarios y otros especuladores).

Sin embargo, el funcionario ha seguido teniendo su incremento anual legal del IPC... lo que no le daba más que para mantener el mismo nivel vida, aceptable, pero no para lanzar cohetes.

Y ahora, el funcionario ve que llega la crisis y como la cigarra del cuento, resopla aliviado pensando en lo bien que hizo en sacarse su oposición y en tener su sueldo fijo, ante la mirada de todos sus vecinos que, encolerizados, le miran con ojos envidiosos, acusándolo incluso de insolidiario, por no querer compartir parte de su permanente pero no menos merecido jornal, que, sin embargo, durante años ha sido tan precario.

Los periódicos tienen la solución a la crisis, y radica en hacerle pagar los platos ratos a los funcionarios. Y el Gobierno, que va pensando al día y tratando de enemendar la situación según amanece, finalmente accede a la presión. Y encima, para que la medida no parezca tan insolidaria, nada mejor que cargar contra aquellos que más ganan. Porque pienso yo, ya que congelan los salarios de los funcionarios ¿por qué sólo congelan la de aquellos que ganan más de 30.000? ¿Es que acaso ellos tienen más culpa de la crisis?

Por suerte, ZP se pasó toda la campaña electoral acusando a Mariano de que éste congeló los sueldos de los funcionarios cuando era ministro y que él no lo haría, así que no creo que ahora se desdiga y caiga en lo mismo, porque de esta manera sería la primera cosa que no cumple... ¿o no?

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